VENEZUELA: UNA HISTORIA IMPREGNADA DE PETRÓLEO (I…)

 

      Rafael Gallegos    Blog 586      

El petróleo cambió para siempre la historia de Venezuela. Nuestras políticas, reacciones e idiosincrasia, se impregnaron de aceite. Ningún análisis de las últimas décadas se puede adelantar sin medir la pingüe influencia del petróleo. La economía, las instituciones, la democracia, hasta las mentes de los ciudadanos. Parafraseando a Miguel Ángel Asturias con sus Hombres de Maíz, nos convertimos en Hombres de Petróleo.

Fenómenos como la Enfermedad Holandesa, el Síndrome de Estocolmo, y el Efecto Venezuela, son referencias para los análisis nuestros de los últimos cien años y más.

La Enfermedad Holandesa sucede cuando las sociedades aumentan considerablemente sus ingresos a propósito del descubrimiento de un bien minero (en el caso de Venezuela, el petróleo) que solapa a toda la economía. Se incrementa el flujo de divisas elevando el nivel de vida de la población, que tiene muy fácil acceso a bienes y servicios importados. La moneda tiende a revaluarse haciendo todo lo extranjero barato y perjudicando la producción y la competitividad local. Se incrementa el gasto público, y la burocracia se hace excesiva. El Estado se vuelve gigantesco y flácido. Se crea un mundo artificial, con altos niveles de consumo suntuario. Cunde el nuevoriquismo. El parque industrial sobrevive con base en subsidios, facilidades arancelarias, préstamos blandos y en general, medidas económicas que no permiten hacer una economía productiva y competitiva.

 Cuando baja el flujo de divisas - por agotamiento, sustitución o bajos precios del petróleo -, o se hace menos impactante porque el gasto público se ha multiplicado, los gobiernos comienzan a endeudarse significativamente. Cuando capacidad de endeudamiento se agota, comienzan a emitir dinero inorgánico para mantener la ilusión de poder adquisitivo, lo que dispara la inflación. La primera medida para contener el alza de precios es el control de estos, lo que a su vez genera escasez.

El ciclo “holandés” recorre una elipsis de “pobreza- bienestar- pobreza”. Inicialmente la población, que es pobre, eleva su nivel de vida en la medida que el negocio petrolero hace de paragua. Al agotarse el recurso, las sociedades no han desarrollado una economía que las respalde, y se inicia una decadencia del consumo hasta llegar nuevamente al estado de pobreza inicial. Entonces, la sociedad de nuevos ricos, se transforma en un país … de nuevos pobres.  

En Venezuela, en la época de bonanza algunos intelectuales advirtieron la peligrosa elipsis. Uslar Pietri planteó que, si bajaban los precios del petróleo, Venezuela se convertiría en un caso de la Cruz Roja Internacional. Los llamaron profetas del desastre.

El Síndrome de Estocolmo es el inexplicable efecto de algunos secuestrados que se enamoran del secuestrador. Es decir, de pueblos enamorados de gobernantes populistas que ofrecen apariencia de prosperidad mientras destruyen la economía y la institucionalidad, o sea el país. En Venezuela, el ejemplo más significativo fue el pueblo enamorado de Hugo Chávez, mientras se iniciaba un proceso de destrucción de la  economía y las instituciones del país.

Y el Efecto Venezuela lo advirtió Pérez Alfonzo cuando predijo, en plena bonanza - nadie le hizo caso - la intoxicación de divisas de Venezuela. Planteó que los altos precios del petróleo representaban mucho más de lo que podía gastar el país. Nos comparó con un indigente que se ganaba la lotería y comenzaba a comer siete veces al día y se descompensaba. Venezuela será un país descompensado - argumentó - y ese fenómeno será conocido como Efecto Venezuela. Lamentablemente, entre 1974 y 1983 pasamos de la Gran Venezuela a la devaluación del bolívar.

El análisis del caso venezolano no es tan simple. Tiene muchos bemoles. No hay que ser derrotista porque ciertamente hubo muchos logros desde López Contreras hasta los cuarenta años de la república civil. Venezuela se transformó totalmente en cincuenta años, y se desarrolló una democracia que fue modelo para el continente.

Sin embargo, no se logró construir una economía sustentable. Y para remate, llegó una “revolución” que, siguiendo sus estrategias, debía destruir al capitalismo para construir el socialismo, o sea…

 ¿Cómo estos tres aspectos acompañan en el devenir venezolano de los últimos ciento veinte años? Veamos:

Gómez, dictador de petróleo

El primer gobierno seriamente impregnado por el petróleo fue el de Juan Vicente Gómez. Durante su larga dictadura, los resultados de los pozos Zumaque 1 y Barrosos 2 alertaron sobre el potencial petrolero del país y atrajeron cuantiosas inversiones por parte de las más importantes transnacionales.

 JVG, muy zamarro les entregó a las transnacionales el domino de la economía a cambio de su permanencia en el gobierno. Fue genuflexo con las petroleras e implacable con el pueblo. Les dijo a los norteamericanos la vergonzosa frase “hagan ustedes las leyes, que son los que saben de petróleo”. Como contrapartida, el gran ministro - primero defenestrado y años después “reenganchado” - Gumersindo Torres, expresó en referencia a las excesivas ganancias de las petroleras: “hubiera sido preferible no cobrar impuesto alguno de explotación en cambio del pago de los derechos de aduana exonerados”. Con Gómez emergieron muchas riquezas personales a la vera del presupuesto y de las concesiones repartidas entre sus áulicos. Al morir, el dictador era el hombre más rico de Venezuela.

En esos años se inició la decadencia del café y de la economía agropecuaria en general. La moneda fue revaluada en 1934, lo que hizo todavía menos competitivo al país.

Juan Vicente Gómez pagó la deuda externa en 1930 para conmemorar el centenario de la muerte del Libertador, lo que tiene un gran significado y hace contraste con el pobre país que fue cañoneado en 1902 en La Guaira, Puerto Cabello y el Zulia por cobradores compulsivos de Alemania, Italia y Gran Bretaña.

Venezuela se convirtió en un país sin deudas; pero éramos endémicos, con 80% de analfabetas y un promedio de vida de 34 años.

Continuará…

 

 

 

 

Comentarios

  1. Rafael, buenos días. Excelente trabajo como siempre. Como dices: el peor daño que le hizo el petróleo a Venezuela fue crear ese Estado desproporcionado y los empresarios pegados a el.
    Saludos
    Diego

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  2. Gracias Diego.
    Realmente hubo grandes logros pero no sé logró un desarrollo sustentable.
    Un gran abrazo

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