¿TIENE FUTURO NUESTRA INDUSTRIA PETROLERA?
Rafael
Gallegos Blog núm. 370
Depende. ¿Depende de qué?
En primer término de la política. Porque el colapso que vive Pdvsa es producto
de la política de la “revolución”. Recibieron una empresa catalogada como una
de las mejores del mundo y la han dilapidado. Desde más de tres millones de
barriles por día que producía Pdvsa hace unos veinte años, van por un millón
doscientos mil, una verdadera barrena… estratégica. Para comprender este
desastre hay que estar claro en que esta destrucción es adrede, parte de este este
proyecto de poder para toda la vida tipo Cuba comunista. A la “revolución” le
estorba una industria petrolera próspera porque genera capitales, nivel de vida
y sobre todo… alternabilidad.
Pdvsa produce dos millones
de barriles diarios menos que hace 20 años. A 80 dólares por barril, saque
cuentas, gracias a la “gerencia revolucionaria” dejan de entrar anualmente unos
60 mil millones de dólares. Dos millones de barriles es un rango similar a
Kuwait y algo menos que Iraq o Irán. Es
decir que gracias a la “revolución”, Venezuela produce un Kuwait menos, o un
Irak menos, todos los días.
La verdad es que si no
hubieran transformado a Pdvsa de una empresa petrolera en una empresa social, y
botado a los 23.000 trabajadores en 2003, hoy Venezuela debería, según los
planes de la Pdvsa azul luego ratificados por la “roja- rojita”, estar
produciendo unos seis millones de barriles diarios. Seríamos el cuarto
productor del mundo tras los tres mosqueteros del petróleo: Arabia Saudita,
Estados Unidos y Rusia.
¿Y sabe cuánto dinero
representa anualmente seis millones de barriles a 80 dólares? Siga sacando
cuentas: cerca de 180 mil millones de dólares. La verdad es que lo que le han
hecho a la industria petrolera venezolana es de lesa humanidad.
¿Cuántos compatriotas han
muerto por falta de medicina o desnutridos, o simplemente desesperados por no
poder satisfacer las necesidades de su familia? ¿Qué no hay crisis alimentaria?
Nada más en carne, hemos bajado el consumo desde 25 kilos al año hasta cinco. Y
no hay clap que valga. ¿Qué será de la vida de la carne y la de los huevos?
Y las refinerías
desmanteladas. De más de un millón de barriles de capacidad apenas procesamos
menos de trecientos mil. Aunque usted no lo crea, ahora importamos gasolina y los
empleados petroleros están protestando, o en fuga. Y paradoja de paradojas, los
mismos “revolucionarios” que destruyeron Pdvsa ahora nos ofrecen reconstruirla.
¿Quién ha visto incendiarios apagando incendios?
MITOS
PETROLEROS
Para instaurar una
industria petrolera de primer mundo hay que comenzar por contrarrestar algunos
mitos. Como la Leyenda Negra que le echa la culpa de todo lo que nos pasa al
petróleo, o la Leyenda Rosada que reza que somos un país rico. O la generada
por literatura del tema en los albores del negocio, que describe al petróleo
como un enclave aislado del país con unos extranjeros que venían a saquearnos.
Realmente los tiempos han cambiado y ahora sí somos capaces de tutearnos con
los inversores. Igual hay que exiliar concepto de simbiosis Soberanía - Estado, porque el negocio necesita urgente de
pingues inversiones privadas para resucitar. También es imprescindible tener
claridad en cuanto a que Pdvsa no va a ser la de antes, pero que sí se puede
crear una nueva industria petrolera.
En lo internacional, hay
que romper el nuevo mito geopolítico de que a Occidente no le interesa el
petróleo de Venezuela y que se va a quedar con los brazos cruzados mientras los
capitales chinos y rusos dominan la industria.
También hay que superar la mitología “revolucionaria” de que la
Meritocracia es de derecha y vende patria, cuando es la única ruta para hacer
competitivas a las empresas.
En lo operacional, hay que
dejar atrás aquello de que la Faja no es
negocio, cuando las innovaciones tecnológicas
pueden hacer variar las evaluaciones económicas, que son las que deben
tener la última palabra. Debemos estudiar cómo las Rondas de Negocios han sido
exitosas en México, Brasil, Colombia, Ecuador y toda América Latina, atrayendo
altas inversiones y generando crecimiento de potencial.
FUTURO
El rescate de la industria
pasa por una nueva concepción. Que separe al Ministerio de Pdvsa, que cree un
Consejo Nacional de Energía, así como un Ente independiente que de la buena pro
a las inversiones de empresas privadas.
Con un estamento legal que de
libertad a la inversión y paralelamente permita que los venezolanos (más allá
del Estado) controlemos la industria petrolera. Igualmente hay que cambiar el
concepto de “Renta” por “Beneficio Petrolero”: Renta y Regalía con uso
redefinido, Economía Conexa, Petroquímica, Fondo de Inversiones y Energías
Alternas.
Es imperativo que creemos
una industria de primer mundo que apalanque un país de primer mundo. Apenas
quedan dos generaciones de negocio petrolero. El futuro… está en nuestras
manos.
Rafael, excelente co.o siempre.
ResponderEliminarOjala los políticos te lean.
Diego