UNIDAD, O MADURO
Rafael
Gallegos Blog 419
En 1958 Betancourt, Caldera
y Villalba firmaron el Pacto de Punto Fijo. Venían conversando al respecto
desde el año anterior en Nueva York. Por encima
de sus diferencias los unía el objetivo común de implantar la democracia
en Venezuela. Y claro que había
diferencias. URD y Copei habían sido
partidos legales luego del golpe a Gallegos el 24 de noviembre, y participaron
en las “elecciones” de 1952, donde los adecos habían ordenado a su militancia
abstenerse. En las postrimerías de la dictadura se unieron bajo el objetivo
común de reimplantar la democracia. Se
dieron cuenta que si no lo hacían no podrían acabar con el régimen y mucho
menos sostenerse en el poder.
Mandela y Le Clerk eran
antípodas. Uno negro y el otro blanco en el país del aparthead. Uno participó en
acciones violentas y estuvo preso muchos años. El otro fue un implacable ministro
del régimen represor. Inconmensurables las humillaciones de que habrán sido
objetos los negros. Sin embargo coincidieron en que Suráfrica no podía más, que
el único camino era la Unidad. El preso Mandela y el primer ministro Le Clerk conversando
a escondidas comenzaron a delinear el nuevo país. Al final sucedió lo increíble, elecciones,
ganó Mandela, tomó el poder y se convirtió en uno de los prohombres de su
tiempo.
En los años setenta el
joven Presidente español Adolfo Suarez, ex funcionario de Franco, estableció
comunicación privada (y secreta) con Santiago Carrillo, el jefe nada menos que
del Partido Comunista, factor fundamental en la Guerra Civil y enemigo del
régimen franquista. Suárez y Carrillo, dos líderes preclaros, observaron que
sin consenso no se podría implantar la democracia en España. Y por negociadores
no se les puede acusar de blandengues o cobardes, fueron dos de los tres que
permanecieron inmutables en sus puestos cuando el gorila Tejero tiroteó las
cortes españolas en 1982.
Hoy en Venezuela sucede lo
contrario. La oposición está dividida y aparentemente no se comunica. Por una
parte el mayoritario Guaidó, por otra parte María Corina, y un tercer grupo de
los partidos que apoyaron a Falcón en las presidenciales del 2018, entre otros.
Ese lamentable fraccionamiento, es un gran capital que le ponemos en bandeja de
plata al gobierno y éste lo sabe aprovechar. Y miren que el gobierno sí está
unido. En Venezuela y en América Latina. Observen el Foro de Sao Paulo y la
desmedida respuesta de las “masas” en Chile. O los recientes conflictos de
Ecuador y de Perú. Y todos en pocos
días. Estamos en un drama muy serio. Los comunistas de América Latina
demuestran que están dispuestos hasta a
“sirianizar” la zona para mantenerse en el poder. Ellos sí están unidos, ¿y
nosotros?
Que somos muy diferentes podrían argumentar los líderes opositores
como excusa para no sentarse a conversar. El recordado Jorge Dáger decía que
precisamente por ser diferentes es que hay que conversar… “si fuéramos iguales
estaríamos en el mismo partido” – finalizaba.
Es muy simple, si se es
realmente opositor, hay que ir juntos tras los objetivos comunes.
No se puede repetir la torpeza
de la oposición gomecista, cuando por décadas cada caudillo adelantaba fracasadas
intentonas, valientes hasta lo temerario pero vacías de estrategia. Así fue en el Falke, en el desembarco de Curazao
de los jóvenes Gustavo Machado y Otero Silva, en la intentona de Rafael Barrios en 1929, en la conspiración
de Delgado Chalbaud de 1914 y paremos de contar. Juan Vicente Gómez sabía sus
movimientos y los esperaba. En su fuero interno de reiría de estos valientes
solitarios destinados al fracaso por actuar desunidos.
UNIDAD
Y ORIENTACIÓN AL PODER
Guaidó, María Corina y Falcón, entre otros. Reunirse, conversar, negociar, buscar
similitudes y obviar las diferencias, definir los objetivos comunes y
desarrollar estrategias destinadas a lograr el poder.
Yo como ciudadano venezolano
exijo a los líderes que se sienten a conversar, a buscar consenso. Es la manera
de lograr la sustitución de este
gobierno, implantar la democracia, liberar la economía. Ah! y aprovechar el
gigantesco apoyo internacional.
Claro, si alguno no está de
acuerdo con esas medidas elementales… no es de oposición y hay que hacerlo
saber.
Lo demás es Maduro forever:
decrecimiento de un tercio del PIB, sin luz, sin petróleo, sin agua, con
sueldos miserables, con hambre, con niños desnutridos, con licuefacción de
poderes. La ruta de un ex país al que han convertido en la primera hambruna
petrolera de la historia. El mundo asombrado nos observa como un limosnero sentado
en un barril.
Por último, los patriotas venezolanos
fracasaron en la Primera y Segunda República por estar desunidos. La Puerta se
perdió en una ocasión por rivalidades entre Bolívar y Mariño. Los libertadores comenzaron
a triunfar cuando se convencieron que solos estaban destinados al fracaso,
cuando Bolívar aunó al difícil Páez que había atraído a las masas de Boves, y a
duro costo ( fusilamiento de Piar…) agrupó a su alrededor a los orientales, y visualizó
que Venezuela para ser libre requería de apoyo internacional.
Sólo, ninguno puede. Se
haga lo que se haga debemos hacerlo unidos.
Lo demás, es fracaso y ojalá no imitar el llanto de Boabdil.
Pueblo hambriento solicita Unidad
para implantar la Democracia.
“Unidad, Unidad, o la anarquía
nos devorará”, Simón Bolívar.
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