USLAR PIETRI: ENTRE LA SIEMBRA DEL PETRÓLEO Y LA CRUZ ROJA
Rafael
Gallegos Blog 487
En
el mes de julio de 1936, el doctor Arturo Uslar Pietri acuñó la frase Sembrar
el Petróleo en un editorial del Diario Ahora. La frase se convirtió en una
especie de Misión de los venezolanos, en referencia al uso de nuestros
cuantiosos recursos petroleros.
Dicen
que esa idea fue original de Alberto Adriani, un venezolano muy valioso que se
fue muy temprano. Lo hallaron muerto en su habitación de hotel en agosto de
1936, víctima de un infarto. Apenas tenía 38 años.
Todavía
se discute la paternidad de la frase Sembrar el Petróleo. En todo caso, quien
la acuñó fue Uslar en su famoso editorial. Afloró allí su talento de publicista,
desarrollado años después en ARS publicidad, donde compartió rol de creativo
nada menos que con Alejo Carpentier y Mariano Picón Salas.
Previamente
el Dr. Néstor Luis Pérez, como Ministro de Fomento de López Contreras había
sido un defensor de la justa relación de la industria petrolera con los
venezolanos. Cuando asumió el cargo en 1936 dijo: “Aquí son muchas las cosas
urgentes que hay que hacer... organizar el negociado del petróleo para permitir
la riqueza nacional, que es la industrialización del país…
Un
hombre muy meritorio, pocos conocen que fue preso de Gómez en dos ocasiones, la
última en la tenebrosa Rotunda, allí estuvo… nueve años en condiciones
infrahumanas.
Antes
de que Uslar acuñara la frase Sembrar el Petróleo, Néstor Luís Pérez habló de
utilizarlo para la industrialización del país. Fue el promotor de la Ley
petrolera de 1938, aprobada por el Congreso, y nunca aplicada por presiones de
las transnacionales.
Es
decir, grandes pensadores, como Uslar, Adriani y Pérez, y anteriormente el
médico falconiano Gumersindo Torres, se ocuparon del tema petrolero, de la
relación petróleo – país.
La
necesidad de que los crecientes ingresos del petróleo fueran utilizados para
desarrollar el país, se puede sintetizar en la frase Sembrar el Petróleo, la
más conocida del doctor Uslar Pietri.
Sin
embargo, en sus últimos años, seguramente desilusionado por el uso que se le
había dado a nuestro principal recurso a lo largo de décadas, pronunció otra
frase, que no es tan conocida; pero resultó profética.
UN
CASO DE LA CRUZ ROJA INTERNACIONAL
Arturo
Uslar falleció en el año 2000 a los 94 años, el gran escritor se mostraba
preocupado porque los venezolanos no habíamos logrado sembrar el petróleo. Y
pronunció una frase que lamentablemente ha resultado profética: Si se caen los precios del petróleo,
Venezuela será un caso de la Cruz Roja Internacional.
El
doctor Uslar dijo: “…Si en este momento por un azar infortunado del destino
los precios del petróleo bajaran de una manera importante en el mercado
mundial, Venezuela sería un caso para la Cruz Roja Internacional; aquí vendrían a repartir
sopas en las esquinas.
Venezuela
es un país políticamente muy inmaduro… nosotros estamos viviendo felizmente una
vida de parásitos… es que es un país vulnerable, este es un país improductivo…”
Claro,
Uslar habló de un azar infortunado en los precios del petróleo. Ni siquiera su
privilegiada imaginación de novelista pudo plantear la insólita destrucción de
Pdvsa. No le pasó por la mente que vendría un gobierno y acabaría con la
industria petrolera.
Su
cerebro, del cual Miguel Otero Silva dijo que era el mejor amoblado del siglo
XX, no pudo prever la posibilidad de que un gobierno transformaría en escombros
a “la segunda empresa petrolera del mundo”, dejando al país en permanente
escasez de divisas, sin gasolina, sin gasoil, sin gas y con pésimo servicio de
electricidad.
¿SOPA
EN LAS ESQUINAS?
Qué
razón tenía Uslar. Venezuela hoy padece
de la hiperinflación inducida; pero no por Trump, ni Biden, ni Guaidó, ni
Uribe. Más bien inducida por la destrucción de Pdvsa, por “el millardito”, por
el “exprópiese” y por las invasiones pistola en cinto a las haciendas y en
general a empresas privadas. O sea, hiperinflación inducida… por el gobierno.
Así,
nos hemos convertido en un país invertebrado. El de la primera hambruna
petrolera de la historia. El de los sueldos y pensiones más bajos de América
Latina, tan bajos que ya son simbólicos. El de una de las diásporas más grandes
del mundo.
Un
estudio del Programa de Alimentos de la ONU del 2020, estimaba que uno de cada
tres venezolanos no cumplían los requisitos mínimos de nutrición, y que
necesitaban ayuda.… ¿qué tal?, ¿hambre inducida? ¿por quién?
¿Para eso era la “revolución”?
Por
ello, la ONU acaba de llegar a un acuerdo con el gobierno de Venezuela, para disminuir
el hambre, haciendo énfasis en los niños.
Excelente
que se reconozca la dramática situación y que se solicite auxilio de la ONU. Pero la gran pregunta que nos hacemos los
venezolanos es: ¿cómo llega el país con “las más altas reservas del mundo” a la
necesidad de un acuerdo que se reserva al cuarto o quinto mundo?...
… ¿estaremos
transitando la ruta de la sopa en las esquinas que vislumbró Uslar?
¿SIEMBRA
SIN COSECHA?
Luego
de la muerte de Gómez, el país inició un crecimiento sostenido, que fue el más
grande del mundo durante cincuenta años. Venezuela se transformó entre los años
treinta y los setenta.
Paradójicamente,
con la significativa alza de los precios del petróleo en los setenta, el país
se descontroló (el Efecto Venezuela previsto por Pérez Alfonzo). Luego de diez
años de gigantescos ingresos, pasamos a ser un país endeudado, con inflación
(jamás como la que hoy padecemos) y acelerado crecimiento de la marginalidad,
apuntalado en parte por una inmigración descontrolada.
Un
país subsidiado, con exagerada estatización, que fue incapaz de utilizar la
devaluación para hacer un país productivo, dio como resultado una crisis
estructural, la cual intentó superar, sin éxito, el segundo gobierno de Carlos
Andrés Pérez.
En
este cuadro nacional llegó Chávez al gobierno. Con la inercia de la republica
civil y los altísimos precios del petróleo, inició la exacerbación del consumo
mientras que, con el desiderátum de construir el socialismo, destruía
estratégicamente al capitalismo y se llevaban por delante al país. Y así
llegamos a este llegadero.
En
el balance, la siembra del petróleo muestra en este 2021 una pobre y acaso
inexistente cosecha. Somos, como dijo el maestro Uslar, un caso de los
organismos internacionales.
Yo
prefiero decir con optimismo, que somos un país fuerte candidato a
Reingeniería, metodología de transformación que se aplica cuando los daños son
de raíz y se está muy lejos de cumplir los objetivos.
¿QUÉ
HACER?
Nada
nuevo bajo el sol. Lo mismo que hacen todos los países exitosos. Democracia,
libertad empresarial, gerencia de políticas sociales, educación y más
educación. La meta de pobreza cero. Y por cierto, también populismo cero.
¿Y
CÓMO HACER?
Con
liderazgo, con equipos sociales, con estrategia.
Un
liderazgo que muestre un camino plausible, que movilice a los venezolanos. Que
nos haga creer que el cambio además de necesario, es posible. Que nos convenza
que Venezuela es un país para renacer. Que se ponga las pilas.
Ya está bueno eso de asombrar al mundo como
unos limosneros sentados en un barril.
Esta
columna se publica en los medios
digitales El Diario de Caracas e Informe 21, así como en la revista Petroleum.
Rafael, buenos días. Felicitaciones sobre este excelente trabajo recordándonos a un gran venezolano.
ResponderEliminarDesafortunadamente, el centralismo, junto con el presidencialismo, el partidismo, el populismo, y el personalismo, no nos dejan avanzar.
Que sigan tus éxitos.
Diego
Menos ilustrado; pero mas y mejor politico CAP en el famoso programa con Marcel Graniersi predice con puntos y comas la destruccion del pais.
ResponderEliminarExcelente articulo y lo de las sopas ya existe