EL ELECTOR EN SU LABERINTO
Rafael Gallegos Blog 456
Comenzamos parafraseando “El
general en su laberinto”, obra de Gabriel García Márquez sobre los últimos días del Libertador. Casi
que copiando el título. En lugar de general, colocamos elector. Eso sí,
copiándonos del mejor alumno de nuestro salón literario. Un magnífico libro que muestra un Simón
Bolívar muy humano, tan diferente al tieso de las estatuas, o al “socialista” que
se ha empeñado en falsificar la “revolución” para usarlo como estandarte de
esta increíble destrucción de Venezuela. En el nombre de Bolívar – bolivarianos
se dicen - llenan de trabas la elección parlamentaria, olvidando al Libertador
que creaba congresos en Angostura, en Colombia, en el sur de América, sin
trampitas ni laberintos. Y además que nació rico y murió pobre, al revés de
tanto prócer de esta bolivariana. Si
Bolívar viviera…
El Gabo muestra un Bolívar
encerrado en su propio laberinto cuya única salida era Europa; pero por cosas
del destino termina siendo la muerte. Laberinto, un lugar de calles y paredes
enrevesadas intencionalmente para que quien se adentre no encuentre la salida.
Como el laberinto electoral
que el gobierno ha diseñado para los electores
venezolanos en las parlamentarias. Un laberinto lleno de tortuosos caminos, de
paredes cruzadas, de muros, de puertas, de galerías y de encrucijadas que
buscan que el elector decida no votar, o
que participe en el milagro gobiernero de lograr amplia mayoría en la Asamblea,
con notoria minoría en la población.
Este laberinto electoral debe
ser uno de los más complejos de que se tenga memoria. Un diseño cuyo primer
antecedente habrá que buscarlo en la normativa para la elección de la Asamblea
Constituyente del año 99, cuando por unos malabarismos más truqueros que
matemáticos, los opositores obtuvimos más del 40% de los votos y apenas el 3%
de los diputados; y que llegó a su nivel
de maestría con la actual Asamblea Constituyente donde aunque usted no lo crea
todos los diputados son del gobierno en un país donde más del 80% no los
soporta, pura democracia. Con razón nunca les gustó la palabra representativa.
Hoy los venezolanos nos
internamos en un laberinto electoral. Un tortuoso camino como el que han
padecido los diputados de la gloriosa
(hay que decirlo así en honor a la verdad) Asamblea Nacional. Ellos arrasaron
en las elecciones del 2015, les quitaron tres diputados de Amazonas, cuando
llamaron a los ministros estos no comparecían, le suspendieron el pago a los diputados.
Perseguidos, presos, exiliados. Y la guinda de la torta: el 5 de enero les
pusieron trabas para entrar al hemiciclo a elegir la Junta Directiva del parlamento. Pura
democracia.
Y el tortuoso camino para
diciembre está colmado de paredes para que el elector se desconcierte. Directivas
de partidos políticos intervenidas: AD (como si les estorbara la palabra
democracia), VP (como si les estorbara la palabra popular) y PJ (como si les
estorbara la palabra justicia). Líderes inhabilitados, presos políticos, puntos
rojos, ventajismo mediático, CNE determinado por el TSJ saltando normativas, cambio
de número de diputados fuera de lapso, y no seguimos para no quedarnos
encerrados.
Ah!, y un muro grandotote en
el laberinto, que dice que ahora el CNE es mejor que el anterior porque están 3
a 2 en lugar de 4 a 1 , como si fuera un consuelo perder un juego de fútbol 1 a
0 en lugar de 5 a 0. Derrota es derrota. Y más cuando el árbitro juega para los
rivales.
Como será el laberinto que ya
les renunció un Rector del CNE, y la comunidad democrática internacional no reconoce
las elecciones.
LA
DEMOCRACIA COMO EXCEPCIÓN
Así nos duela, la democracia
en Venezuela ha sido casi que una excepción. En sus inicios Páez, de quien la
“revolución” habla barbaridades, la respetó. Aceptó la derrota de su candidato
Soublette cuando éste perdió la elección con José María Vargas. Y cuando el
golpe defendió a Vargas y lo restituyó en su puesto. La democracia se acabó
cuando llegó Monagas y se alternó con el hermano. Luego vino la Guerra Federal
con Zamora al frente, de quien al igual
que con Boves alguien dijo que era un padre de la democracia como si ésta fuera
montoneras y muertos. Luego la época del
liberalismo amarillo, desde Guzmán hasta Castro. Basta leer el magnífico libro
“La caída del liberalismo amarillo” de Ramón J. Velázquez, para inferir el
desorden patrio y el déficit de democracia durante ese período con una que otra
excepción. Los dictadores Castro y Gómez, son autoritarismos recientes.
Realmente la democracia
inició con López Contreras, fue interrumpida por Pérez Jiménez, y con todos sus
defectos, el período más democrático y más próspero, de excepción que ha vivido
Venezuela fue los “oprobiosos” cuarenta años que tanto descalificaba Chávez y
que ahora los “revolucionarios” no se atreven ni a nombrar, porque estos pésimos veinte años han convertido a esa mal llamada cuarta
república, en nostalgia.
Y esto años… puro laberinto. Sin
comentarios.
Los cuarenta años fueron una
democracia con logros y con defectos. Realmente entró en decadencia,
perfectible como decía el presidente Luis Herrera; pero los venezolanos prefirieron irse tras un líder con mucho carisma llamado
Hugo Chávez.
Cambiamos una democracia
perfectible por esta demolición estratégica que padecemos…
¿QUÉ
HACER?
Primero buscar ante todo la
Unidad. Ya está bueno de tanta división. Cada opositor por su lado. Como
conuqueros políticos.
Y la Unidad debe
transformarse en un gran Acuerdo Nacional. Separados… seguiremos perdiendo.
Porque vamos perdiendo.
Y luego la Estrategia. Es
decir, ¿cómo haremos para reimplantar la democracia? ¿Votar, No Votar, por
quién? Ser o no ser.
Hay que tener presente que el
gobierno pone las trabas como parte de la Demolición Nacional. No quiere que
votemos. Sabe que por lo menos el 80 % del país no los soporta. Lo único que les
interesa es mantener una careta que ya casi no les tapa la cara.
Todas las posiciones que se
tengan para diciembre son respetables. Pero debemos exigir que sean
Estratégicas.
Veamos:
-
No Votar… ¿Qué ofrecen como ruta? ¿Una
intervención?, ¿Qué hagan efecto las sanciones? ¿Un cisne negro? ¿Sabrán algo
que no sabemos? Puede ser válido o no; pero es imprescindible que le den una
ruta a los venezolanos. ¿Qué haremos en el 2021? ¿Si el gobierno sigue nos
abstendremos ante las elecciones para nueva Constitución entonces sí comunista,
y la elección de gobernadores? ¿Y para
el revocatorio? ¿Por cuánto tiempo permaneceremos inertes esperando que el
enemigo pase por la puerta de la casa?
Defensores
de NO argumentarán que Maduro es “ilegítimo”. Sin embargo lleva así casi dos
años. ¿Qué ofrecen a los venezolanos aparte de ver como se cumplen las metas del Foro de Sao Paulo? Ya está bueno de
repúblicas aéreas. Imprescindible una Ruta de Poder.
-
Votar… La primera pregunta es ¿Por quién? La
verdad es que votar sin Unidad es una derrota segura. Los partidos hasta ahora participantes
no han protestado contra la anulación de los partidos, los presos políticos, los
exiliados… contra el laberinto
electoral. Hablan peor de Güaidó que del gobierno. Pareciera que se conformaran
con unos cuantos diputados en la Asamblea chavista.
Por
otra parte Votar en Unidad implica movilización, organización, preparación para
las jornadas electorales del 2021, prueba de fuerza, capacidad de denunciar si
hay fraude y dejar el régimen desnudo (más desnudo) ante la comunidad internacional,
aprovechamiento del 80 % de las encuestas, continuidad en los eventos del 2021.
Y
cierto, los que no comulgan con el voto arguyen que se puede perder apoyo
internacional (tal vez habría que explicarles a los amigos de fuera la jugada
de tableros múltiples), que se está convalidando un fraude, o legitimando el
régimen. También pueden argüir que se pierde la continuidad de la Asamblea el 5
de enero (claro, desde el exilio) y la presidencia interina (creemos que todo
tiene solución política).
Pros
y contras que hay que discutir a la búsqueda de una indispensable Ruta de
Poder.
Ruta
de Poder que pasa por Unidad y Acuerdo Nacional, primera piedra de la
restitución de la Democracia.
VUELVAN CARAS
En
1819 en Las Queseras del Medio, Páez – otra vez Páez- con 150 llaneros,
huía derrotado de 1200 hombres de
Morillo. Al grito de Vuelvan Caras, se regresaron y derrotaron al desconcertado
ejército español.
Se me
ocurre – realmente ocurrencia de un amigo- si la Unidad decide una operación
sorpresa y dice: Vuelvan Caras (carajos dijo Páez) a Votar, a llenar las mesas de testigos, a
organizarnos… ¿qué sucedería? El gobierno quedaría desconcertado, sorprendido.
Habría Unidad y habría Votos. Lo que ha estado evitando de manera planificada el
gobierno con su estrategia seguidora del régimen cubano y del Foro de Sao
Paulo.
Ahí
dejo la idea. Una idea caribe. Para la discusión de las estrategias. Algo diferente hay que hacer, porque estamos
perdiendo.
LOS DOS LABERNTOS DE BORGES
Cuenta
el gran Borges que un rey de Babilonia construyó un intrincado laberinto.
Invitó a un rey árabe a visitarlo y para
burlarse de él lo hizo penetrar en el laberinto y lo dejó allí confundido y
vagando hasta la declinación de la tarde.
El
rey árabe se fue muy disgustado. Por esas cosas de la vida, años después en una
batalla detuvo al rey de babilonia y lo primero que le vino a la mente fue como
se burlaron de él en el laberinto.
“Permite
ahora que te muestre mi laberinto. No tiene ni escaleras, ni galerías, ni muros
ni puertas.” Y lo soltó en el desierto donde el babilono murió de hambre y de
sed.
Porque
hay laberintos sin paredes. La “revolución” ya transita el suyo. Se metieron
ellos mismos. Al tamaño laberinto donde la única pared es el radiante astro rey.
Ya sienten como quema el solazo del
hambre colectiva, el de 30 de niños con desnutrición crónica, el de la
hiperinflación, de la escasez de gas y gasolina, del descontento nacional. Cómo
quema la burla a los electores y sobre
todo el repudio del pueblo ante tanta injusticia. Vamos perdiendo, quien lo
duda. Pero el gobierno ante tanta destrucción, tampoco puede ganar. No podemos
convertir esto en un perder- perder.
Somos
más y tenemos razón. ¿Entonces? Pilas y guáramo.
Esta columna es publicada en diarios Informe 21 y Diario de Caracas, y en la
revista Petroleum.
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