AMERICA LATINA ENTRE LA LIBERTAD Y EL MIEDO
Rafael
Gallegos Blog 420
En los años cincuenta el
gran escritor Germán Arciniegas (el mismo de la inmortal Biografía del Caribe)
escribió “Entre la libertad y el miedo”, que planteaba – interpretación muy gruesa
- que América Latina mantenía una lucha entre las dictaduras militares (el
miedo) y las democracias (la libertad).
Era la época de la internacional de los sables. Pérez
Jiménez, Odría, Perón, Rojas Pinilla, Somoza, Castillo Armas, Trujillo y paremos
de contar. La mayoría amigos de los Estados Unidos, que temían a los líderes
demócratas por el tinte rojillo que según ellos, poseían algunos.
Años de la Guerra Fría, cuyos
resultados significarían el triunfo del capitalismo mundial, del comunismo
mundial, o el más probable para muchos, el de las cucarachas como únicas
sobrevivientes de una guerra nuclear.
También años del macarthismo,
cuando el senador norteamericano McCarthy
a la cabeza de un equipo buscó, hurgó y encontró
supuestos agentes soviéticos o simpatizantes del comunismo a lo largo y ancho
de Estados Unidos, a los que persiguió,
encarceló y exilió. La víctima más célebre fue Charles Chaplin, quien se fue de
viaje a su natal Inglaterra y en el trasatlántico se enteró que no podría volver a los Estados
Unidos. Regresó ya anciano en medio de los aplausos de toda la nación, para
recibir un Oscar. Así es la vida…
Como en un efecto dominó a finales
de los cincuenta comenzaron a caer las dictaduras en Latinoamérica. A la
dualidad dictadura militar – democracia, se agregó la revolución cubana. Los
líderes más representativos de las tendencias eran el demócrata Rómulo
Betancourt, el dictador Trujillo alias chapita y el comunista Fidel Castro.
Los convulsionados años
sesenta se pueden resumir como decadencia de las dictaduras, impulso de las
democracias y derrota del comunismo.
Sin embargo los comunistas reorientaron su estrategia de toma del poder. Así
surgió Allende con su vía democrática al socialismo, derrocada a los tres años, y que trajo como consecuencia al terrible
Pinochet.
Luego de la derrota armada
en Venezuela y en otros países de la zona, los cabecillas del comunismo
liderados por Fidel Castro, se aliaron con los militares “progresistas” y
comenzaron a penetrar las Fuerzas Armadas del continente. Tardaron unos
veinticinco años en producir a Hugo Chávez en Venezuela, que surgió a la
palestra el 4F ante la simpatía de muchos. Fue encarcelado por CAP y liberado por Rafael Caldera, quien luego diría
que lo hizo por la presión de muchos de venezolanos que le pedían que “soltaran
a esos muchachos”. ¿Muchachos? Realmente eran los instrumentos de un proyecto mundial
de destrucción nacional (tipo Cuba), que padecemos los venezolanos hace unos
veinte años y ha tenido sus “sucursales” en América Latina.
EL
DÍA DE LA VERGÜENZA
Chávez a punta de tutoría
de Castro, su innegable carisma y la falta de visión de muchos venezolanos,
ganó las elecciones. Luego con los pingues dólares del petróleo, logró
diseminar su “socialismo del siglo XXI” en Argentina, Bolivia, Ecuador,
Nicaragua, Brasil, Honduras y otros países,
con decisivo apoyo de las islas del Caribe.
Calificamos como el día de
la vergüenza la ocasión en que apareció
Fidel Castro en la OEA – botado de ésta a instancias de la democracia
venezolana por injerencia armada – y los presidentes “demócratas” lo colmaron de
aplausos, olvidando los esfuerzos de sus dignos antecesores en defensa de la
democracia. Qué vergüenza.
A Castro en vez
de ubicarlo como un dictador símbolo del regreso a las cuevas de
Trucutrulandia, lo trataban como una especie de Moisés que había de llevar al
continente hacia la tierra prometida del
paraíso socialista. Eso sí, transitando el Mar de la Felicidad. Al hombre común
cubano lo señalaban como “héroe de la resistencia al
bloqueo norteamericano”, obviando su condición de carente, reprimido y víctima
de un régimen totalitario.
LA
NUEVA DUALIDAD: ENTRE LA LIBERTAD Y EL COMUNISMO
En estas últimas semanas
hemos observado los sucesos violentos de Perú, Ecuador y Chile; y en Bolivia el
intento de Evo Morales de perpetuarse en el poder mediante unas oscuras
elecciones donde hizo recordar al Pérez Jiménez del fraude del 52, cuando
suspendieron el conteo y… milagro de milagros… variaron los resultados.
Los comunistas
latinoamericanos liderados por Cuba y su principal subalterno Venezuela,
parecen decididos a implantar en el subcontinente esas democracias totalitarias
donde se reeligen los presidentes de por vida, licuan los poderes públicos en
uno solo a expensas del líder, implantan la hegemonía comunicacional provocando
la quiebra de los medios, abusan con todo el peso del estado en las campañas
electorales, exacerban el odio a los ricos mientras el pueblo se hace más pobre.
En síntesis se acercan al fracasado modelo cubano (fracasado para el pueblo, no
para la nomenklatura) y terminan como Venezuela y Cuba con el ciudadano
hambriento, las familias rotas y el pueblo desplazado hacia el mundo
capitalista. Porque a Cuba, Nicaragua y otros países panas, no se va nadie. ¿Por
qué será?
¿QUÉ
HACER ANTE LA EMBESTIDA?
Insisto, no imitar al
príncipe Boabdil…
Organizarnos, convertirnos
en un bloque férreo. Unidad entre todos los que queremos restablecer la
democracia. Porque ellos… sí están unidos.
Unidad y Estrategia,
¿difícil?, sí; pero lo demás es… socialismo del siglo XXI. Pilas y guáramo
siguen siendo nuestras primeras necesidades.
PD: Un
gran abrazo a todos los ingenieros en su día.
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