CAMINANTE ¿HAY CAMINO?
Rafael
Gallegos Blog 452
Los venezolanos todos los
días nos preguntamos si hay camino para salir de este desastre. Desastre que para
no entrar en detalles nos remitiremos a un solo aspecto sacado del estudio de
nuestras más prestigiosas universidades: somos uno de los países más pobres de
América. Qué vergüenza, en eso han transformado las tan cacareadas “mayores
reservas petroleras del mundo”. Los otrora envidiados nuevos ricos somos ahora un lastimoso país de
América. Y si a esto agregamos el peligroso
déficit de democracia que vivimos…
Ante las parlamentarias 2020 los venezolanos, frente a un gobierno que aplica un gigantesco
ventajismo electoral, y una oposición por decir lo menos dispersa, nos
preguntamos: ¿Hay camino?
La historia no se repite;
pero de ella se aprende. No es la primera vez que un gobierno autoritario se
empeña en hacer una farsa sin condiciones mínimas, a objeto de fabricar una
careta leguleya para permanecer en el
poder. En el año 1952 el gobierno de entonces hizo la parafernalia de
una Asamblea Constituyente. Veamos y comparemos:
ASAMBLEA CONSTITUYENTE DE 1952
Dicen que Delgado Chalbaud
quería entregar el poder mediante elecciones limpias y que por eso lo mataron. Luego
de su muerte, la Junta Militar se transformó en Junta de Gobierno,
con un civil a la cabeza. Quedó integrada por el Dr. Germán Suárez Flamerich acompañando a los oficiales Pérez Jiménez
y Llovera Páez. Les decían los tres cochinitos, como a una marca de aceite.
Como a ningún dictador le
gusta que le digan dictador, para lavarle la cara al régimen propusieron una Asamblea Constituyente.
Jóvito Villalba y Rafael
Caldera mantenían una actitud opositora light.
Sus partidos URD y Copei estaban permitidos. Para las elecciones a la Asamblea
Constituyente participaron URD, PCV, Copei y el FEI (Fuerza Electoral
Independiente), que apoyaba al gobierno.
AD, desde la clandestinidad, ordenó
a su militancia abstenerse. Jóvito Villalba durante la campaña solicitó
una convocatoria a una mesa redonda con los partidos y los expresidentes Isaías
Medina y Rómulo Gallegos, exiliados ambos. Por supuesto la mesa no se dio, la
dictadura no estaba para conversar. Muestra de ello fue el asesinato del
secretario general de AD Leonardo Ruiz Pineda, cuarenta días antes del proceso
electoral.
El 30 de noviembre se realizó
la elección. El conteo de votos se inició en los centros de votación y finalizó
en los cuarteles. El pueblo adeco, amplia mayoría, no le hizo caso a su
dirigencia y se volcó masivamente a
votar por URD.
En gigantesco fraude, el
partido de gobierno se declaró ganador. Villalba fue llamado a Miraflores. Le
dijeron que no podían reconocerle el triunfo porque había ganado con los votos
adecos (habrase visto). Lo “invitaron” a embarcarse para Panamá.
Síntesis: la
dictadura convocó a elecciones. Contrariando a sus líderes, la militancia del
clandestino AD concurrió a las urnas.
Ganó la oposición y no la reconocieron.
La dictadura continuó por más de cinco años. ¿Valió la pena votar? ¿Le lavaron
la cara al régimen…o lo desenmascararon? Los líderes participantes fueron perseguidos, torturados,
exiliados. ¿Habrán recordado en los
siguientes años – porque todos sufrieron- el cuento de Hitler: agarraron a los judíos yo
soy católico, a los negros y yo soy blanco… a los adecos y yo no soy adeco…
vienen por mí? Pérez Jiménez se encargó
de recordarles el cuento del alacrán que pica, porque es alacrán.
Los venezolanos le
demostraron que no querían a la dictadura. Aspecto que corroborarían en el otro
fraude de 1957. La dictadura quedó evidenciada ante el mundo. Sin embargo, los
Estados Unidos, en plena guerra fría, apoyaban todas las gorras que gobernaban
en el continente. Condecoraron al dictador en 1955 y le dijeron que era un
gobernante ejemplar.
En 1957 los partidos, a pesar
de sus profundas diferencias, se unieron en la Junta Patriótica, así contribuyeron
al derrocamiento de la dictadura. Entendieron que sin Unidad no terminaría la
dictadura.
Antes de las elecciones de
1958 – en plena campaña electoral y superando su álgida rivalidad en la campaña-
los representantes de AD, Copei y URD firmaron el llamado Pacto de Punto Fijo.
Política que saben hacer los políticos.
Sin el Pacto Rómulo Betancourt hubiera sido derrocado antes
de seis meses de gobierno por los militares o por Fidel Castro. Otra hubiera sido la historia.
LAS
PARLAMENTARIAS DEL 2020
Observemos el panorama: El régimen escoge su CNE. Mantiene
presos políticos. Políticos con chance
de salir diputados están inhabilitados, o exiliados, o presos. A los partidos
de la Asamblea les eliminaron su junta
directiva (no es casual que precisamente antes de las elecciones). Sin consular
elevaron la cantidad de diputados. El militar encargado de la custodia en las elecciones se encarga de decirle a la oposición que jamás accederá al poder. Pura democracia.
Obviamente, el gobierno no se
quiere contar. Claro, con más del 80 %
de la población que no los soporta…
Por su parte la oposición
está muy dispersa. Cuatro fracciones.
-
La de la Mesa: pidieron que soltaran presos
políticos y ahora como que hay más. No han sido contundentes ni con la Asamblea
electa el 5 de enero sin cumplir los procedimientos, ni con las medidas
antidemocráticas que sacan de circulación
a los partidos del G4, ni con las declaraciones de Padrino. Hablan peor
de Guaidó que del gobierno. La medida electoral en que fueron complacidos, fue
la elección proporcional que seguramente les garantiza bastantes diputados, con
pocos votos.
Su
estrategia es que no se deben perder espacios. Que harán férrea oposición desde
la Asamblea.
Ojalá
en los próximos años no tengan que
recordar el cuento de Hitler y los judíos… vienen por mí.
-
El aguerrido y valiente grupo de María Corina,
Ledezma, etc. No quieren nada con elecciones. Parece que tampoco con el G4.
Proponen
una alianza continental que resuelva el problema.
Podría
sucederles como a la obra del teatro del absurdo “Esperando a Godot”.
-
G4: Plantea no ir a elecciones. Que la
Asamblea seguirá luego de las parlamentarias. ¿Gobierno en el exilio?
Su estrategia
es que las fuertes sanciones de EEUU y
Europa entre 60 países hagan efecto. Hasta ahora no hay resultados, ¿y si gana
Biden?
Creo
que deberían fajarse duro por las condiciones electorales.
-
La cuarta fracción es la del chavismo
disidente, que debe estar perdida ante tanta dispersión.
Muchas similitudes con las
condiciones electorales del 52. Ese año el pueblo - no los partidos - decidió
votar. Se sentían representados por URD. Las encuestas dicen que hoy en el 2020,
la gente quiere votar. ¿Tendrán por quién? ¿Sentirán que vale la pena, o se
quedarán en casa?
Por cierto, Jóvito y Caldera,
a la luz de las redes de hoy, podrían haber sido tildados de “colaboracionistas”.
Si el pueblo no hubiera votado en el 52, tal
vez hubiera ganado en buena lid Pérez Jiménez. ¿Será esto lo que busca el
gobierno hoy?
Aunque claro, la comunidad
internacional ha sido muy explícita en cuanto al no reconocimiento. Y eso, es
muy importante.
EXPECTATIVAS
POST PARLAMENTARIAS
A este paso habrá elecciones
y ganará el gobierno. Elegirán su CNE. Luego en el 2021 y más, con el pueblo
inmovilizado arrasarán en las elecciones a gobernadores, aprobarán una
Constitución ahora sí comunista, y hasta serán capaces de ganar el revocatorio,
si es que se hace.
Y todo legal legalito. La AN
será tan “ilegal” como Maduro, que ya lleva casi la mitad de su período en el
poder.
Y Godot y Trump… no se sabe. Una
incógnita. En política cualquier cosa puede pasar.
UNIDAD
Y CAMINO
De todas formas, bajo
cualquier escenario, Venezuela le pide a sus muy valiosos (porque así es, una
gran generación de relevo) líderes de todas las tendencias opositoras dos
cosas: Unidad y Camino.
Una Ruta que explique Qué Hacer
en 2021. ¿Elecciones? Tal vez: otra tarjeta unitaria y movilizar al 80 % de los
venezolanos. Si se gana, hacer respetar con valentía. Si se pierde, la gente queda
movilizada y preparada para las próximas acciones.
No ir a elecciones… es
válido; pero hay que explicar cómo se come eso en el 2021.
Como dijo el poeta Antonio
Machado, caminante no hay camino… se hace
camino al andar. Y habrá que agregar que el camino siempre es escabroso y a
veces largo.
Con elecciones o sin
elecciones es imprescindible Unidad y
Camino. Una Ruta, la que sea; pero es urgente que la muestren, la expliquen y sobre
todo que eleve la moral del ciudadano. De lo contrario... remember los setenta años del comunismo cubano.
Unidad para hoy… y para otro Pacto de Punto Fijo. A jugar caribe.
Antes de que llegue el momento en que nuestras prestigiosas universidades tengan
que decirnos que somos uno de los países más pobres… del mundo.
Esta columna es publicada en
diarios Informe 21 y Diario de Caracas,
y en la revista Petroleum.
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