RÓMULO GALLEGOS Y LA DEMOCRACIA

 

Petróleo sin Reservas             

Rafael Gallegos  645                                  

El viernes dos de agosto se cumplieron 140 años del nacimiento de Don Rómulo Gallegos. Un cumpleaños que lamentablemente pasa  por debajo de la mesa. Don Rómulo fue un Maestro en todo el sentido de la palabra. En 1922, a sus 38 años, fue nombrado director  del Liceo Caracas, hoy Liceo Andrés Bello. Por esos años sus  alumnos fueron  Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Jóvito Villalba, Miguel Otero Silva, entre muchos otros. Como dato curioso, al alumno Rómulo  Betancourt lo colocó como profesor de Literatura cuando éste cursaba el último año.

LOS VALORES DEMOCRÁTICOS DE SU OBRA

Sus novelas reflejan la Venezuela de su tiempo como ningún otro autor. En “Doña Bárbara” muestra el contraste entre la civilización y la barbarie, que hoy si la releemos calzaría perfectamente para el contraste que padecemos entre la Democracia y la Autocracia, entendiendo la Democracia como los valores y educación de Santos Luzardo, a Marisela como el humilde pueblo que es necesario educar para desarrollar la Democracia, y a la Doña como la arbitrariedad, las dictaduras, la represión y la explotación de las masas. Como dato curioso, Doña Bárbara se pierde en lontananza al final de la novela.

En “La Trepadora”, Don Rómulo trata magistralmente al mestizaje  como columna vertebral de nuestra sociedad. En “Canaima” relata cómo la selva se traga a Marcos Vargas, una equivalencia de cómo las sociedades se tragan a sus mejores hijos cuando estos no se ubican porque no hay estrategias de desarrollo. En “Pobre Negro”, muestra cómo después de tanta  muerte en la Guerra Federal – el 10% de la población-  el pueblo sin educación, que es la base de la democracia.

Total que la obra de Rómulo Gallegos  es una perenne clase de los valores que se requieren para derrotar a la barbarie que sobrevive en las dictaduras y el autoritarismo.  

LA NOVELA DE SU VIDA

Su vida tal vez fue su mejor novela. Honesto, culto, demócrata, valiente. Cuando publicó Doña Bárbara, el tirano Juan Vicente Gómez hizo que se la leyeran… de un solo tirón. Al anochecer mandó a  prender las luces de un vehículo para que continuara la lectura. A Gómez  le gustó tanto la novela, que su poderoso dedo nombró a Gallegos senador por el Estado Apure.

Negarse, implicaba cárcel.  Aceptar, ir contra sus valores. Apoyado  por su esposa incondicional Doña Teotiste, se fue a vivir a España.  Autoexilio.  

Su figura tan significativa lo llevó a ser candidato simbólico contra Medina Angarita  en las elecciones de segundo grado de 1941. Durante el primer gobierno de su alumno Betancourt, fue Ministro de Educación. Luego como candidato presidencial arrasó con más del 70% en las presidenciales de 1947. Apenas duró nueve meses en el gobierno. Lo derrocó un golpe militar, cuyos autores se enceguecieron con el resplandor de un presidente novelista y un canciller poeta, nada menos que Andrés Eloy Blanco, el del bellísimo poema que pedía pintar angelitos negros.  El poeta Andrés Eloy – otro modelo de valores democráticos- fue asesinado en 1955 por la dictadura  militar de Pérez Jiménez. Un dictador que se decía presidente constitucional luego de robarse las elecciones de la Constituyente de 1952, hacer su propia constitución, y nombrarse presidente de la República. ¿Qué tal?

Durante su período presidencial, Rómulo Gallegos  respetó hasta el extremo a los ciudadanos y a la Constitución. El líder del golpe que lo derrocó fue  Delgado Chalbaud, a quien quería como a un hijo, habían vivido bajo el mismo techo en España.

-      ¿Tú también hijo mío? - ha podido decirle Don Rómulo a su Brutus particular.

En 1950, el  futuro  Nobel García Márquez escribió que todo parecía indicar que Rómulo Gallegos sería Premio Nobel ese año. Pero la dictadura se movió para evitar semejante premio para un Presidente derrocado. Posteriormente contrataron a Camilo José Cela – ese si ganó el Nobel – para que escribiera “La Catira”, intentando fallidamente de solapar la grandeza de “Doña Bárbara” y la gigantesca figura del escritor venezolano. Cuarenta mil dólares de la época desembolsó la dictadura de Pérez Jiménez.

SU INFINITO AMOR POR SU ESPOSA TEOTISTE

En 1958 cayó la dictadura de PJ. Las dictaduras siempre caen por más poderosas y represivas que sean,  y sus jefesotes por más machotes que aparenten ser,  comienzan a correr despavoridos por los albañales gritando a todo pulmón “yo no sabía yo no sabía”. Rómulo Gallegos regresó a Venezuela con la urna de su adorada esposa Doña Teotiste. Ella había muerto en México y Don Rómulo la hizo embalsamar y colocar su urna  en la Legación de España. El gran escritor  pasaba todos los días, horas  junto a ella. Finalmente, la enterró en el Cementerio General del Sur. 

En el Panteón Nacional, Don Rómulo tiene una tumba vacía, su merecido lugar como héroe de la nacionalidad y de la democracia. En la lápida reza  que él pidió ser sepultado junto a su esposa y que no aceptaría otro sitio. Finalmente su tumba y la de su esposa fueron saqueadas.

“ALZAIMER” LITERARIO

Hoy, el  gran escritor  Rómulo Gallegos es poco recordado, casi  olvidado, un desconocido. Tal vez es más famosa la avenida caraqueña que lleva su nombre, que su obra. Es la hora de rescatar su figura, su significado.  Comencemos usted, su vecino y yo por leer o releer, y comprender “Doña Bárbara”, que hoy está más vigente que nunca.

Los mensajes  de Don Rómulo: amor, educación, mestizaje cultural, desarrollo, constituyen valores fundamentales de la venezolanidad y la Democracia, que buena falta nos hacen.

Rescatar a Don Rómulo Gallegos es contribuir con el imperioso rescate de la democracia que tenemos los venezolanos de esta hora.

Comentarios

  1. Excelente me parece estar reviviendo los discursos y escritos de tu padre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, mil gracias Luis por ese comentario tan estimulante. Un gran abrazo

      Eliminar
  2. Querido Rafael, que belleza de crónica. Inigualable. Corre como un río de pocas aguas para hacerse Orinoco a sus 140 años de existencia, porque un escritor de ese calibre no muere jamás.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias MIguel. Hay que rescatar a ese y a otros escritores condenados al olvido.
      Allí radica la esencia de los que somos.
      Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿ COMENZÓ LA TRANSICIÓN?

¿HABRÁ NEGOCIACIÓN?

CUENTOS DE LA BATALLA DE CARABOBO