AFGANISTÁN, EN PLENO SIGLO XXI
Rafael Gallegos Blog 504
Demuele
observar el video de los padres afganos en el muro del aeropuerto de Kabul, entregándoles
sus hijos a los militares norteamericanos para que los saquen del país, sabiendo
que más nunca los volverán a ver. Madres que, imitando a la madre verdadera del
pasaje bíblico de Salomón, prefieren separarse de sus hijos que someterlos a la
revolución talibana. Y más duele el comentario de que en la extrema
desesperación algunos bebés son arrojados a los militares y caen en los
alambres de púas. U observar a la gente que de manera suicida huye agarrándose
de los aviones. ¿Qué es eso?
Y
esto sucede en pleno siglo XXI. Borges en su monumental “Historia de la
Eternidad” plantea: “si el tiempo es un proceso mental, ¿cómo lo pueden
compartir miles de hombres, o aun dos hombres distintos?” La verdad es que la
medieval imagen de las desesperadas madres afganas, opera en el tiempo real de
usted y en el tiempo real mío. ¿Y si fueran sus hijos? … más de dos siglos
después de la Revolución Francesa.
¿Un
lunar en el tiempo? ¿La humanidad en el nombre de la soberanía debe permitir
que se apliquen esas medidas en ese país? La ONU, tan hacendosa cuando Hussein
quiso tomar para sí el petróleo de Kuwait, ¿debe mirar para otro lado con esa
barbarie? Los bebés, la esclavitud a que someterán a las mujeres, las
limitaciones educativas y culturales, la vejación por llevar la bandera de su
patria, la inexistencia de libertades de cualquier tipo…
El
mundo ya es uno solo. El cambio climático, la contaminación, la destrucción de
los mares y de los bosques, son problemas que nos afectan a todos porque ya el
ser humano ha desarrollado una capacidad depredadora superior a la del planeta
de recuperarse, y las consecuencias son universales.
El peligro nuclear se acrecienta todos los
días, cada vez más países (léase más disparatados mesías), poseen bombas
capaces de sacar a la tierra de su eje. A alto costo, ya sabemos que las
pandemias globales existen y nos cambian la vida a todos los habitantes de la
tierra.
Este
es un siglo prodigioso y peligroso. Requiere de cambios en nuestro ADN moral y
social para llegar a buen puerto al siglo XXII. Los portentosos avances
tecnológicos deben ir acompañados de cambios drásticos en la gobernabilidad del
mundo. Es la única manera de pasar de siglo… la humanidad, porque el planeta
siempre seguirá y duele decirlo, más cómodo sin nosotros.
Los
nuevos polos políticos del planeta
La
segunda mitad del siglo XX estuvo marcada por la guerra fría y por el liderazgo
bipolar URRSS y EEUU. Más de una vez estuvimos cerca de un acabose nuclear. La
visión y el liderazgo de Kennedy, Krucheff y Juan XXII evitaron la conflagración
atómica en 1962. El acercamiento de Nixon con Mao y con Brézhnev (tan
diferentes los tres), llevó a una distensión que esperanzó al mundo. La caída
de la URSS hizo pensar que, a lo Fukuyama, el hombre llegaba al fin de la
historia, que ésta como lucha de ideologías, había terminado, y que se
impondría un mundo basado en una democracia liberal, hasta el fin de los
tiempos.
La
realidad desmintió a Fukuyama. Durante el conflicto sirio se desarrollaron dos
nuevos polos políticos. Por un lado, Rusia, China e Irán; y por el otro Estados
Unidos, Europa y Arabia Saudita.
Con
la llegada de los talibanes a Afganistán, a ambos polos políticos se les ven
las costuras. Las consecuencias del abandono norteamericano de Afganistán son
tan obvias, que parece realizada con el propósito de provocar esa debacle. Ya
la “democrática” China, ha repetido apresuradamente la frase que los afganos
arreglen internamente sus problemas. Sería bueno que les indicaran a las mujeres
afganas la manera de que “arreglar” internamente la esclavitud a que las
quieren someter. Y los rusos, están esperando que los talibanes “se porten bien”
para darles el visto bueno.
Afganistán,
¿Un arreglo político de los nuevos polos?
Los
talibanes emergieron en Afganistán como respuesta a la invasión soviética de
hace más de cuarenta años. Eran enemigos; pero como en política no hay amigos
ni ideologías, sino intereses, los rusos aplican hoy aquello de que el enemigo
de mi enemigo es mi amigo.
Los
norteamericanos tuvieron gobiernos “amigos” en Irán y Afganistán hasta 1979,
año del advenimiento de Jomeini en Irán, y de la llegada del comunismo a
Afganistán.
Luego
del atentado de las Torres Gemelas, los norteamericanos invadieron Afganistán
buscando a Bin Laden y su grupo. Durante veinte hicieron de ese país su área de
influencia. Con su salida, USA deja la mesa servida a China y Rusia.
Corredor
energético
Las
reservas y producción de petróleo y gas de Afganistán son muy bajas. Parte del
interés geopolítico se centra en su riqueza mineral. Además, es un productor de
nivel mundial de amapola y el consecuente opio.
Pero,
los vecinos de Afganistán son los países con más reservas de gas en el planeta.
Rusia, el primero, Irán el segundo. Turkmenistán, posee la cuarta reserva de
gas en el mundo. La zona, no lo dude, es la potencia mundial de gas. Casi que
el monopolio.
De
allí la construcción del gasoducto TAPI (Turkmenistán, Afganistán, Pakistán,
India) a objeto de abastecer la zona trasladando el gas casi desde el Mar
Caspio hasta la India. La zona sería gran abastecedor de gas para los vecinos,
y en mediano plazo (sin incluir Afganistán; pero cerca) corredor de gas desde
Rusia hasta Europa, evitando la conflictiva Ucrania. El suministro gas para Asia
y Europa…
Hay
que destacar que el potencial minero de Afganistán le hace mucha falta a la
voraz China.
Por
cierto, en la zona se ubican cuatro de los nueve países que poseen bombas
nucleares (Pakistán, India, Rusia y China). Y cerquita, Israel.
Da
la impresión que lo sucedido en Afganistán arregla uno de los conflictos de
patios traseros en el globo. El de Asia Central. Espacios vitales para China y
Rusia.
Queda
pendiente, entre otros puntos, definir la influencia de los bloques
geopolíticos en América Latina. ¿Se tratará de un intercambio de patios?
¿Obedecerá la negociación en México a esos designios? ¿Ya habrá preacuerdos
entre las potencias? La historia se escribe todos los días.
DIÁSPORAS
El
mundo no puede permanecer indiferente ante la diáspora afgana. Y ante ninguna
diáspora. Cuando estas se dan, es huida de los pobladores ante regímenes que no
les ofrecen una vida digna, y a veces ni siquiera vida.
Por
su parte Venezuela, ya ocupa el primer lugar del mundo en volumen de diáspora.
Superó a Siria.
La
diferencia con Afganistán, es que en lugar de los padres entregar a los hijos,
estos se fueron por su propia cuenta, a buscar oportunidades que les niega la
“revolución”.
Hay
más diferencias; pero todas las diásporas son síndromes de países destruidos.
PD: El lunes 23 será el bautizo del libro “Quién
destruyó a Pdvsa”, escrito por Gustavo Coronel, Sergio Sáez, Héctor Riquezes,
Víctor Poleo, Allan Brewer Carías, Miguel José Lara, José Gregorio Aguilar,
Nelson Hernández, Rómulo Estanga, Horacio Medina, Eddie Ramírez, Rafael
Gallegos.
Cordialmente
le invitamos a unirse a la reunión Zoom sobre este evento, que se celebrará el
próximo Lunes 23 ago. 2021
11:00 a. m. Hora Caracas.
Hablarán
Sergio Sáez, Gustavo Coronel y Allan Brewer Carías.
Puede
Inscribirse en el siguiente link:
https://us02web.zoom.us/meeting/register/tZwpcu6srzIvG9CdFYFa1qCOhBkGBrkpMaYK
Después
de la inscripción, recibirá un correo electrónico de confirmación con
información para unirse al seminario web.
-------------------------------------------------------------------------------------Venezuela merece una industria petrolera
de primera, que sea capaz de contribuir a la construcción de un país de
primera. ¡Hasta cuándo!
Esta
columna se publica en los medios digitales El Diario de Caracas e Informe 21,
así como en la revista Petroleum.
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