LOS EXILIOS DE BOLÍVAR, BETANCOURT, VILLALBA, Y OTROS
Rafael Gallegos 651
En Venezuela los exilios han sido una constante
en las luchas por la democracia. Pareciera que junto con las cárceles, son escuelas
de nuestros altos dirigentes. Ya en los albores de la nacionalidad, la misma
Junta Suprema exilió en 1810 a José Félix Ribas, a dos de sus hermanos y a José
Gallegos – todos pardos-, por pedir adelanto de la Independencia.
Dos años después comenzaron los exilios de Simón
Bolívar. Luego de la polémica entrega de Miranda, el futuro Libertador se “enconchó”
en la residencia del Marqués de Casa León, por cierto el camaleón número uno de
la historia de Venezuela. El español Iturbide medió ante Monteverde para que le
otorgara a su amigo Bolívar un salvoconducto. Monteverde, que estaba convencido
que éste había colaborado con la entrega de Miranda, al firmar le dijo al joven
Simón que lo hacía en reconocimiento a sus servicios prestados en dicha captura.
-
No señor yo no participé – protestó airado Bolívar.
-
Déjelo que es un papanatas – calmó Iturbide la reacción
de Monteverde.
Así, Bolívar partió para Curazao,
donde a su llegada, las autoridades le
embargaron todos los bienes que cargaba. Luego se trasladó a Cartagena. Un
exilio muy fructífero, porque entre
otras actividades elaboró el magistral Manifiesto de Cartagena, e inició la
Campaña Admirable, que lo convertiría en el Libertador.
BETANCOURT Y VILLALBA
Más de cien años después
el joven dirigente estudiantil Rómulo Betancourt cumplió sus 20 años encerrado
en una mazmorra de la dictadura de Gómez, una cárcel sin ventanas que compartía
con tres personas más, entre ellos su compañero Jóvito Villalba.
Jóvito siguió preso, con
dos pares de grillos en los pies, hasta el fallecimiento de Juan Vicente Gómez.
Sin embargo, aprovechó esa estadía en varias cárceles, para dar y recibir
clases con los presos políticos. Por cierto, al salir en libertad terminó su
carrera de derecho, con las máximas calificaciones. ¿Qué tal?
Betancourt tuvo más
suerte y siguiendo la ruta del Libertador, logró exiliarse en Curazao. Allí,
todas las noches a la luz de un farol en
la plaza de Willemstad, leía libros de petróleo en inglés. “con el diccionario
en la mano leía we… nosotros, oíl… petróleo, el segundo libro fue más
fácil que el primero y así sucesivamente”, comentaría años después ya
convertido en una celebridad. Luego pasó a Barranquilla, donde montaría una
frutería con otros exiliados como Raúl Leoni, y Valmore Rodríguez. Allí fundaría
ARDI y escribiría “En la huellas de la pezuña”, junto a Otero Silva; y con otros
compañeros, “El Plan de Barranquilla”. En un momento dado pasó a República
Dominicana, desde donde en una nave que no pudo llegar, trató de unirse a Román
Delgado Chalbaud en la invasión del Falke.
Regresó a Barranquilla. Después
pasaría a vivir a en Costa Rica, donde sería fundador del Partido Comunista, se
casaría con Doña Carmen Valverde, y nacería
su hija Virginia. Regresó a Venezuela a la muerte de Gómez.
OTRO EXILIO DEL LIBERTADOR
En 1815, el derrotado
Bolívar fue a dar a Jamaica. Allí, pasando necesidades y hasta intentos de
asesinato, escribió su profética Carta de Jamaica; luego en Haití, con la
decisiva ayuda de Petión, organizó la Expedición de los Cayos, que a pesar de
los nefastos resultados, trajo como consecuencia mediata la reorganización de los
patriotas para el triunfo final.
LÓPEZ CONTRERAS EXILIÓ A 47 DIRIGENTES
En 1937 López Contreras
dictó un decreto de expulsión de 47 dirigentes políticos. Entre ellos Betancourt,
Villalba, Leoni, Gonzalo Barrios y Juan Bautista Fuenmayor. Betancourt no se
fue de Venezuela, permaneció de “concha” en “concha” durante año y medio,
organizando los cuadros el PDN y escribiendo más de un artículo diario. Al ser
capturado – por Pedro Estrada el futuro esbirro mayor- lo expulsaron y fue a
parar a Chile, donde estableció importantes vínculos con líderes
latinoamericanos.
BETANCOURT CUANDO TUMBARON A GALLEGOS
Luego de la caída de Rómulo
Gallegos, el ex presidente Betancourt se mantuvo en la clandestinidad por
varios días. Amigos y compañeros, aterrorizados le tiraban la puerta en la
cara. Decidió asilarse en la Embajada de Colombia. Le escribió una carta al CDN
de AD donde les explicaba sus razones y les pedía que publicaran que le habían ordenado
asilarse. Años después, la dictadura encontraría la carta y la sacaría en la amordazada
prensa de la época, expresando que Betancourt era un cobarde. Así, el régimen de
PJ ejercía lo que hoy llamamos pos verdad.
Rómulo Betancourt,
finalizó su exilio perejimenista en Nueva York. Como él decía, en la inopia.
Para venirse a Venezuela su secretario privado, otro político ilustre, el merideño
Edilberto Moreno, le expresó que no tenía flux para el viaje – cosas de la
época – y Rómulo le dio un dinero que tenía apartado para lavandería o algo
así.
Moraleja: exiliados con
muchos valores y poco dinero.
VILLALBA… OTRO EXILIO
En las elecciones para la
Asamblea Constituyente en 1952, URD, el partido dirigido por Villalba, arrasaba
en el conteo y de pronto los militares se llevaron las cajas, las contaron en
los cuarteles, y terminó ganando – ¡adivina adivinador! - el gobierno. Pérez
Jiménez llamó a Jóvito para negociar. Finalmente lo “invitó” a abordar un avión con destino a
Panamá… más de cinco años de exilio.
PLEBISCITO Y 23 DE ENERO
En 1957 Pérez Jiménez,
luego de violar “su” Constitución y sustituir las elecciones por un plebiscito,
volvió a hacer un gigantesco fraude; pero esta vez le salió el tiro por la
culata.
A los dos meses ocurrió el
glorioso 23 de enero y el retorno de la democracia. El exiliado… esta vez resultó
el propio dictador Pérez Jiménez.
Una sola historia – la misma
de siempre - que estamos obligados a asimilar,
para no repetir, repetir y repetir.
Excelente trabajo, Rafael. Breve u conciso para aquellos que andan siempre apurados y no leen. Lo he puesto en mi facebook para ver si tantos politólogos "de café con leche" lo leen, lo asimilan y deja de criticar la estrategia de EGU.
ResponderEliminarPero todo esto nos consume la vida productiva, 25 años de nuestras vidas, aunque parte del tiempo en el exterior, otra parte en Venezuels que se pierde. Y no decir de los jovenes.
EliminarTenemos gente exiliada hace décadas y no habías dicho ni pio
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