LA GASOLINA Y LOS 23.000 BOTADOS DE PDVSA

 

      Rafael Gallegos    Blog 590                   

La escasez de gasolina y de gasoil parece haber obtenido visa de residencia en Venezuela. Las colas de horas o de días para surtir combustible ya forman parte del folklore nacional, de la nueva forma de ser socialista.  Las refinerías tienen años operando muy por debajo de su potencial, y en forma intermitente.

Se paró El Palito, se dañó el FCC de Cardón, se fue la luz en Amuay, se quemó un tanque … las refinerías venezolanas son las más acontecidas del mundo. El venezolano respira cuando “arreglan” una refinería y la ponen a producir … al 30% de su potencial. Y de paso, tiembla cuando piensa en la próxima avería, que tradicionalmente, está a la vuelta de la esquina. 

¿Es esto correcto?

La verdad es que todas las refinerías de Venezuela deberían estar operando a capacidad y todos los días, como operan estas instalaciones en todo el mundo… menos aquí.

El daño que ha ocasionado la “revolución” a las refinerías es tan insólito, que en otros países no lo pueden creer, tan insólito… que tal vez, tipo Lula, prefieran creer que se trata de “narrativas construidas”. Por cierto, en el “pana” Irán, a pesar de también estar sancionados funcionan muy bien las refinerías, tanto que nos echan una mano con gasolina y de paso, con nafta para mezclar el crudo de la faja. Pueden hacerlo, porque en la revolución iraní no permiten vergonzosos sucesos como la desaparición de 23.000 millones de dólares. O sea…

Excusas

El sabotaje, el bloqueo, las sanciones, los ataques terroristas… la lista de excusas y culpables es tan increíble como interminable. Pero no hay excusa para haber acabado con la capacidad de refinación de un millón trescientos mil barriles diarios. ¿Para eso era la “revolución”? Venezuela exportaba gasolina. La república civil se jactaba de llegar a millones de horas sin accidentes severos en sus refinerías, que se contraponen a la tragedia de Amuay en el 2012, a la que por cierto no cubrió el seguro, ¿por qué sería?, y ese desastre sucedió, anote … años antes de las sanciones. O sea…

El extraño mundo de Subuso

Como Subuso, aquel personaje de las tiras cómicas que era un testigo inerte del absurdo, los venezolanos hemos sido testigos a través de los años como el “petróleo de todos” se ha convertido en el petróleo de nadie (a excepción de la nomenklatura). O cómo la frase “Pdvsa era un estado dentro del estado” para significar cero    contraloría y mucha opacidad, devino en una Pdvsa con varias manos de pintura   roja, tan pero tan opaca, que ya va para … siete años sin publicar información corporativa.

Más impávidos que Subuso, hemos sido testigos de cómo se transformó una empresa de más de 3 millones de barriles diarios de petróleo, en una que a duras penas supera los setecientos mil, y cómo un país que “regalaba la gasolina” la ha evaporado en las calderas de la improductividad y la corrupción.

La verdadera causa de la escasez…

El hito que ha redundado en la escasez de gasolina es… la botada de los 23.000 trabajadores petroleros en el conflicto de 2002-03. No había que ser Nostradamus para predecir que cuando se excluye a la mitad del personal técnico y gerencial de una empresa, esta quedaba seriamente averiada.

“Yo provoqué el paro” - dijo el “gigante”- tenía que tomar esa columna que era Pdvsa. Y la “toma” resultó en una empresa despilfarrada, con mínima producción de petróleo, las refinerías destruidas, los mejoradores de la Faja idem, los campos petroleros desvalijados.

Por supuesto que nadie puede creer que la botada de los 23.000 petroleros fue casual. Este hecho hay que asociarlo con los exprópiese que devinieron en empresas quebradas, las tomas de haciendas que han producido eriales, y en general la increíble estrategia de destrucción aplicada a Venezuela para permanecer forever, Modo La Habana, en el poder.

Parece de Perogrullo; pero si no hubieran botado a los 23.000 trabajadores petroleros (a mucha honra), la realidad de Pdvsa sería otra. Es claro que se hubiera mantenido la producción y hoy Venezuela estuviera en por lo menos 4 millones de barriles diarios, y no hubiera caído en tamaña vorágine … Saque cuentas… la “revolución” dejado de producir  por haber botado a los 23.000 petroleros, por lo menos – anote- 50 o 60 mil millones de dólares al año.

 ¡Qué costosa le ha salido a Venezuela la botada de los trabajadores de Pdvsa!  El pito más caro del mundo.

“Muera la inteligencia”, imitaron los “revolucionarios” al generalote Millán Astray. Y eso, en plena era del conocimiento … significa el atraso y el hambre que está padeciendo el país.

Solución

Y así como la causa fue sistémica, la solución también lo será. No crea en parches que producen gasolina un día sí y un día no.  El problema de la gasolina lo generó la política y la solución … es política. Es el rescate de la industria petrolera, en el marco del rescate del país.

PD: Los 23.000 botados, agrupados en Gente del Petróleo y Unapetrol, cumpliendo… 21 años, están más prestos que nunca para contribuir en ese rescate en línea con su lema: somos la energía del cambio.

Pendiente.

Comentarios

  1. Rafael, buenos días. Muy bueno como siempre. Esa PDVSA es irrecuperable. Saludos

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  2. En el país se creó un grupo informal de la economía que anhela y disfruta de estos momentos de crisis y escasez. No solo los actores, los bachaqueros, si no sus allegados, son los aliados de los chavistas. Así a pequeña escala también están los que se aprovechan de la corrupción a gran escala. El país está en una dimensión desconocida de valores y principios

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  3. Felicitaciones Rafael, muy acertado tu análisis, como siempre, el problema es político y por eso hay que tomar el poder, para comenzar la construcción del país a todos los niveles, ese debe ser el único objetivo, para luego aplicar las mejores estrategias en todas las áreas y consolidarlo para que no se repita el desastre chavista. Saludos.

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