Entradas

Mostrando entradas de abril, 2012

EL REINO DE LA INCERTIDUMBRE

Rafael Gallegos Blog núm.46 La literatura latinoamericana asombró al mundo con aquello del realismo mágico. O sea, una realidad aderezada por las leyes de la magia. Podía suceder cualquier cosa y ser rigurosamente cierto. Como cuando Dolores la bella, transparentada,   voló al cielo impulsada por el   aleteo de unas sábanas. O cuando el Mackandal de “El Reino de este mundo” se transformó en mariposa y sólo lo podían observar los esclavos, o los iniciados en el vudú. O cuando Presentación Campos, de Las “Lanzas coloradas”, a punta de resentimiento, se transformó y mató a sus antiguas amas blancas.  El éxito de esta literatura obedece a que los latinoamericanos somos seres acostumbrados a vivir con un gigantesco toque de irrealidad. En un mundo donde lo probable o lo improbable es sustituido por la incertidumbre. Un mundo donde los milagros de última hora pueden transformarlo todo. Hasta lograr la salvación del alma, luego de una vida llena de desatinos, si nos arrepentimos.   

UN GRAN ACUERDO PETROLERO

Rafael Gallegos Blog núm.45 ¿Excremento del diablo, o pivote del desarrollo? Como en la cuña “la deuda o las lolas”, de nosotros depende: excremento o pivote. Llegó la hora de hacernos servir del petróleo, en lugar de sufrir sus consecuencias. El efecto de la industria petrolera en Venezuela, depende del uso que de él hagamos. El petróleo no es riqueza. Apenas significa dólares, que mal administrados se convierten en pobreza, paquetes económicos y deudas impagables. Y Venezuela lo sabe. Como en boom de los años setenta, cuando nuestra portentosa improductividad, no nos impedía pasear por el mundo con un poder adquisitivo digno de los suecos, que hizo que calzara perfectamente aquello de la Tribu Tabarato. O estos desfachatados años de super boom, cuando la “revolución” ha utilizado UN MILLÓN DE MILLONES DE DÓLARES para degradarnos. Un país con el “corazón partío”, la mayor inflación y el menor crecimiento de América. Puro Sadim (Midas al revés). Crisis de abundancia y crisis de esca

LA HORA DE LAS TRANSICIONES ES YA

Rafael Gallegos Blog núm.44 Ya empezó la transición. Y no queremos darnos cuenta. Las expectativas electorales y la enfermedad del presidente, así lo indican. El hecho de que éste sea o no candidato presidencial, no cambia el escenario. Este régimen demodé, se atraganta comiéndose la flecha de la historia. ¿Trucutrú en pleno siglo XXI? DENTRO DE UN AÑO, NADA SERÁ IGUAL. Y para que la transición sea hacia la democracia y la prosperidad, y no hacia el caos, sólo nos queda un camino: el diálogo. O dialogamos, o nos matamos… créalo y preocúpese. Estamos hablando de la única “democracia” del mundo donde el gobierno no le habla a la oposición. Y la insulta. El único país “democrático” donde… el Presidente de la República… le dice cochino al candidato opositor, o los jueces dicen uh ah, y los medios de comunicación del estado, son del partido. No lo dude, este es el gobierno “democrático” más excluyente de la historia. Democracia fatua. Es decir… autoritarismo. Pero, nada nuevo bajo el sol.

ETERNA FUGACIDAD

Rafael Gallegos Blog núm.44 Era como si alguna hada madrina hubiera agitado su varita mágica haciéndole cumplir su sueño de vivir eternamente. Sí, eternamente; pero no su espíritu, esas especulaciones de alma, cielo, purgatorio e infierno no lograban sacarlo de su propio limbo. Él quería vida eterna; pero aquí. Vida eterna para continuar arrastrando por siempre su saco de huesos por el mundo. Hibernación fue la palabra mágica. Podía congelarse hasta la consumación de los siglos, o mejor, hasta un poco antes, cuando la civilización descubriera el procedimiento para no morir. Estaba absolutamente convencido de que en algún futuro no tan lejano el avance científico rompería el ciclo de nacer, vivir y morir, mutando el flagelo de la muerte y el individuo sería inmortal en su propio medio sin necesidad de recurrir a las especulaciones religiosas y filosóficas de la vida eterna en otra dimensión. Sólo le atormentaba la certeza de que el destino le había pasado una mala jugada, pues su ciclo