HIPERINFLACIÓN, HAMBRE Y NEGOCIACIÓN

Rafael Gallegos     Blog 503

        La hiperinflación es mucho más que precios que suben de manera incontrolada, o de moneda que se devalúa día a día. Hiperinflación significa alimentos inalcanzables, niños hambrientos, servicios colapsados, sueldos evaporados, rutina rota, depresión. Desesperanza. Destrucción de una sociedad.

Venezuela ya tiene varios años de hiperinflación, la quinta más larga de la historia. ¿Diploma olímpico?, y es la más alta del mundo. ¿Oro olímpico?

Y al gobierno ni se le ocurre ponerle remedio a la hiperinflación. Cuando la nombra habla de “inflación inducida” como si de verdad hubiera sido provocada por el capitalismo internacional, el imperio, o los enemigos de la patria… como si sus desfachateces a lo largo de dos décadas no tuvieran nada que ver con eso.

Como si hubieran olvidado “el millardito” que fue el inicio del derrumbe de un Banco Central equilibrado y autónomo, o la frase “tenía que tomar esa colina que era Pdvsa”, que significó la debacle de la empresa y la desaparición de las divisas petroleras, la escasez de combustibles, las colas para la gasolina y los cortes de electricidad. La verdad es que sí tomaron esa colina, o más bien …  se la tomaron.

Como si hubieran olvidado de cuando se jactaban por decretar uno tras otro de aumentos de sueldos mínimos, que por fatuos e inservibles lo que provocaron fue la destrucción del poder adquisitivo del venezolano, hoy con los ingresos más bajos de América. 

O como si se les hubiera borrado de la memoria cuando Chávez horrorizó a los economistas serios, al expresar que era falsa la teoría “neoliberal” que relacionaba la cantidad de dinero circulante con la inflación.   

Queda claro, la hiperinflación es inducida… pero por ellos mismos.

Y lo más grave, ni se les ocurre vislumbrar una sola medida para abatir este flagelo que acaba con Venezuela. La medida más “profunda” a la que acuden es a maquillajes eliminándole ceros a la moneda. Algo así como el viejo que se pinta las canas para ser más joven y apenas lo que logra es que convertirse en el viejo con el pelo pintado. No engañan a nadie. Incluso puede ser que, por falta de pericia, al viejo le quede el pelo rosado, o rojo – rojito.

Pues sí, los rojos rojitos del gobierno, que lloran cuando Messi se va para París, ni se inmutan con la hambruna y desnutrición que va provocando esta terrible hiperinflación de su propia autoría. 

Venezuela muestra hoy la hiperinflación más aguda y prolongada en la historia de América Latina. Y el gobierno ni la nombra, como si la pudiera superar con base en ignorarla. ¿Gurús, poder mental?

Hoy en el país coexisten dos clases de ciudadanos: los que tienen dólares y los que padecen el alza continua de bienes y servicios. La proporción tal vez sea 20/80. Se habla de una economía dolarizada; pero la verdad es que poca gente tiene dólares. El poder adquisitivo – que también debe ser de los más bajos del mundo, otra medalla olímpica de la “revolución”- obliga a utilizar los deprimidos sueldos mínimos y pensiones para escoger entre un kilo de queso, o un kilo de carne; o para seleccionar entre comprar comida para un desayuno, o para una cena; o para saciar su hambre, o dar de comer a los hijos, o… para seleccionar a cuál hijo le da de comer.  Y esto ocurre en el país “con las mayores reservas de petróleo del mundo”.

Entonces, lloremos por Messi.

¿LA HIPERINFLACIÓN ES ESTRATÉGICA?

Ya hemos comentado que la destrucción de Venezuela es estratégica. Que se trata de un proyecto de poder forever. Proyecto lobo feroz: destruirte para … comerte mejor. Que seis millones de barriles por día y buenos niveles industriales y agrícolas hubieran significado prosperidad, gente con dinero para dedicarse a organizar y pagar campañas electorales, y por supuesto alternabilidad. Y eso… contradice el forever en el poder. Destrucción estratégica, como en el comunismo de los jefes y panas de Cuba.

Para destruir un país basta con acabar su moneda, y para ello nada más eficiente que la hiperinflación. O sea…

Lo que pasa es que se les fue la mano, los agarró una vorágine. Destruyendo al capitalismo destruyeron a Venezuela.  

RECUERDOS DE CAP

A pesar de los treinta años que han pasado, todavía recordamos, como si fuera ayer, al presidente Carlos Andrés Pérez anunciando un paquete de medidas económicas de ajuste para abatir la inflación, la escasez, la devaluación y todos esos aspectos que afectan negativamente el desarrollo de la economía.

CAP conversaba con el FMI para lograr préstamos que equilibraran las balanzas, a cambio de seguir sus recetas. CAP planteó subir el precio de la gasolina, los servicios públicos, liberar los precios, eliminar los subsidios, flotación del bolívar, equilibrio fiscal, incremento de salarios, etc. etc. Una serie de medidas que lejos estamos de atrevernos a calificar; pero que significaban un esfuerzo del gobierno por abatir los desequilibrios económicos. Un plan.

O recordamos a Menem en Argentina, que tomo una serie de medidas que, hasta el sol de hoy, acabaron con la hiperinflación en Argentina.

Pero el gobierno “revolucionario”, no ofrece ni siquiera una idea, un plancito, para abatir esta hiperinflación. O no saben, o les conviene que continúe la destrucción de la economía. Saque usted sus conclusiones.

Como si de verdad la hiperinflación fuera culpa del bloqueo, que llegó cuando ésta ya hacía de las suyas con la calidad de vida de los venezolanos.

¿Será que quieren “negociar” la hiperinflación en México? Las enfermedades no se negocian, se curan. Y la hiperinflación ha sido curada en todas partes. Las recetas son conocidas. Lo que pasa es que el gobierno sabe que para aplicarlas tendría que dejar de ser lo que hasta ahora ha sido.

Hiperinflación es disolución de país. ¿Y entonces?

PD: Mucho éxito en México a todos los negociadores. Tal vez allí se juegue la resurrección de Venezuela. Ojalá… el hambre apremia. Hasta cuándo.

-------------------------------------------------------------------------------------------Venezuela merece una industria petrolera de primera, que sea capaz de contribuir a la construcción de un país de primera. ¡Hasta cuándo!

Esta columna se publica en los medios digitales El Diario de Caracas e Informe 21, así como en la revista Petroleum.

Comentarios

  1. Excelente, cómo siempre pienso y pregono la revolución en Venezuela era necesaria, era necesario que la revolución tomara la colina y la volviera un cerro marginal gerenciada por el Koki y sus panas, la revolución a dado la mayor lección a los venezolanos y al mundo . Que no importa cuan rico o cuántas reservas tengas una mala gerencia acaba con todo cual marabúda que un ser sin estudios y preparación es víctima de su propia destrucción, o no fué por ignorantes que creímos en el ( solo por hablar en plural) aún que en la cultura popular se mezclan los sapos y los camaleones, reza un dicho de mis abuelos, en fin mi apreciados amigos invisibles quien no aprenda la lección está irremediablemente destinado a repetirla

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  2. Gracias Manuel. Y hay que insistir hasta que aprendamos. Para dejar de repetir.
    Un gran abrazo.

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