A CUARENTA AÑOS DE PÉREZ ALFONZO (II/IV)
Rafael
Gallegos Blog núm. 408
Rómulo Gallegos fue
derrocado el 24 de noviembre de 1948. A Pérez Alfonzo los esbirros lo buscaron
en su casa en la madrugada del 25. Estuvo
preso siete meses en la Cárcel de Pro Patria. De allí salió exiliado hacia Estados
Unidos.
En agosto de 1958 – nueve
años después- regresó a Venezuela. Ya habían transcurrido siete meses de la
caída del dictador Pérez Jiménez. Su intención era dedicarse al cuido de una
finca que adquiriría en las cercanías de Cumaná. Pero una vez electo, el
presidente Rómulo Betancourt lo convenció que fungiera como su Ministro de Minas. JPPA aceptó con la
condición de que no sería ministro por más de dos o tres años. Y así sucedió.
INCREMENTO
DE PARTICIPACIÓN EN EL NEGOCIO
Estando Pérez Alfonzo en
Cumaná, el Presidente de la Junta Provisional de Gobierno Edgar Sanabria
decretó la Ley de Impuesto Complementario, que elevó a 60% la ganancia del Estado frente a las transnacionales.
El partido Acción
Democrática protestó aduciendo que estaba de acuerdo con la medida; pero que ésta
debía ser tomada por un gobierno
constitucional y no por uno provisional.
Pérez Alfonzo se trasladó
desde Cumaná hasta Caracas y convenció a su partido de apoyar esa medida, que
independientemente de su origen, iba en línea con los postulados que ellos
venían defendiendo desde los años cuarenta.
TIEMPOS
CONVULSOS
El 11 de marzo de 1959 JPPA
comenzó a ejercer como Ministro de Minas e Hidrocarburos. Se iniciaba el
período presidencial de cinco años de Rómulo Betancourt. Cinco años de democracia
amenazada. Desde la derecha, siguiendo la inercia de una América Latina plagada
de dictaduras militares. Desde la izquierda, financiada y entrenada por Fidel
Castro. Barcelonazo, Porteñazo,
Carupanazo, guerrilla rural y urbana. Intento de magnicidio en Los Próceres en
1960 dirigido por el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo. Dos
divisiones de AD, la del MIR que se marchó a las guerrillas, y la conocida como
ARS que se mantuvo en la lucha electoral.
En América Latina se hacían
sombra tres visiones políticas. La dictatorial “derechista” de Trujillo, la
comunista de Castro y la democrática de Betancourt.
EL
FANTASMA DE LA NACIONALIZACIÓN PETROLERA
En los tempranos sesentas la
gestión petrolera del gobierno estuvo “espantada” por el fantasma de la
nacionalización. AD decía y repetía que no quería llegar a ese proceso. Sin
embargo las transnacionales temían que se replicara la nacionalización mexicana
de Lázaro Cárdenas. Pérez Alfonzo en un juego
de palabras, tal vez para tranquilizar a los centros mundiales de poder,
decía que el petróleo ya estaba nacionalizado porque los venezolanos controlaban
el negocio. Claro que las organizaciones
más a la izquierda de AD, como el MIR
y el PCV, no pensaban de esa
manera. Hasta URD pedía una nacionalización progresiva. Por otro lado el doctor
Uslar Pietri solicitaba otorgar concesiones para dinamizar la inversión y la
productividad del negocio de los hidrocarburos.
EL
ESCENARIO PETROLERO
En esos años las reservas
venezolanas de hidrocarburos decrecían, se
estimaba que nuestro negocio petrolero no superaría los veinte años de
existencia. Por otra parte la tendencia histórica de los precios de crudos era
a la baja. La producción de Venezuela
crecía a menos del 4% anual; mientras
los países árabes incrementándose en un vertiginoso 11%, comenzaban a
convertirse en el epicentro petrolero mundial. Todavía Venezuela - lo sería por
poco tiempo más - era el primer
exportador mundial de hidrocarburos. La demanda global de crudo también se
incrementaba, a un promedio anual de 8%.
La política petrolera de
JPPA se orientaba a mantener una alta participación del estado en el negocio,
así como a buscar precios más justos y a lograr la participación directa de los
venezolanos en la operación y administración. Planteaba que los petróleos de
Canadá y Estados Unidos obtenían mejores precios que los venezolanos y además
no estaban sometidos al sistema de cuotas del gobierno norteamericano.
Pérez Alfonzo continuó desarrollando
de la política de “no más concesiones” una bandera. En sus entrevistas advertía
que esa política estaba lejos de significar “no más inversiones”. Que al contrario
necesitaba de más inversiones en las áreas no explotadas de las concesiones que
según él, cubrían más de del 80%.
Además proponía otro modelo
de negociación sustituto de las concesiones: los Contratos de Servicio. Estos tenían
la ventaja de permitir participar a los venezolanos como socios y poder
disponer un porcentaje acordado de los hidrocarburos a efectos de comercialización.
Sin embargo, no logró que las transnacionales compraran la idea.
OPEP
Mientras la mayoría de los
analistas observaban a los árabes como rivales del negocio petrolero
venezolano, Pérez Alfonzo rompió paradigmas y los vislumbró como socios
potenciales. Visualizó que la división entre los petroleros no era geográfica,
ni de volúmenes de producción; sino de productores y exportadores, o de
transnacionales y estados productores. Por ello participó significativamente –
a tal punto que se le conoce como el Padre de la OPEP- en la fundación de éste cártel de
exportadores de petróleo.
El objetivo de la naciente OPEP
fue unificar políticas y participar en la conformación de los precios. Inicialmente los logros fueron de poca cuantía. Sin embargo luego
de 1973… comenzaron a hacer historia.
La OPEP fue una respuesta tardía
al cártel de los grandes productores de crudo nacido en 1928 en el Castillo de
Achnacarry de Escocia. Allí las transnacionales del petróleo se repartieron el
mercado, acordaron manipular niveles de producción y la estandarización de precios
internacionales del petróleo en todo el mundo. Al final de la reunión quedó acuñado
el término “las siete hermanas” para determinar a las poderosas empresas
transnacionales de petróleo, que para muchos dominaban no solo el negocio… sino
el mundo.
Treinta y dos años después
se fundó la OPEP… en la otra esquina. De allí en adelante el petróleo tuvo dos
cárteles.
CVP
En línea con la
conceptualización de JPPA de fomentar el manejo de la industria por parte de
los venezolanos, se fundó en 1960 la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP). El objeto de esa empresa estatal fue explorar,
explotar, procesar y comercializar el crudo. Toda la cadena de valor del
negocio. Sobre todo tuvo relevancia en el mercado interno de hidrocarburos. Luego
de la nacionalización la CVP fue una de las empresas que integró a la recordada
Corpoven.
Continuará…
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