RUTA DEL PETRÓLEO PARA LA CALIDAD DE VIDA
Rafael
Gallegos Blog núm. 382
Hacía donde vaya la
industria petrolera irá Venezuela. Hoy soplan vientos de cambio, es imperativo implantar
una nueva industria petrolera desde la raíz… desde lo cultural.
Las respuestas a mi artículo – encuesta: “¿En qué momento se J Pdvsa?” se pueden clasificar
fundamentalmente en dos categorías: los
que piensan que se J al nacer por su concepción estatista, y los que consideran
que iba bien hasta que llegó Chávez en 1999, colocando como punto álgido la
botada ilegal de 23.000 trabajadores.
Ambas tendencias muestran
acuerdo en dos aspectos fundamentales para el rediseño la nueva industria
petrolera: la necesidad de grandes inversiones de origen privado y la creación
de una agencia autónoma que otorgue los permisos para operar a las nuevas
empresas. Es decir, Apertura e independencia del Estado, puntos que reflejan
novedosos paradigmas para Venezuela.
RUTA
CERO: LA CULTURA PETROLERA
Del petróleo nos ha quedado
que la riqueza proviene de los estornudos de los príncipes árabes, que el
estado es más rico que los ciudadanos y que la empresa petrolera es nuestra en
la medida que la opere el estado. Como consecuencia no relacionamos el trabajo
con el éxito sino con nuestro enchufe con el estado, nos acostumbramos a que el
gobierno nos mantenga, y creemos que la inversión privada en la industria
petrolera significa pérdida de soberanía.
Contra esos tres rasgos
culturales hay que luchar para implantar una industria petrolera exitosa. Hay
que enseñarle a la ciudadanía que sin
capital privado jamás resucitará la industria petrolera, que Pdvsa es
irrecuperable y que la cuantiosa renta petrolera, como las oscuras golondrinas
de Becker… no volverá.
Se requieren estrategias de comunicación para lograr los
necesarios cambios de paradigmas, en aras del desarrollo armónico de la nueva
industria. No exageramos al afirmar que la comunidad es quien otorga al negocio
la “licencia para operar”.
RUTA
UNO : LA EMERGENCIA DE PDVSA
La destrucción de Pdvsa es insólita.
Pozos dañados, instalaciones inservibles, refinerías chatarra. Pdvsa está en
emergencia. La nueva Junta Directiva, aunque suene tautológico, deberá aplicar políticas para la emergencia
hasta estabilizar las funciones críticas de la decadente empresa.
RUTA
2: UNA INDUSTRIA PETROLERA DE CLASE MUNDIAL
Superada la emergencia, se
debe iniciar la creación de una industria petrolera de primer mundo. Para ello
se requieren de gigantescas inversiones,
tecnología de punta y gerencia clase uno; tres aspectos de los que adolece la
desvencijada Pdvsa.
La construcción de una nueva
industria petrolera requiere decenas de miles de millones de $ al año, ¿de
dónde saldrán?, pues no lo dude, del capital internacional.
Para incorporar estos
capitales es necesaria una nueva Ley de Hidrocarburos que permita el desarrollo
de Rondas de Licitación como sucede en toda América Latina, utilizando las
modalidades de Ganancias Compartidas,
Servicios y Concesiones. Y que contemple
una Agencia Nacional de Hidrocarburos que otorgue y administre los contratos.
En Manufactura, es imperativo
contrarrestar el gigantesco daño al parque refinador. Las refinerías están
destrozadas. Los desembolsos para ponerlas a tono son gigantescos. El parque refinador
internacional hay que rescatarlo y en el futuro incrementarlo para que nuestros
crudos pesados puedan ser colocados con facilidad en los mercados
internacionales.
En cuanto al Mercado
Interno, se requiere subir gradualmente los
precios de la gasolina, el diésel, el gas y todos los combustibles. Por ese
“regalo” a los ciudadanos, la industria y el país han perdido miles de millones
de $ anuales.
El control sistémico del
negocio (no la operación) debe estar en manos de los venezolanos mediante organismos
que dicten las pautas y apliquen las regulaciones. De esta manera se gestiona
la industria dirigiendo aspectos como la internacionalización del petróleo, los
patrones de refinación y los volúmenes de producción. Si los venezolanos no lo
hacemos, la controlarán otros.
RUTA
3: EL PETRÓLEO ES MÁS QUE PETRÓLEO
Nada se gana con una
industria petrolera de primera si no se refleja en calidad de vida de los
venezolanos. Por ello desde aquí proponemos una segunda parte de la Ley de
Hidrocarburos normando el uso de los Beneficios que Produce la Industria
Petrolera: Renta solo utilizada en inversiones, Regalía para los estados y
municipios que la produzcan, Distribución directa de parte de la Renta a los
ciudadanos, Desarrollo estratégico de la economía conexa (Esferas Concéntricas),
Petroquímica (petróleo del futuro) y Energías Alternas.
Igualmente proponemos una
profunda renovación de todo el Estado venezolano, a objeto de que esté
capacidad de aplicar las nuevas leyes.
Una política energética
acorde con la nueva era. Hay que transformar al petróleo en desarrollo
sustentable de Venezuela.
La Pdvsa azul es nostalgia,
la roja un desastre. ¿Qué tal una industria petrolera vino tinto?
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