HACIA UNA NUEVA RENTA PETROLERA EN VENEZUELA
Rafael Gallegos 691
Se ha intentado
hacer creer a los venezolanos que Venezuela ha “superado” la renta petrolera,
cuando la realidad es que ésta se ha minimizado por el descalabro de Pdvsa, que
por décadas generó el mayor ingreso nacional. Ergo, cuando se recupere la
industria petrolera, regresará la renta y con ella la oportunidad de recuperar
al país.
El mal uso
que se le ha dado a la renta petrolera ha hecho de ella una mala palabra,
sinónimo de facilismo, de desperdicio, de despilfarro. Cuando lo correcto sería
que ésta, bien utilizada fuera una bendición, un pivote para el desarrollo
sustentable de Venezuela.
Hay que
destacar que los ingresos petroleros no han disminuido por decadencia del
negocio, o por efecto de la transición energética. La realidad es que estos se
han minimizado – drásticamente- por pésimos manejos éticos y gerenciales de
nuestra principal industria, bastante divulgados por la prensa.
Además, hay
que recordar las insólitas acciones como la expulsión de 23.000 trabajadores durante el conflicto
de 2002- 2003, que disminuyó significativamente el coeficiente intelectual de
la empresa, y significó un punto de inflexión en la productividad de nuestro
principal negocio.
El mundo
observa asombrado cómo en dos décadas la renta petrolera ha descendido cinco,
seis y hasta siete veces. Caso único en el mundo, que no previó ni el mismísimo
Rockefeller cuando nos contó que el mejor negocio del mundo era una empresa
petrolera bien administrada, y el segundo mejor negocio del mundo era una
empresa petrolera mal administrada.
Esa
disminución drástica de los ingresos petroleros es la principal causa (también
hay otras), de que buena parte de los venezolanos padezcamos sueldos y
pensiones muy por debajo de las necesidades mínimas, que se reflejan– por decir
lo mínimo – una sociedad subalimentada, frustrada y víctima de la escasez.
De ser el
“Kuwait de América Latina” pasamos a compartir indicadores sociales y
económicos con los países más pobres del continente.
VOLVEREMOS A SER UN IMPORTANTE PAÍS
PETROLERO
La buena
noticia es que todo indica que existe la gran oportunidad de resucitar nuestro
negocio petrolero. La demanda mundial de hidrocarburos sigue creciendo y lo
hará por décadas. Las energías renovables están muy lejos de desplazar a los
hidrocarburos como fuente de energía. Adicionalmente, Estados Unidos pronto
alcanzará su pico de producción petrolera, lo que realzará la necesidad de los
hidrocarburos venezolanos.
Nuestras
reservas de petróleo son más que suficientes para producir, por ejemplo cuatro
o cinco millones de barriles de petróleo por día durante cincuenta años,
posicionándonos como el cuarto productor del planeta, tras los tres líderes
Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita, en lugar de continuar ocupando el
triste décimo lugar de la OPEP con nuestra escuálida producción.
En cuanto
al gas, Venezuela posee la séptima reserva mundial, que podría ser muy superior
si se acometieran exploraciones. Se podría por lo menos duplicar la producción
actual de gas, incorporando a la cartera de exportación gas licuado hacia
cualquier parte del mundo. En refinería y petroquímica, también hay excelentes
oportunidades de incrementar la producción de manufacturas.
En
síntesis, no solamente podemos recuperar la industria y por ende recuperar la
renta petrolera, sino que es obligatorio que lo hagamos.
Obligatorio.
El país lo requiere a gritos, para superar este marasmo de ingresos y servicios
que padecemos. Para ello es necesario utilizar nuestras potencialidades
petroleras como el primer motor para la recuperación de Venezuela.
¿Y cómo
sería este proceso? Cambiando paradigmas, formas de actuar y sobre todo el
modelo, a objeto de atraer capitales privados nacionales e internacionales, que
pueden hasta llover, si se genera confianza, respeto, institucionalidad, y
leyes petroleras adecuadas.
Hay que
romper este esquema de discusión miope basado en que si el país llegó o no al
millón de barriles, cuando hay millones de volúmenes de hidrocarburos en el
subsuelo que no tienen mañana. O es hoy… o es nunca.
Usted dirá.
EL USO DE LA RENTA
¡Ah!, y la
nueva renta generada mediante la recuperación de la industria petrolera, debe ser utilizada
para el desarrollo sustentable de Venezuela. Extraer lecciones aprendidas de los malos usos en el pasado y sobre todo en
el presente.
También es
muy importante, tanto como el desarrollo
una nueva Ley Orgánica de Hidrocarburos que refleje una Visión que oriente el negocio, otra ¿ley? que
determine cómo hay que usar los beneficios del negocio petrolero para de verdad
“sembrar el petróleo”.
Una ley,
reglamento, o acuerdo, que prohíba engordar el gasto público con la renta
petrolera, que exija que esta se utilice sólo en inversiones, que descentralice
las regalías y buena parte del ISLR, que cree un fondo de inversiones, entre
otras medidas. Y por supuesto… cero política en las operaciones a todo lo largo
del negocio.
Hay que
estar claros en tres cosas:
1.
Es posible
y necesario – obligatorio - recuperar la industria petrolera venezolana. No
podemos seguir siendo el país de las oportunidades perdidas.
2.
No se trata
de soplar y hacer botellas, sino de gerenciar cambios profundos en la industria
y en el país.
3.
La nueva
industria petrolera debe ser utilizada como pivote y catalizador para el
desarrollo integral de Venezuela. De lo contrario, no valdría la pena el
esfuerzo, y a la vuelta de años de bonanza, regresarían pobrezas peores que las
anteriores. La experiencia nos indica que es muy doloroso ser “nuevos pobres”.
La historia,
y las generaciones futuras (o sea nuestros hijos y nietos) nos exigen que – por fin- dejemos de estar
raspados en la parábola de los talentos.
PD: Gente del Petróleo está (estamos) celebrando el 23 aniversario. Más
vivos que nunca en la lucha por el rescate de la industria petrolera. “Somos la
energía del cambio”.
Muy claro tu artículo Rafael,á yo solo cambiaría el orden en las prioridades de la recuperación: primero un nuevo estado y gobierno para después tener una nueva industria que garantice la buena renta. Pero, como has dicho otras veces, es una cadena de gestión recuperativa(no solo el petróleo)pues con ese Estado y semejante sistema, esa cadena no se podrá ensamblar. Gracias de nuevo por tus reflexiones.
ResponderEliminarExcelente disertación, mi estimado Rafael.
ResponderEliminarConviene distinguir claramente entre dos conceptos fundamentales:
1. Política Petrolera y
2. Política Fiscal
La política fiscal del Estado venezolano se centra en una pregunta clave:
¿Qué hacer con la renta petrolera?
Esta nueva visión fiscal debe sustentarse en cuatro pilares estratégicos:
1. Ahorro
2. Respeto intergeneracional
3. Fortaleza institucional
4. Sostenibilidad postpetrolera
I. Ahorro
Los ingresos provenientes de la actividad petrolera —impuestos, regalías y dividendos de PDVSA— deben depositarse íntegramente en un **Fondo de Ahorro Petrolero**, con el propósito de transformar un recurso agotable en una cartera global de inversiones financieras diversificadas.
Las inversiones se realizarán exclusivamente en **mercados financieros internacionales**, con el fin de evitar el sobrecalentamiento de la economía nacional.
II. Respeto Intergeneracional
El gasto anual del gobierno estará limitado al 3% del valor real del fondo, ajustado por inflación. Este límite corresponde al rendimiento esperado a largo plazo y garantiza la preservación del capital para las generaciones futuras.
La renta petrolera no debe ser dilapidada ni comprometida mediante ventas anticipadas; hacerlo sería privar a las próximas generaciones del capital que legítimamente les pertenece.
III. Fortaleza Institucional
Es indispensable crear las instituciones adecuadas para asegurar la viabilidad de esta nueva política fiscal petrolera:
- Ley del Fondo de Ahorro Petrolero:
El Parlamento debe aprobar el marco legal que regula su funcionamiento.
- Ministerio de Finanzas:
Encargado de definir la estrategia de inversión y supervisar el cumplimiento ético de las operaciones.
- Banco Nacional de Gerencia e Inversión:
Entidad técnica y autónoma responsable de la gestión operativa del fondo, siguiendo criterios estrictos de diversificación (acciones, bonos, bienes inmuebles, energías renovables, entre otros).
IV. Sostenibilidad Postpetrolera
A largo plazo (20 años), se proyecta que solo el 35% de las nuevas contribuciones al Fondo de Ahorro Petrolero provendrán de ingresos petroleros. El 65% restante deberá generarse a partir del rendimiento de las inversiones del propio fondo, garantizando así la prosperidad nacional más allá del agotamiento del crudo.
Un fuerte abrazo, Rafael.
Hay gente con tiempo libre que jode
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