PETRÓLEO… ¿NEGOCIO O KARMA? (2/2)
Rafael
Gallegos Blog 489
En
el artículo anterior planteamos que la conceptualización del negocio petrolero
pasa por analizar, y orquestar: La
Ley, la Gerencia, la Seguridad Energética, la Geopolítica y el Impacto en
Venezuela. La relación de estos aspectos reflejará una
industria de hidrocarburos planificada sistémicamente. Una industria eficaz,
eficiente, que satisfaga las necesidades energéticas de los venezolanos, que armonice
con los entes internacionales y cumpla con los requerimientos y normativas
globales. Y finalmente sea capaz de impactar positivamente en el desarrollo
sustentable de Venezuela.
Por
el contrario, ley inadecuada, mala gerencia, insatisfacción de los
requerimientos energéticos, conflictos internacionales e impacto negativo en
desarrollo del país, o bien una descoordinación de estos aspectos, conllevan a
un caos. La Venezuela que hoy padecemos, con mínima producción de petróleo y
gas, sin gasolina ni gasoil y con cortes de electricidad, con hiperinflación y
la primera hambruna petrolera de la historia, es una dolorosa muestra de
ello.
Es
imperativo una visión integral del negocio petrolero. Insistimos, un ganar-
ganar- ganar. Gana el inversionista, gana el Estado y ganan los ciudadanos.
Veamos:
- La Ley… de hidrocarburos, debe ser producto de amplias
discusiones que generen el máximo consenso. La verdad es la nueva Ley en
Venezuela, que tiene años en la palestra. El consenso actual se manifiesta en
aspectos como la creación de una nueva industria petrolera con inclusión máxima
de capitales privados, y la existencia de empresas compitiendo con la estatal Pdvsa
como una empresa más. Igualmente refleja amplio consenso la creación de una
Agencia Venezolana de Energía autónoma, que seleccione las áreas a ofertar,
establezca las condiciones, haga las Rondas de Licitación, determine las formas
de contratación y monitoree a las empresas.
También hay consenso en que el Estado a través del ministerio
del ramo diseñe y controle la política petrolera, ejerza labor fiscal y vigilancia
sobre la normativa técnica. Así como en que el Estado maneje los aspectos
internacionales como los Convenios, las relaciones con los organismos
respectivos, entre ellos la OPEP.
Existe un amplio consenso en que la Emergencia en
que se encuentra Pdvsa, debe ser atendida a objeto de estabilizar sus funciones
y dejarla lista para aplicar estrategias hacia la construcción de una industria
petrolera. Para ello se ha elaborado un Plan Táctico de Emergencia (PTE).
No hay el mismo consenso en cuanto a que el Estado controle
la producción, y la internacionalización. Hay diversas opiniones. Por nuestra
parte estamos de acuerdo en que el Estado debe por una parte disminuir
significativamente la operación y por la otra ejercer el control del negocio mediante
regulaciones legales. La operación de
muchos capitales privados debe estar en línea con el control del negocio por
parte de los venezolanos.
Sin inocentadas, porque el negocio petrolero, o lo
controlamos nosotros o lo controlan otros.
Hay que
diferenciar entre operar y regular. Por ejemplo, en Estados Unidos el estado no
opera; pero a través de la historia ha ejercido férreos controles como por
ejemplo las cuotas de importación en los años cincuenta (para proteger la baja
productividad de los campos petroleros estadounidenses), o la prohibición de
exportar petróleo o gas hasta la llegada de los hidrocarburos de lutita. También
la Ley antimonopolios que le aplicaron a la Standard Oil en 1911, podría ser
parte de esta discusión.
En cuanto a la operación del estado, en los países
árabes el estado es el gran operador. Por otra parte, en Europa la Statoil y BP
han tenido al estado como importante operador. Ambos escenarios han sido
exitosos, o por lo menos muy lejanos al desastre petrolero venezolano. Sin
embargo, por razones que serían contenido de otro artículo, creemos que en
Venezuela debe minimizarse la operación del estado, y repetimos, ejercer el
control mediante regulaciones y decisiones.
La Gerencia… El negocio
petrolero requiere de alta gerencia y de estrategias de primera línea. Se
compite con empresas que son estado del arte en el escenario internacional, no
con bodegas de las esquinas. Optimización
de procesos, Tecnología de Punta, Gente de primera. Máxima creatividad y
alineación a una Visión clara. Petróleo, Gas (que ofrece un crecimiento
espectacular y variado dentro del campo energético), Energías Alternas, que son
el futuro energético en el mediano plazo; y Petroquímica.
Nada nuevo… Gerencia.
Seguridad Energética… La industria petrolera debe dar prioridad a la satisfacción de los requerimientos energéticos
presentes y futuros de los venezolanos. Transporte (gasolinas, gas y gasoil),
gas doméstico e industrial, gas y otros combustibles para electricidad. No
tiene sentido una industria petrolera que no considere fundamental el consumo energético
de los venezolanos.
Geopolítica… La geopolítica incluye, en todas partes del mundo, la
seguridad de suministro, el control de los yacimientos, y el control transporte
por tubos y por tanqueros. Esto pasa por
las relaciones con países competidores y amigos, los convenios internacionales,
la OPEP, la OPEP+, la AIE y otros. Igualmente, con países productores y
consumidores haciendo énfasis en países árabes, Estados Unidos, Europa, América
Latina…
También, aspectos ambientales y de energías alternas
tan fundamentales para la sobrevivencia del mundo petrolero. El negocio petrolero
es político y es global, por ende, su manejo requiere de mentes políticas y
globales. El desarrollo de una industria sana requiere la aplicación asertiva
de aspectos geopolíticos.
Impacto en el desarrollo sostenible… Y así llegamos al quid del asunto. La industria
petrolera no debe ser ni un enclave, ni un ente extraño al desarrollo
sustentable del país. Hay que orientarla como uno de los pivotes para el logro
de una Venezuela próspera. ¿Cómo?
Visualizando los
Beneficios que ofrece esta
poderosa industria más allá de la renta. Impacto por ISLR, Regalías, Economía
Conexa, Desarrollo a partir de productos y subproductos del negocio, Responsabilidad
Social, Energías Alternas, Petroquímica.
Utilizando el ISLR y todos los impuestos que genera la industria, para
inversiones, que de ninguna manera se use para el gasto público. Igualmente,
las Regalías deben ser empleadas sólo en inversiones, y
adicionalmente dejar un porcentaje muy alto en las zonas donde se generen.
También hay que planificar la Economía Conexa en las áreas petroleras, de manera que acabe
aquello de que cuando finaliza el negocio de los hidrocarburos, queda un
lánguido y fantasmal pueblo ex petrolero. Que por el contrario, el post
petróleo muestre dinámicas que no dependan del petróleo para sobrevivir.
En el mismo sentido hay que generar negocios en las zonas petroleras a partir de las corrientes de refinación y de los productos
y subproductos de la industria.
También aplicar políticas de Responsabilidad Social que incrementen la calidad de vida de las zonas
aledañas y a la larga generen una nueva dinámica económica.
Finalmente desarrollar y mantener competitividad en el
uso de Energías Alternas, así como crear una empresa Petroquímica de primer nivel que sirva de pivote para la
industrialización del país.
Es decir, para lograr un impacto sustentable de la
industria de los hidrocarburos en el desarrollo nacional, es necesario utilizar
estratégicamente estos factores a objeto de contribuir con el logro de una
Venezuela próspera.
UN NEGOCIO PRÓSPERO PARA UN PAÍS PRÓSPERO
Ese podría ser el lema para la nueva industria
petrolera que debemos construir los venezolanos.
Ello requiere una Visión Integral que incluya en el
máximo consenso aspectos en referencia a Inversiones Privadas, Rol de Pdvsa,
Agencia de Energía, Rondas de Licitación, Rol del Estado, Gerencia, Seguridad
Energética, Impacto en la Sociedad.
Una estrategia integral con el propósito de utilizar
la industria petrolera como uno de los pivotes para construir una Venezuela
próspera y sustentable.
Es hora de superar nuestro estado de país con
petróleo, y convertirnos de una vez en un país petrolero. Es decir, hacer que
los hidrocarburos emigren desde el subsuelo hasta el cerebro de los
venezolanos.
Utilizar el petróleo como un negocio, donde ganemos
todos.
Esta columna se publica en los medios digitales El Diario de Caracas e Informe 21, así como en la revista Petroleum.
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