CARABOBO DESPUÉS DE 200 AÑOS

 

Rafael Gallegos    Blog 495

                              El 24 de junio celebraremos el bicentenario de la Batalla de Carabobo. El triunfo de los venezolanos sobre las armas españolas. Toda una estrategia de años confluyó en ese momento: el Congreso de Angostura, la creación de Colombia, el triunfo de Boyacá, el armisticio. Bolívar movilizó a todos sus ejércitos. La batalla era decisiva. El general Pablo Morillo, tal vez presintiendo lo inevitable de la Independencia, prefirió dedicarse al hogar y se fue a España. A sus 45 años contrajo matrimonio. 

El general Miguel de la Torre quedó al mando de los ejércitos realistas. Sería su segunda gran derrota. Ya había perdido en 1817 la Batalla de San Félix frente al general Manuel Piar, a partir de allí Libertador de Guayana.  Por cierto, de La Torre se casó con una pariente de Fermín Toro, y dicen que cuando éste fue en 1845 a buscar el reconocimiento de Venezuela por parte de España, se hospedó en la casa de su prima y que allí (hogar de Miguel de la Torre) se hizó por primera vez la bandera de Venezuela en territorio español. Cosas veredes Sancho.

Lo de Pablo Morillo era algo más que un presentimiento. Avezado oficial de las luchas napoleónicas en España, sabía que el triunfo realista era cuesta arriba. Poco tiempo después, los liberales encabezados por Rafael Riego, se alzaron en España e impidieron que se enviara un ejército de 10.000 españoles a Venezuela. Y eso… cambió la guerra. Además, ya para esos años la Independencia era una tendencia. Estados Unidos era un modelo para los liberales. Y años atrás el Conde de Aranda, entre otros, había propuesto con buen parecer del Rey, la necesidad de crear virreinatos autónomos en América. Históricamente las colonias estaban de salida.

Carabobo fue un momento heroico. Aunque parezca un lugar común, la patria debe agradecer eternamente a Bolívar, Páez, Plaza, Cedeño, la Legión Británica, Negro Primero, a los miles de soldados. Páez en plena batalla fue víctima de un ataque de epilepsia. Lo rescató un soldado del ejército español…  y en lugar de entregarlo, lo salvó. Más cosas veredes…

En ese año 1821, se había reunido el Congreso de Cúcuta que redactó una Constitución del nuevo país. Había la idea de construir una ciudad capital que llamarían Bolívar. Una tendencia de los diputados marcaba la necesidad de hacer de Colombia una federación donde la defensa y la política internacional constituyera el elemento común. Algo así como Estados Unidos. Bolívar se opuso y predominó la tendencia centralista. Decían que el federalismo rompería la unidad colombiana. Lo cierto fue que la centralización arreció las diferencias y a los pocos años se acabó la Gran Colombia. Páez en Venezuela, Santander en Colombia y Flores en Ecuador, fueron los líderes de la separación. Por lo visto no estábamos preparados para remar unidos.  

¿Y DESPUÉS DE CARABOBO?

En 1830 se inició el período que se conoce como oligarquía conservadora. Páez quedó al frente. Venezuela era un país con 90% de analfabetas, que mantenía la estructura pre independentista. Con el agravante de un país destruido, con un millón de habitantes y dos millones de reses menos que antes de la guerra. A los pocos meses de la presidencia de Páez, Monagas se alzó en oriente. Páez lo pacificó y no lo castigó. Al finalizar su período presidencial asume la presidencia el ilustre médico José María Vargas. Poco duró. A los seis meses fue víctima de la Revolución de las Reformas: soldados independentistas encabezados por Santiago Mariño, y entre otros Pedro Carujo, el mismo que intentó asesinar al Libertador en 1828.  La bandera de los golpistas era de restituir la Gran Colombia, y la idea, que los militares, por haber dado la independencia al país, deberían ser sus gobernantes. Páez regresó a Vargas a la presidencia; pero éste renunció al poco tiempo. Finalizó su período el general Carlos Soublette, el siguiente período volvió Páez y después, otra vez Soublette. El civil Vargas fue apenas una excepción en medio de tanto militarismo. Sin embargo, en esos años hubo cierta prosperidad y se respetaron los resultados electorales.

Luego gobernaron los hermanos Monagas durante diez años nepóticos y despóticos. Hasta que Julián Castro encabezó un golpe contra José Tadeo Monagas, que cometió el pecado común a los autócratas de querer eternizarse en el poder. Julián Castro, había sido el capitán golpista que custodió la puerta del despacho del presidente Vargas cuando Carujo le dijo: Doctor Vargas el mundo es de los valientes.  Luego vino la dictadura de Páez, la Guerra Federal, hasta llegar a Guzmán Blanco, el autócrata civilizador que hizo importantes reformas.

Después de Guzmán, varios presidentes más o menos democráticos en la forma; pero una Venezuela cuero seco con constantes revueltas, revoluciones y caudillos, hasta la llegada de los andinos. Con estos se inició una de las peores dictaduras de que tengamos memoria, la de Castro y Gómez. Treinta y seis años, muchos de ellos signados por la terrible pax gomecista, que finalizó con 85 % de analfabetismo, un promedio de vida de 34 años, las enfermedades endémicas a la orden del día; cárceles, torturas y un dictador que era el hombre más rico de Venezuela.

DEMOCRACIA

A la muerte de Gómez, comienza – al decir de Picón Salas- el siglo XX venezolano. La verdad es que, en el balance, exceptuando la dictadura de Pérez Jiménez, todos los gobiernos, desde López Contreras hasta Caldera II, en general respetaron las libertades y se promovieron mediante procesos electorales.  El PIB de Venezuela fue el mayor del mundo en unos 50 años, desde los años treinta hasta los ochenta.

Los precios petroleros se multiplicaron por cuatro a partir del Embargo árabe de 1973, generando gigantescos ingresos petroleros para Venezuela.  En el balance, los gobiernos no supieron administrar la abundancia. Apenas diez años después el país estaba endeudado por miles de millones de dólares. En 1983 se devaluó la moneda y se disparó el proceso inflacionario. El estatismo, la no devaluación de la moneda a tiempo, los subsidios, el creciente gasto público, la no existencia de políticas migratorias y la creciente corrupción que aflojó los resortes morales, fueron los factores de esta decadencia. La pobreza se triplicó en pocos años.

 Hubo un gran esfuerzo en el último gobierno de CAP para revertir la situación, pero tuvo mucha resistencia, fue mal comprendido y peor comunicado. Y la intentona de Chávez el 4F, se convirtió en una estocada para el perfeccionamiento de la democracia.

En lugar de mejorar el modelo, el país tomó la vía rápida. Se fue tras un militar que había intentado un golpe. Con visos de mesías, joven, simpático y carismático. Encantador de serpientes: Hugo Chávez. Así empezó la destrucción de la sociedad, que hoy hace metástasis y padecemos los venezolanos.

¿QUÉ DIRÍAN LOS LIBERTADORES?

Al cumplir 200 años de la gloriosa Batalla de Carabobo, Venezuela está en el peor momento de su historia. Hiperinflación, hambre, apenas 20 % de la capacidad de las fuerzas productivas, polarizado, sin moneda, con el desempleo más alto del mundo (58%), sin gasolina, sin refinerías, sin gasoil, sin divisas, con frecuentes cortes de servicios de agua y de electricidad, con unos de los peores internet del mundo, sin teléfonos Cantv (nada personal, pero el mío tres o cuatro años muerto … y pagando), con sueldos y pensiones indigentes. Con las vacunas a paso de morrocoy. Con las familias rotas, nuestros muchachos son inmigrantes a veces indeseados, siendo Venezuela uno de los países con más potencial en el mundo. Paradoja de paradojas.

¿Qué se puede celebrar en estos 200 años? ¿Qué dirían Simón Bolívar, José Antonio Páez y tanto prócer que arriesgó su vida por la Libertad? ¿Estarían de acuerdo con este estado de cosas?

¿Y qué pensaría el Libertador si se enterara que esta desfachatez lleva su nombre? ¿Y de la falsificación de su rostro?

¿Debemos celebrar la Libertad?, aquí cabe la frase aquella: “Decirle a un hombre que es libre sin que tenga un pedazo de pan con qué comer, es como soltar a un náufrago en el medio del mar y decirle que es libre para llegar nadando hasta la costa.” Nademos pues.

Y sin echarle la culpa a nadie. Que la destrucción de Pdvsa, del aluminio, del hierro y de las empresas eléctricas ocurrió mucho antes del bloqueo, de la guerra económica y de la inflación inducida. Que esta “revolución” disfrutó y dilapidó los mayores ingresos de la historia. Que el método chaaz, los exprópiese, y empresa cerrada empresa tomada, no los inventaron ni Trump, ni Biden.  Los inventó el “gigante”.

El gobierno tiene mucho que aprender de Pablo Morillo, que cuando observó sus pocas probabilidades de triunfo, se fue para España. Y allá, en lugar de buscar culpables, expresó admiración por sus rivales. De Simón Bolívar habló maravillas. Y a los llaneros los floreó. Dijo que eran increíbles, que él no dudaba que, si ponían 10.000 bajo su mando, conquistaría toda Europa.  

CELEBRACIÓN

Como herederos de los héroes de Carabobo y ante el desastre que padecemos, la mejor manera de celebrar esta magna fecha es buscar una salida a esta emergencia que nos hemos convertido.

¿Qué tal llegar a un Acuerdo de Salvación Nacional?, o llámenlo como quieran; pero es imperativa una salida, un cambio de modelo. El país no puede seguir siendo un caso de la Cruz Roja Internacional, como predijo Uslar Pietri.

Liderazgo, negociación, comunicación del país que necesitamos, organización, Unidad, movilización, elecciones limpias, revocatorio.

Estrategias diferentes. Para el gobierno, que sabe que nadie los soporta y lo único que se les ha ocurrido es arreciar la represión. Y para la oposición, que cada día está más separada entre sí, y que no termina de dar las instrucciones acerca de qué hacer en este 2021 y en los próximos años.  

La mejor manera de celebrar Carabobo es rescatar a Venezuela. Es urgente una nueva Independencia.

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Venezuela merece una industria petrolera de primera, que sea capaz de contribuir a la construcción de un país de primera. ¡Hasta cuándo!

Esta columna se publica en los medios digitales El Diario de Caracas e Informe 21, así como en la revista Petroleum.

Comentarios

  1. No puedo decir otra cosa de este artículo, sino que es ¡Excelente! Gran escrito apreciado amigo Rafael. Un abrazo.

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  2. Muchas gracias Orlando por ese comentario tan estimulante. Un gran abrazo.

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  3. Muchas gracias Orlando por ese comentario tan estimulante. Un gran abrazo.

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  4. Muchas gracias Orlando por ese comentario tan estimulante. Un gran abrazo.

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  5. Un buen articulo con anecdotas simpaticas y novedosas. Solo dos observaciones. La economia venezolana No era la mas grande de la posguerra. Sino el crecimiento per capita. La otra es que la dictadura de JV Gomez terminò siendo un juego de niños comparada con la de Chavez y Maduro que no solo destruyeron el pais que se tenia sino su posibilidad futura de volver a ser un pais desarrollado

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  6. Los comentarios anteriore que dicen " unknown " son de Evanan Romero. Approvecho para corregir la ùltima frase de que " el pais pueda volver a ser desarrollado porque nunca lo ha logrado, sino que quise decir " de llegar algun dia a serlo". Esto lo hago con mucha responsabilidad y me arriesgo a critical. Pero me encantaria un debate serio sobre este tema
    Evanan Romero

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  7. Los comentarios anteriore que dicen " unknown " son de Evanan Romero. Approvecho para corregir la ùltima frase de que " el pais pueda volver a ser desarrollado porque nunca lo ha logrado, sino que quise decir " de llegar algun dia a serlo". Esto lo hago con mucha responsabilidad y me arriesgo a criticas. Pero me encantaria un debate serio sobre este tema
    Evanan Romero

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