PARÁBOLA DE LOS TALENTOS PETROLEROS
Rafael Gallegos 700
Había una vez un empresario – le decían El Dueño - que tenía gigantescas reservas de petróleo en su territorio. También disponía de muchos trabajadores en su nómina. Un día, a objeto de sopesar la capacidad gerencial de estos y su potencial de aprovechamiento de recursos, decidió repartir reservas de petróleo entre algunos de ellos.
Entonces seleccionó un grupo y procedió a llamar a los siguientes trabajadores:
Sr. México, Sr. Venezuela, Sr. Guyana, Sr. Brasil, y Sr. Estados Unidos.
Una vez en la reunión, les expresó: Le voy a otorgar a cada uno de
ustedes unos cuantos miles de millones de barriles de petróleo. La idea es que
los utilicen bien, que los exploten, que ganen mucho dinero para ustedes y que
paguen sus impuestos correctamente –
continuó- , dentro de un tiempo los llamaré, a uno por uno, para pedirles
cuentas.
Y comenzó a distribuir entre sus trabajadores reservas de barriles de
petróleo. Al Sr. Brasil le dio 16 mil millones, al Sr. Guyana
11.000 millones, al Sr. México 6.000 millones, al Sr. Estados Unidos, 44.000 millones, y al Sr. Venezuela
300.000 millones.
A todos les brillaron los ojos, se frotaban las manos, se sabían millonarios.
Se pellizcaban para confirmar la certeza de que les habían dado para gerenciar tantos
miles de millones de barriles de petróleo, lo que representaba miles y miles de
millones de dólares.
Salieron felices de la reunión, y… a trabajar.
Cada uno de ellos gerenció, por años y a su manera, sus volúmenes de
reserva. Tenían presente la frase del El Dueño, “que exploten el petróleo, que
ganen mucho dinero para ustedes y que paguen sus impuestos correctamente”.
Pasaron muchos años, tantos que los beneficiarios olvidaron lo
afortunados que eran gracias a El Dueño y hasta pensaron que éste jamás les
pediría cuentas. Pero un día, sorpresivamente, apareció El Dueño.
Y los llamó, tal como les había advertido, a uno por uno.
Primero llamó al Sr. México.
Revisó el libro, y le preguntó, ¿qué has hecho con el petróleo que te di?
-
Bueno, estoy produciendo 1,6 millones de barriles por día
-
Tengo entendido que antes producían más, ¿qué pasó?
-
Bueno, es que se nos agotó el campo Cantarell, que era el que producía
casi todo
-
Pero ustedes desarrollaron una reforma petrolera y mediante ella habían conseguido más de cien mil millones de dólares
en inversiones internacionales
-
Sí, pero al presidente AMLO no le gustó…
-
… ¿Y a Claudia?
-
Como que tampoco….
-
…y sé que Pemex está muy mal – interrumpió El Dueño
-
Cierto – expresó el Sr. México cabizbajo
-
No estoy complacido – dijo El Dueño con cara de pocos amigos – has usado muy
mal tus talentos – expresó- y eso significa hambre para el pueblo - finalizó El
Dueño
Luego El Dueño procedió a llamar al
Sr. Estados Unidos.
-
A ver, yo te di 44.000 millones de barriles, ¿qué hiciste?
-
Estoy produciendo más de 13 millones de barriles diarios
-
Qué bárbaro.
-
Sí, explotamos el petróleo de lutita, perforando pozos horizontales y
fracturando a lo largo de la formación.
De cinco millones de barriles diarios que producíamos hace 20 años, casi
que hemos triplicado
-
¿Y cómo hicieron?
-
Inversión más inversión más inversión y mucha tecnología, contestó
Estados Unidos.
-
¿Drill baby drill? – preguntó El Dueño
-
Bueno eso es ahorita con Trump, pero de todas formas, siempre aplicamos mucha
inversión e innovación
-
¿Y están exportando mucho gas?
-
Yes, para Europa
-
Aprobado, finalizó El Dueño
Luego le tocó rendir cuentas al Sr. Brasil.
-
¿Qué hiciste con los 16.000 millones de barriles que te di?
-
Amigo Dueño, estoy produciendo cuatro millones y creciendo…
-
Felicitaciones – le interrumpió El Dueño. Has hecho un gran trabajo
-
Sí, casi todo en los yacimientos de Presal en el Océano Atlántico
-
Ahora son el primer productor petrolero de América Latina – expresó El
Dueño
-
Y si sumamos el gas, son 5 millones de barriles equivalentes
-
¿Qué tal? – finalizó El Dueño con mucha satisfacción
Al Sr. Guyana, El Dueño le dijo de entrada Te felicito, veo que
arrancaste y has convertido los 11.000 millones de barriles en casi 700.000
barriles por día
-
Y voy para arriba, dijo el Sr. Guyana con una sonrisa
Y eso fue todo.
Finalmente El Dueño llamó al Sr. Venezuela.
-
¿Qué pasó?, te di 300.000 mil millones de reservas, como para que
estuvieras entre los mayores productores del mundo, y eres de los últimos de la
OPEP
-
Bajando la mirada, el Sr, Venezuela dijo por decir algo, eso es efecto
de las sanciones…
-
… ninguna excusa está por debajo de lo fundamental… están dejando de
producir miles de millones de dólares todos los años.
-
Pero estamos en un millón de barriles – expresó el Sr. Venezuela
-
La OPEP dice que no – ripostó El Dueño - además estaban en más de tres millones y eran
el primero de América Latina…. Yo esperaba que me dijeras que habías superado
los cinco millones de barriles diarios. Con razón dicen que los ven como a un limosnero senado en un barril – finalizó El
Dueño presa de desilusión.
El Dueño les había entregado a esos trabajadores (a excepción del Sr. Venezuela)
casi 80.000 millones de barriles de
reserva y estos producían casi 20
millones de barriles de petróleo por día.
Y al Sr. Venezuela, El Dueño le entregó 300.000 millones y producía si acaso
un millón. ¿Qué tal?
-
Están raspados en la parábola de los talentos - le dijo El Dueño al Sr. Venezuela
¿Y qué significaba raspados? Menos divisas, devaluación, inflación,
hambre.
-
¿Qué excusa le darás a tus hijos y a los hijos de tus hijos? , yo te entregué
un emporio y me regresas un erial ”
FIN (por ahora)
PD: Las oportunidades para
Venezuela están allí: horizonte petrolero de cuarenta años, gigantescas
reservas, tradición petrolera de más de cien años, la mayor cantidad de
técnicos petroleros por kilómetro cuadrado, infraestructura a lo largo y ancho
del país… la oportunidad de convertirnos en el cuarto productor perolero del
mundo.
De utilizar nuestra industria petrolera como el primer motor del
desarrollo de Venezuela. Es la hora de pasar – aunque sea en examen de reparación-
en la parábola de los talentos.
Adelante, por arriba de las excusas
adelante.
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