PDVSA: ESTRATEGIA VS PARCHETES
Rafael Gallegos Blog 502
Las
“revoluciones” latinoamericanas utilizan el mismo diccionario de excusas a
través de las décadas. Para el hambre, el bloqueo. Para la represión, la guerra
económica. Para elevar el ego y el desfallecimiento de los hambrientos
reprimidos, el “heroico” pueblo. Así nos han dicho de Cuba por más de sesenta
años y nos repiten a los venezolanos de hoy.
Ahora
resulta que no hay gasolina ni gasoil, ni moneda, ni precios estables, ni
desayunos, almuerzos o cenas (ahorita sí, ahorita no), casi que ni país … por
las sanciones. Las sanciones del imperio. Como si el pueblo olvidara los
exprópiese y las empresas tomadas y quebradas que han llevado al parque empresarial
de Venezuela al 25%; o la monumental destrucción de Pdvsa, de la que el gigante
Chávez asumió la responsabilidad cuando dijo Tenía que tomar esa colina que era
Pdvsa.
Y
porsiacaso el pueblo se queja de su pobreza, los “revolucionarios” le explican
que ser rico es malo y buscan que las familias más inocentes se sientan
candorosamente orgullosas de su pobreza y de su miseria. Y pensar que a veces
lo logran. Qué razón tenía el Libertador – tan falsificado por esta
“revolución”- cuando expresaba que un pueblo ignorante es un instrumento ciego
de su propia destrucción.
Moral
y luces…
LA
DESTRUCCIÓN DE PDVSA…
… no
tiene parangón en la historia del mundo. Por más que el gobierno trate de
ocultarla y haga lo imposible para que los venezolanos no midamos la verdadera
dimensión del colapso operacional: disminución de la producción de petróleo desde
más de tres millones de barriles diarios de petróleo hasta apurado medio millón,
el desperdicio de la producción de gas, que se quema y arroja al aire en
enormes cantidades; o el desmantelamiento de las refinerías de petróleo que
tienen al país durmiendo en las estaciones de servicio.
Igualmente,
el gobierno trata de ocultar la destrucción de la organización de Pdvsa,
sentenciada cuando excluyeron ilegalmente a más de veinte mil gerentes y
técnicos (casi la mitad de la nómina) hoy agrupados más vivos que nunca en
Gente del Petróleo y Unapetrol (a mucha honra); y luego con la persecución
política, la politización y la desidia gerencial que ha devenido en una empresa
incapaz de asumir sus retos.
Por
cierto, el gobierno demagógicamente exalta a los trabajadores como los
reconstructores de Pdvsa, mientras le paga salarios de hambre. ¡Los explota!
Y de
los jubilados y pensionados… esta semana denunciaron por televisión que han
fallecido decenas de sus miembros este año por falta de atención médica.
Un
colapso inocultable, por más que el gobierno trate de tapar el sol con un dedo.
Lesa
humanidad.
FALSAS
PROMESAS
El
ministro de petróleo prometió acabar con las colas de la gasolina para finales
de junio, y elevar la producción de petróleo a 1,5 millones de barriles por día
para fin de año.
Las
colas de la gasolina son el producto de la destrucción de las refinerías. La
“parapetean” y un día producen alguito y tres nada. Puro parchete. A las
refinerías hay que reactivarlas mediante un plan integral que incluya:
inversiones, gente preparada y organización… tres cosas que no puedo darte, podrían
parafrasear en Pdvsa a Gustavo Adolfo Bécquer…
Acabaron
con la continuidad del personal de refinerías formado a lo largo de más de setenta
años, y no tienen equipos capaces, contimenos organización.
Planificación
Sr. ministro. Pdvsa era capaz - antes de que Chávez “tomara esa colina”- de
procesar 1,3 millones de barriles por día en Venezuela y 1,8 en el extranjero…
recuerdos de un ayer. La “revolución”
(no las sanciones) acabaron con las refinerías.
Y
solo acabarán las colas, o importando o recuperando lo que se pueda de las
refinerías. Se solicita plan estratégico.
Y
en cuanto al millón y medio de barriles de producción ofrecidos para Pdvsa en
diciembre, sería un “milagro petrolero” generar 250.000 barriles por mes de
aquí a fin de año. Sin taladros, sin inversiones y sin organización… un verdadero
milagro.
Seriedad
señores. Seguirán las colas y la baja producción, o sea Pdvsa destruida, mientras
no se hagan las cosas de manera diferente.
“SOBERANÍA”
EN PETROCEDEÑO
Se
fueron de la faja las empresas Total y Equinor. Dejaron atrás una gigantesca
inversión de 4.000 millones de dólares que hoy costaría 9.000. Se estimaba una producción de 200.000 barriles
por día, (hoy apenas 30.000), convirtiendo en los mejoradores al crudo
extrapesado de 7 u 8 grados API en petróleo liviano de 30 o 32.
El
gobierno nos sorprende cuando se jacta de una gran negociación que reforzó la
“soberanía”. Pero no publica los términos. Pura caja negra. Además, no aclara si
las transnacionales se fueron por la falta de expectativas en la recuperación
de Venezuela, o para concentrase en negocios más rentables que la faja, o para
ajustarse a las exigencias del cambio climático.
El
gobierno, que hace poco aprobó la Ley Antibloqueo con la intención de atraer
capitales, y elaboró un plan cuya columna vertebral fue llenar de inversiones privadas
a Pdvsa. Hoy, cambian la seña y dicen que salida de esas empresas de
Petrocedeño es un triunfo de la “soberanía petrolera”. ¿En el nombre de esa “soberanía”
se irán los demás socios de la faja? ¿Más “triunfos”?
Entonces,
¿quieren o no quieren atraer capitales para la industria? Señales
contradictorias. Por eso nadie les cree. Eso de “soberanía” es como el
individuo que botan del trabajo y se jacta que se liberó de la empresa. Libre…
y sin sueldo.
Seriedad
señores.
ESTRATEGIA
La
recuperación de la industria petrolera requiere, en primer lugar, generar
confianza. Se trata de atraer miles de millones de dólares que los
inversionistas colocarían en el país que les garantice mejor ambiente para
retorno de su inversión. La Ley antibloqueo no da seguridad, eso lo dan la
coherencia de las instituciones, las actitudes y la confianza en las acciones gubernamentales;
todas fallidas en este gobierno. Por
otra parte, las sorpresivas señales de “soberanía” son contradictorias y
espantan hasta a los inversionistas más “panas”.
También
se requieren equipos técnico- gerenciales de primera línea. No se trata de
competir con el bodeguero de la esquina, sino con empresas transnacionales de
primer nivel.
Y además,
es imperativo un plan sistémico, que abraque todas las fases de la industria. Que
pase por rescatar Pdvsa, atender la Emergencia (hay un Plan Táctico de
Emergencia elaborado por más de 150 técnicos venezolanos). Luego, elaborar una nueva
Ley de Hidrocarburos que apoye la despolitización y atracción de capitales
privados, que sirva de soporte para la reconstrucción de una industria
petrolera de primer nivel, capaz de competir exitosamente en el mundo y generar
para los venezolanos gasolina y gasoil para el transporte, gas y combustibles para la industria, las
cocinas de los hogares y la electricidad; y divisas para la economía. Y sobre todo
estrategia para hacer que los beneficios de esa industria sean utilizados en la
reconstrucción de Venezuela.
Y
eso, no se logra con parchetes ni con medidas aisladas, ni con falsas promesas,
ni con excusas. Se logra con estrategia.
Es
hora de enfocarnos en las verdaderas causas, para desarrollar soluciones asertivas.
Hasta cuándo tanto parchete en un techo que se derrumba.
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Venezuela
merece una industria petrolera de primera, que sea capaz de contribuir a la
construcción de un país de primera. ¡Hasta cuándo!
Esta
columna se publica en los medios digitales El Diario de Caracas e Informe 21,
así como en la revista Petroleum.
Cómo siempre excelente analices de una sorprendente realidad, definitivamente el gigante nos llevó a nadar a él mar( o fue al mal) de felicidad de cuba dónde por cierto hoy por hoy no existen medicamentos para tratar sarna, como leí en una publicación hace poco ni árboles de need ya quedan para tratar esta enfermedad que ataca al heroico pueblo cubano, que por cierto se levantó y nadie dijo o ayudo. Triste realidad también
ResponderEliminarGracias Manuel.
EliminarExcelente lo del "mal" e la felicidad.
En cualquier momento, con tu venia, me lo copio.
Un gran abrazo.