A CUARENTA AÑOS DE PÉREZ ALFONZO (III/IV)
Rafael
Gallegos Blog núm. 409
EL
DEBATE CON ÚSLAR PIETRI
Se realizó en mayo de 1963, fue moderado por
el periodista e intelectual Carlos Rangel. Allí se confrontaron dos concepciones diferentes del negocio
petrolero venezolano.
A objeto de crear contexto
hay que recordar que se consideraba que el petróleo se agotaría en pocas
décadas. Que las transnacionales fijaban los precios, que de paso venían
decreciendo paulatinamente en los últimos años. Además Estados Unidos aplicaba
cuotas a la importación de hidrocarburos venezolanos.
En esa época se produjo el
vertiginoso ascenso en la producción petrolera del mundo árabe. Mientras un
pozo de petróleo venezolano producía unos 300 barriles en promedio, los pozos
árabes generaban 3000 o 4000 barriles de crudo, y más liviano que el nuestro. Esos factores
sopesaban la ventaja competitiva que nos quedaba: democracia y cercanía a los
principales mercados.
Entre otros temas el debate
versó en:
-
Pérez Alfonzo habló de No Más Concesiones (NMC), que se requerían inversiones de divisas pero
que las transnacionales podían hacerlas en las áreas no explotadas de las
concesiones, o por Contratos de Servicios. Además las NMC permitirían ir por el
control de la industria por parte de los venezolanos. Uslar planteaba que la
política de NMC creaba desinversión, que los capitales se trasladarían al mundo
árabe y esto ocasionaría el despido de 10.000 trabajadores de la industria, además
de disminuir la cuota de participación de Venezuela en el en el mercado mundial
de petróleo.
-
En cuanto a la Conservación; JPPA propuso
que la mejor manera de aprovechar el crudo era guardarlo en el subsuelo porque
el exceso de divisas generaba facilismo y descompensación socioeconómica (lo
que después denominó Efecto Venezuela). Uslar
dijo era necesario maximizar la producción y que la forma de Sembrar el Petróleo era utilizando los
recursos no para financiar importaciones
y gasto público, sino para invertir.
-
AUP habló de mantener competitividad con los
árabes en aspectos fiscales. JPPA por el
contrario declaraba que había que mantener una alta participación fiscal, y de paso introducirse en la administración
del negocio.
SI o NO más Concesiones, Control
o No de la Producción; Ventajas Fiscales y
Alta Participación del Estado en el negocio, o dejar la operación sólo a transnacionales… Puntos
de vista que todavía hoy, a casi sesenta
años de distancia, reflejan el abanico del pensamiento petrolero nacional. Eso
sí, expresados con gran altura.
PENTÁGONO
PETROLERO
Fue expuesto por el
exministro Pérez Alfonzo en 1967. Destacaron
cinco puntos, que han sido discutidos a lo largo de esta serie de artículos:
1.-
La política de No Más Concesiones.
2.
El principio de Participación Razonable.
3.
La creación de la Corporación Venezolana de Petróleo.
4.
La Comisión Coordinadora de la Conservación y el Comercio de Hidrocarburos
(CCCCH).
5.
La creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
La importancia del pentágono
radica en que refleja la estrategia de los gobiernos de la República Civil,
comandados
por los partidos AD y Copei, así como la postura ideológica
de la mayoría de los partidos democráticos. Estrategia que desembocó en la nacionalización de la industria.
EFECTO
VENEZUELA
A JPPA le preocupaba el
impacto que podrían tener en la sociedad venezolana los ingentes recursos generados por el petróleo. Ya había estudiado
la llamada Enfermedad Holandesa, que se refería a países enriquecidos
súbitamente por ingresos mineros.
La Enfermedad Holandesa muestra
el siguiente ciclo: Boom del negocio minero – incremento de importaciones –
Revalorización de la moneda local – Reducción de exportaciones no mineras---- y
cuando pase el fenómeno: país distorsionado.
Es decir, refleja la
trayectoria de un país nuevo rico a un país: nuevo pobre.
Cuando se triplicó el
ingreso nacional en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, JPPA encendió
las alarmas. Planteó que Venezuela no estaría en capacidad de asimilar el
exceso de divisas. Que a Venezuela le sucedería como a un indigente que se
ganara el primer premio de la lotería y comenzara a comer siete veces al día hasta que se
descompensara. Que Venezuela, al igual que el indigente, sería un país descompensado y que ese fenómeno
sería conocido en el mundo como Efecto
Venezuela. Previamente al comenzar el alza de los precios petroleros habló
con el entonces Presidente Caldera, y años después con CAP. Planteó que se
debería disminuir la producción hasta un millón de barriles diarios. Que el
petróleo se revaloraba más en el subsuelo. El título de uno de sus libros
“Hundiéndonos en el excremento del diablo”, refleja el pesimismo que le
embargaba cuando se empezó a cumplir el Efecto.
El gobierno de CAP creó el
Fondo de Inversiones de Venezuela tratando de represar los cuantiosos excedentes.
Pero en pocos años los resortes morales se habían aflojado y la deuda externa
por lo impagable se ganó el apelativo de la deuda eterna.
Por supuesto que a JPPA le
sucedió como a Casandra, aquella mujer de Troya que recibió el don de profetizar, pero
a condición de que nadie le creería hasta que lo profetizado no se hubiese
consumado. De allí la mancheta de El Nacional en los años ochenta, cuando ya se
había desatado la crisis: “A Pérez Alfonzo
lo llamaron loco, agitador y quijote por prever los males que hoy nos aquejan”.
Continuará…
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