EMPRESAS MIXTAS, EL ÚLTIMO MOHICANO DE PDVSA
Rafael
Gallegos Blog 418
La Apertura Petrolera fue
la segunda etapa del proceso de nacionalización del petróleo. Se trataba de
apuntalar las operaciones mediante la incorporación de capital privado. Para
ello se utilizó el Artículo Quinto, que en 1975 había hecho una fisura en el
consenso previo a la nacionalización. Los partidos de izquierda no lo
apoyaron porque consideraron que su
aplicación significaría que las transnacionales retomarían el negocio. Pérez
Alfonzo tampoco estuvo de acuerdo y calificó a la nacionalización de “chucuta”.
Sin embargo los entonces mayoritarios AD y Copei impusieron la aprobación del Congreso.
Y menos mal, porque la
Apertura era una necesidad en los años noventa. El estado no podía acometer los
retos del negocio y requería de inversiones privadas. La Apertura, aparte de
ser transparente, televisada y aprobada por el Congreso, fue un gran negocio.
En Exploración, el estado
subastó y cobró millones de dólares para permitir trabajos en áreas
exploratorias. Las transnacionales determinaron unas catorce áreas que incrementaron el
conocimiento de las potencialidades de hidrocarburos, que hubieran requerido al
estado desembolsos por miles de millones de dólares y tal vez décadas.
En el área de producción, se
escogieron campos maduros que no eran prioridad en los desembolsos de Pdvsa
concentrada en Monagas y Apure; pero que generaban expectativas económicas para
medianas empresas privadas, que firmaron convenios mediante los cuales producían y le vendían a
Pdvsa el crudo, a aproximadamente la tercera parte del precio del mercado. Así
la empresa estatal vendía en el mercado al triple de la adquisición. Este
proceso de los Convenios atrajo inversiones por 12.000 millones de dólares y
generó 550.000 barriles diarios.
En la Faja Petrolífera se
crearon las Asociaciones Estratégicas (entre empresas productoras y empresas
mejoradoras) que activaron ese campo no convencional, atrajeron inversiones por
más de 12.000 millones de dólares y generaron 620.000 barriles de producción. Los
contratos determinaron una regalía de 1% y un ISLR de 34%, mejorables en la
medida que se incrementaran los precios. ¿Bajos?, cierto, pero ¿qué empresa
hubiera invertido con otras condiciones en un crudo costoso, y difícil de
colocar el mercado? Y de paso con un precio de 15$ el barril.
En síntesis, la Apertura
permitió atraer para producción inversiones por casi 25.000 millones de dólares
que generaron cerca de un millón
doscientos mil barriles diarios. Casi el doble de lo que producen hoy los
“revolucionarios”.
LA
“NACIONALIZACIÓN” DE CHÁVEZ
En el año 2007 el gobierno,
haciendo del petróleo un heroísmo y una fanfarria en lugar de un negocio y tal
vez intentado emular a Carlos Andrés Pérez procedió a nacionalizar; pero lo
hizo con lo ya nacionalizado. Algo así como llover sobre mojado. A las empresas
de los Convenios, que eran como inquilinos, los convirtió en propietarios (¿nacionalizó?).
Los agrupó en Empresas Mixtas donde ahora Pdvsa, tenía unas acciones no menores
del 60%. Una medida muy discutible porque ignora lo de la acción de oro que
permite al dueño del recurso imponerse a la hora de decisiones trascendentales,
y requiere de más inversiones por parte del estado.
En las EM de la Faja elevó
la participación de Pdvsa a 60%, incrementó la regalía de 1 a 16% y el ISRL
hasta 50%. Medidas que estaban previstas en los contratos de la Apertura cuando
el precio del petróleo se incrementara. La “revolución” subió los impuestos
cuando el barril rondaba los 100 $. Por cierto, Exxon y Conoco no aceptaron las
nuevas condiciones, se fueron, demandaron, ganaron y observen lo caro que nos ha salido a los
venezolanos el nacionalismo fatuo de la “revolución”.
En el Lago de Maracaibo
“nacionalizaron” muchas contratistas, lo que llevó al acabose de los servicios
petroleros y de la producción en la zona.
EMPRESAS
MIXTAS (EM)
Basándonos en la excelente y
esclarecedora Presentación acerca del tema del ingeniero Luis Soler, podemos
afirmar que existen en Venezuela 44 Empresas Mixtas que en septiembre del 2018
producían 806.000 barriles por día. Claro hoy debe ser mucho menos. De ellas
hay 18 en occidente y el resto en oriente, fundamentalmente en la Faja, donde
cuatro empresas trabajan con mejoradores – más exacto trabajaban porque están
inutilizados- y ¡20! como mezcladoras.
De esas 44 empresas, 18 no
producen casi nada y fueron otorgadas a los países panas como Cuba (pana y
jefe) y Viet Nam, entre otras “luminarias” petroleras que por cierto, producen
entre todas menos de tres mil barriles.
Es importante destacar el
rol de las EM porque desde que se agudizó la debacle de Pdvsa, producen hasta
el 70 u 80 % del total de la empresa. Se han convertido en el último mohicano
de la producción. Claro, el ojo del amo engorda el ganado, contrario a la desmantelada Pdvsa
100% estatal, con una gerencia muy lejos
de lo que requiere una empresa petrolera.
Las EM se han convertido en
el pivote de Pdvsa a pesar de las limitaciones
de CAMIMPEG (empresa militar que maneja los servicios petroleros de Venezuela), y el cheque en
blanco para hacer cualquier reforma en la gigantesca empresa que le otorgaron el general presidente del
millón de barriles adicionales. Petróleo en manos de militares, debe ser que
Rockefeller fue capitán de milicias y no
de empresa, o que a los ingenieros petroleros nos van a poner a manejar el
estado mayor.
Las EM ven mermada su
productividad por la opacidad de los procesos y por esa ley que no les permite
poseer más del 40 % de las acciones.
Cuando no éramos soberanos Pdvsa poseía en la Faja el 40% de 620.000
barriles (250.000 barriles) y hoy en época de soberanía poseemos el 60% de
200.000 barriles (120.000 barriles)… no me defienda compadre.
Y sin echarle la culpa al
bloqueo, porque este llegó cuando Pdvsa de manera insólita había declinado
desde 3,5 millones de barriles hasta 1 millón. La culpa es del largo sabotaje
gerencial a que han sometido a esta empresa, cuyo hito fundamental fue la
exclusión de los 23.000 técnicos en 2002, hoy agrupados en Gente del Petróleo… a
mucha honra.
El pensamiento petrolero venezolano
ha elaborado, en equipo, un Plan de Emergencia que será aplicado en su momento,
para el Rescate de Pdvsa, manejar la emergencia y Estabilizar la empresa, y sentar las bases para la Transformación la
industria petrolera venezolana.
Y este Plan comienza por eliminar las trabas que no dejan
operar a las EM a objeto que incrementen cuánticamente su producción. Por ello
las EM cumplen el doble rol de ser hoy el omega de esta fatídica era, y mañana el
alfa de la resurrección de la industria petrolera, que obviamente está
enmarcada en el recate de la democracia y de Venezuela.
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