ACUERDO DE SALVACION NACIONAL… O CONDENACIÓN
Rafael Gallegos Blog 491
El
infierno socialista
Mientras
Chávez proclamaba a la dictadura cubana como
el Mar de la Felicidad (algo así como un fiero Mar Caribe sin tiburones ni
huracanes), el Mefistófeles cubano, lleno de astucia y frotándose las manos
hasta las chispas, preparaba un diabólico contrato para comprar su alma
mediante un Pacto de Sangre.
Chávez
seguramente no se percató de ello, era la época en que creía a pies juntillas en
lumpias como el Árbol de las Tres Raíces, y hacía juramentos calcados de los
del Libertador.
“La
vanidad es mi pecado favorito”, le gustaba proclamar a Mefistófeles. Por ello, a
lo largo de toda su amistad le fabricó a su pupilo frases que apuntaban al
centro del ego. “Hugo, tú no eres un buen piloto de jeeps, pero eso no importa porque
tú eres un gran conductor de pueblos”- le expresó en una ocasión. En otra oportunidad,
visitando su casa natal en Sabaneta le dijo “Hugo, algún día vendrá tanta gente
de todo el mundo a ver tu casa natal, que habrá que construir una autopista de
cuatro canales”. Dicen que la frase lo descentró, y que logró
el milagro de ensimismarlo y silenciarlo un par de horas
Claro
que el Mefistófeles cubano no se conformaba con el alma del comandante. Iba más
allá en una vieja aspiración, quería el alma de Venezuela.
Un
pacto de caballeros, con una gota de sangre me basta - le diría Mefistófeles a
Hugo mientras le puyaba el meñique izquierdo. Quedo a tus pies, soy tu esclavo-
le expresó luego del estampamiento de sangre, chocando la mano y abrazándolo.
Y
seguramente Mefistófeles “rezaba”: gracias Dios mío, tú sabes que yo soy ateo;
pero de todas maneras gracias por mandarme este muchachote, y si tienes otro por
ahí … te lo agradecería infinitamente.
Fidel
cuando no era tan diablo, no hay que olvidar que el diablo es más diablo por
viejo que por diablo, le trató de ofrecer un Pacto similar a Rómulo Betancourt.
Le dijo Necesito que nos asociemos con tu petróleo para echarle una vaina a los
gringos. Betancourt, un estadista de primera línea, observó la intención del
barbudo y en un gesto que Fidel a los años acusó de antipático, le dijo con su
voz estridente,
- No tengo
plata para eso.
Y eso
fue todo. Mefistófeles, a pesar de su pataleo con las guerrillas, tuvo que
esperar treinta años para materializar su deseo de tomar a Venezuela como
cabeza de puente para su revolución.
Cumplimiento
del Pacto
Pareciera
que los venezolanos estamos pagando ese Pacto - ajeno - penando en este infierno
socialista que ha construido la “revolución”. Una Venezuela desvertebrada,
desconectada, de retazos. Con hambre y a
la deriva.
Hemos
perdido la continuidad de nuestras actividades. Aquella cadena que parecía de
rutina en los años de la “oprobiosa” democracia, como trabajar, ganar dinero,
alimentar a la familia, enviar los hijos al colegio, comerse una hamburguesa de
vez en cuando, o comprar una camisita… ha desaparecido. Los venezolanos nos hemos convertido en una
sociedad de millones de emigrantes, o de sobrevivientes dentro de las
fronteras. Y no darles pena, esto sucede nada menos que en el país con “las
mayores reservas petroleras del mundo”. Midas al revés.
Y
Mefistófeles, sonríe.
Para
montarnos en un autobús, no tenemos billetes porque el gobierno no los imprime…
Para comprar periódico, a la falta de efectivo se agrega que el gobierno se las
ha arreglado para que los periódicos no oficiales se minimicen o desaparezcan
mediante negación de papel, embargos, limitación de propaganda gubernamental…
Para trabajar, ¿dónde?, apenas quedan una de cada cuatro empresas – y
desvalijadas- de las que había hace veinte años… Para comprar comida, antes no
había productos en los estantes, ahora no hay dinero en los bolsillos, lo que
significa hambre… ¿Y cómo va a haber dinero con los sueldos de hambre y las
pensiones casi inexistentes?... Para estudiar, la UCV (y todas las universidades
autónomas) reciben fracción ínfima de sus presupuestos, y sus profesores tienen
salarios indigentes… Igual se puede decir de los liceos y unidades educativas… El
mismo fenómeno para los hospitales… Para movilizarnos, ni hablar, la
“revolución” destruyó la capacidad de refinación…
Desvertebrada
está Venezuela. La rutina que teníamos cuando éramos una “democracia burguesa”,
“explotados por el oprobioso capitalismo” y “lacayos del imperialismo yanqui”
de abordar autobuses, comprar periódicos, comida, trabajar con sueldos que
permitían vivir, etc., etc., etc.… ya no existe. ¿Dónde estás capitalismo?
¿Usted
se acuerda de cuando elaboraba presupuestos a partir de su quincena en lugar
de, como ahora, salir corriendo a comprar comida cada vez que le entra una
platica?
Y
en cuanto a las vacunas. Sin comentarios, somos los primeros en hiperinflación
y hambre, y los últimos en vacunas. ¿Dónde estás Guinness? Por cierto,
recomiendo a los periodistas de los medios que cuando vayan los personeros del
gobierno a sus programas, la primera pregunta que le hagan sea: ¿usted ya se
vacunó?
“Con hambre y sin vacuna con Chávez me resteo”.
EL
GOBIERNO Y EL ACUERDO DE SALVACIÓN NACIONAL
Aunque
usted no lo crea, el gobierno es el primero que necesita un Acuerdo. No tiene
dinero, es repudiado por las principales democracias del mundo y sabe que el
pueblo no lo soporta. Navegan sobre el hambre y la desesperanza de la población.
Sin
embargo, imitan a Muhammad Ali con bravuconerías antes de la pelea, como para
demostrar que están duros y no les hace falta negociar. Dime de qué te jactas y
te diré qué careces.
Ya
la época de la prosperidad chavista desapareció. Aquella Venezuela con precios
del petróleo superiores a cien dólares, que exacerbaba el consumo mientras
destruía al aparato productivo. Hoy el gobierno no tiene dinero ni para pagar
sueldos medianamente decentes a la burocracia. Y los panas rusos y chinos no
dan puntada sin dedal. O sea… negociación habemus.
Contimás
cuando muchos países presionan y hasta habrán pre elaborado un Acuerdo.
La
Oposición
La
oposición tampoco está en buenas condiciones. Es más, parece contra las
cuerdas. Las estrategias aplicadas no han dado los resultados esperados. Va
perdiendo.
En
estas condiciones, aunadas al hambre, desesperanza y casi inexistente
vacunación, Juan Guaidó ha llamado al gobierno a un Acuerdo de Salvación
Nacional.
¿Por
qué Guaidó? Es reconocido por más de cincuenta países, maneja Citgo y
Monómeros, lidera la coalición de los más importantes partidos de oposición y
es el líder con más respaldo popular. Es la figura. He ahí sus Fortalezas y el
por qué tiene que encabezar cualquier Acuerdo.
Muchos
lo critican. Le dicen que está violando las consultas o aquello del cese de la
usurpación. Lo critican sin proponer qué hacer, como si no bastaran tres años
viendo los toros desde la barrera mientras ésta se tambalea.
Casi
que le dicen alacrán a Guaidó.
Yo
por mi parte admiro su capacidad de cambiar. De no petrificarse ante resultados
negativos.
Pedirle
a Guaidó que no cambie de estrategias y que siga tozudamente haciendo lo mismo
que no le da resultado, es como haberles solicitado a los patriotas de 1810 que
siguieran conservando los derechos de Fernando VII. Por favor…
Es
hora de reinventar. De buscar salidas necesarias, coherentes y plausibles.
Veamos
Necesarias
La solicitud de Acuerdo es necesaria para remover
este marasmo. Es entender que nada es eterno. Una jugada estratégica que
seguramente considera aquello de visualizar varios tableros.
Y más que todo, porque hay que lograr movilizar a la
sociedad cada día más escéptica y desmoralizada, que no cree en nadie. Observen
las encuestas.
En una elección se mueven partidos, se organiza a la
gente. Además, emergen nuevos liderazgos e ideas. La gente ve luz al final del
túnel. ¿Qué se perdió? Para eso están los líderes, para explicar alcances y
caminos. Para renovar las esperanzas y luchas, hasta vencer.
Seguir en lo mismo que hasta ahora, sin metas ni camino,
es encenderle velas mortuorias a la parálisis y a la desesperanza.
Coherentes
Se es coherente con el Objetivo. Las estrategias son
móviles.
Y el Objetivo sigue allí: Reimplantar la Democracia.
Votar, o no votar, o buscar otras vías, corresponden
a estrategias que se juegan en diversos tableros. En Cómo se hace para lograr
el Objetivo. Por lo tanto, no se es incoherente si se camba la actitud (estrategia)
ante las elecciones, si se hace con el objetivo de reimplantar la democracia.
Que así se reconoce a Maduro. Falso, nada que ver con
explorar rutas previstas en la Constitución.
Que para votar hay que forzar condiciones
electorales. Muy cierto, ese es el juego.
Plausibles
¿Es posible una invasión? ¿Es posible que el
gobierno renuncie como consecuencia de las medidas económicas? La respuesta es
no.
¿Entonces?... Guaidó está explorando la vía
electoral. Sin duda un antídoto contra el marasmo.
Nuestras armas son la Movilización y la Unidad. No
hay otras. Y la lucha es por las condiciones.
Tres
Tramos
La
ruta electoral es clara.
Gobernadores
y alcaldes. Revocatorio y Presidencial.
No
sabemos qué Acuerdo emergerá de las negociaciones. Ni siquiera si emergerá.
Muchos
partidos se organizan. Carlos Ozcariz asomó una idea que mueve a la gente y
promueve la Unidad: elecciones primarias para los cargos. Así se movilizaría a
la población y emergerían los liderazgos. ¿Se ganará o se perderá? Depende de
las condiciones, de la organización y del número de votantes.
El
siguiente tramo es el Revocatorio. Está en la Constitución y equivale a una
elección presidencial. Apenas quedan seis meses para solicitarlo. O sea, ya.
Hay
que jugar adelantado y caribe. Llamar observadores internacionales de alto
nivel para que estén presentes desde la recogida de la primera firma. Consolidar
un equipo de comunicaciones que coloque en primer plano nacional e
internacional este proceso, y para evitar que sea suspendido por cualquier
leguleyismo, como el anterior.
Con
más del 70 % de la población que no soporta al gobierno, se debería ganar el
Revocatorio. En este momento, no lo dude, es la manera más plausible de
recuperar la democracia.
Y
paralelamente debe haber un líder unitario presto para las elecciones
presidenciales, que serían casi inmediatas.
¡Ah!
y debe compartirse con la población un programa inicial de gobierno. Porque no
se trata de ganar el Revocatorio, sino de hacer que Venezuela se mude de este
infierno socialista.
Qué
esto es muy difícil. Sí, requiere voluntad y Unidad de los líderes. Requiere
organización. Requiere valentía. Eso sí, tiene más probabilidad de poder, que
quedarse en la casa sin meta ni concierto.
Es
hacer las cosas de manera diferente para lograr resultados diferentes.
¿Qué
podemos perder el Revocatorio? Sí. Si es con trampa, habría que protestar hasta
lo infinito para hacer valer los derechos. Pilas y guáramo.
Si se
perdiera fuera en buena lid, lamentable. Tocaría seguir organizados hasta las
presidenciales. Ya quedarían dos años. ¿Qué es mucho tiempo? Ya llevamos más veintidós años de gobierno.
La ruta ha sido larga. El 1ro de febrero
de 2026 el régimen igualaría en longevidad al de Juan Vicente Gómez. Una
generación perdida.
¿Alcanzarán
ese triste récord? De nosotros depende. O seguimos padeciendo esta condena, o
logramos la salvación nacional.
Es la hora del pensar profundo. De buscar
caminos plausibles. Cero lumpias.
Esta
columna se publica en los medios
digitales El Diario de Caracas e Informe 21, así como en la revista Petroleum.
Excelente, es una idea asertiva, ojalá pueda ser leída, escuchada y analizada sin pasiones. La unidad es la gran fortaleza, salir del régimen lo prioritario, establecer un plan de gobierno con actores incluidos, no dejar solo al candidato a presidente, establecer los equipos e gobierno que son los equipos de la reconstrucción. Unidad y fuerza.
ResponderEliminarAsí es César. Aunque la idea tiene mucha resistencia. Es la lucha. Convencer de tomar un camino unitario que movilice.Lo peor es seguir en esta parálisis. Un abrazote y gracias.
ResponderEliminarHola César. Te hice otro comentario qu que creo no pasó. Tienes razón. Hay que movilizar en Unidad. Lo peor es seguir como estamos. Hay resistencia, pero creo que es el camino. Un abrazote , gracias y seguimos en esto.
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