Y AHORA… A CUIDAR LA DEMOCRACIA

 

Petróleo sin Reservas             

Rafael Gallegos  644

Ante el inminente triunfo de Edmundo González Urrutia y el muy probable retorno de la democracia, es fundamental reflexionar para hacer que este triunfo sea el inicio de un proceso democrático duradero, que se caracterice como un dinamizador del incremento de la calidad de vida de los venezolanos.  

Para que no suceda como el celebrado retorno encabezado por Violeta Chamorro en  Nicaragua, seguido por la atroz dictadura que hoy gobierna a ese país. O como el triunfo de Macri en Argentina seguido de una derrota electoral con palanca de retroceso. Ejemplos sobran en América Latina…

Para no ir muy lejos, recuerdo cómo en los años iniciales de la democracia se celebraba el 23 de enero, cómo con el tiempo se fue dejando de conmemorar, y finalmente la fecha se convirtió para muchos en algo repudiable que no querían ni recordar.

Olvidamos que la democracia hay que celebrarla todos los días. Casi con sorna Venezuela ignoró la frase de Luís Herrera Campíns acerca de la “perfectibilidad de la democracia”.

Recuerdo en 1998, en Barinas conversando con unos compañeros  petroleros  que me decían que iban a votar por Chávez porque “esto no servía”. Cuando les pregunté si no servían los buenos sueldos, los aumentos anuales, el maravilloso seguro médico  petrolero de la época, los préstamos de vivienda y las utilidades anuales, su respuesta al unísono fue “que se acabe esta v…”.

Olvidaron la frase de Churchill de “la democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás”. Lo lógico en ese momento  de fuertes problemas del país – porque los había - era analizar y proponer mejoras… dentro de la democracia.

No irse tras un mesías, por más simpático que fuera.

LO QUE PERDIMOS

Luego de veinticinco años de “revolución”, y la frase “que se acabe esta v…” , podemos hacer una lista de lo que se acabó: los sueldos que alcanzaban para comer, las tarjetas de crédito, los préstamos bancarios, los préstamos hipotecarios y las viviendas para comprar, los empleos y las tres cuartas parte de los puestos de trabajo, por expropiación de más de mil empresas, inseguridad jurídica, servicios…; los concesionarios de vehículos, los taxis en la calle, la gasolina y el gasoil sin cola, los hospitales que curan, el colegio de lunes a viernes, muchas estaciones de televisión, emisoras de radio, prensa escrita etc. etc. etc.

En síntesis, gracias a la “revolución” padecemos una calidad de vida destartalada, donde destacan la desnutrición, el hambre, el desempleo y la restricción de libertades.

Es imprescindible reconstruir al país. Exigir un Estado moderno, libertades económicas y de todo tipo, separación de poderes,  probidad en el gobierno.  

LA MUTACIÓN DE LAS AUTOCRACIAS                                         

Las autocracias de hoy han mutado, son muy superiores a las de hace cincuenta años. Ya no erradican elecciones sino que las controlan con árbitros jugando para su equipo y con ventajismos monumentales. Ya no tienen a un censor en los periódicos con lápiz rojo rayando las noticias, sino que “democratizan el espectro”, cortan el papel, o no dan cuñas a los que critican la gestión. Las autocracias de hoy proclaman la libertad de expresión mientras los medios se autocensuran por protección. No hay presos políticos, sino “privados de libertad” por insólitos delitos según leyes hechas a la medida para reprimir.

Entonces, ante este fenómeno mundial, es imprescindible que también haya mutación de las democracias, para enfrentar las nuevas autocracias. Determinar los valores democráticos, divulgarlos y practicarlos. Monitorear el comportamiento de todos los funcionarios y castigar a los se salgan de la Ley.  Estudiar las mutaciones de las autocracias y divulgarlas. Es urgente la educación cívica y política de la población. Crear ciudadanos para la democracia. Fomentar el Imperio de la Ley, como diría el Libertador.

Si las autocracias mutan… las democracias también deben hacerlo

DEL MOCHO A MARÍA CORINA (CUENTOS DE CARISMA)

MCM, quién lo duda, es un fenómeno carismático. Sin antecedentes en Venezuela. Cuando CAP era el hombre carisma, tenía en contra por lo menos al 40% de los venezolanos (Copei y oras fuerzas). Chávez también fue un fenómeno en carisma, sin embargo, siempre tuvo en contra por lo menos el 40% de los “escuálidos” (a mucha honra). María Corina es apoyada por lo menos por el 80 % de Venezuela.

A finales del siglo XIX, José Manuel Hernández, el Mocho Hernández, fue un fenómeno carismático en toda Venezuela. Hizo una campaña electoral de avanzada en 1897, tipo norteamericana de la época. Arrasaba en todos los pueblos. Guardando las distancias, como María Corina. Y como con ella, su oposición era mínima.

Fue candidato presidencial contra Ignacio Andrade  en el fraude electoral más gigantesco de que se tenga memoria en Venezuela. El día de las elecciones, agredieron y detuvieron a los testigos y partidarios del Mocho, y al final, el gobierno contó los votos… más de 200.000 para Ignacio Andrade y apenas 2.000 para el Mocho.

Nadie se creyó el cuento. La sorna popular inventó unos versos:

El Mocho  se quedó con las masas

Andrade se quedó con las mesas

Al poco tiempo, Andrade fue derrocado por Cipriano Castro.

María Corina, en la dupla con Edmundo González Urrutia, al igual que el Mocho, tiene el apoyo de casi todo el país, y a diferencia del Mocho, tiene 100 % de testigos en todas las mesas y sobre todo una población  organizada  para hacer justicia y dispuesto a demostrar que el carisma puede llegar al poder y hacer excelentes gobiernos.

El Libertador, planteó que la Democracia es un alimento suculento… se refería a que hay que educar, enseñar democracia, estudiar las mutaciones, y sobre todo crear prosperidad… para que la democracia sea digerida por los ciudadanos y no sucumba teorías deslumbrantes y autocráticas.

Porque las dictaduras en los pueblos formados democráticamente, duran poco.

PD: El domingo usted está invitado a una fastuosa fiesta de contribución, lleve su voto.

Comentarios

  1. Ante un evento binario no hay nada inminente más que aguardar los resultados. No suceda como esa canción que dice "la vida te da sorpresas..."

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