¿PODEMOS VIVIR CON 500.000 BARRILES DIARIOS?
Rafael
Gallegos Blog núm. 363
- Se
acabó la renta petrolera - grita el
gobierno.
- Acabamos
la renta petrolera - es lo que deberían
decir.
Pdvsa desvalijada. Los
responsables, Chávez y Maduro a través de sus lugartenientes Alí Rodríguez,
Rafael Ramírez, Eulogio del Pino y otros hasta llegar al general Quevedo, quien
pasará al Guinness como el Houdini del Petróleo, por haber desaparecido más de
medio millón de barriles en menos de un año. Transformaron un emporio energético – Pdvsa
azul- en una empresa quebrada – Pdvsa roja. Un cóctel fatal: destrucción
estratégica con incapacidad. Proyecto de poder absoluto tutorado por el
comunismo cubano.
Ahora somos exportadores si
acaso de un millón de barriles de los que cobramos menos de quinientos mil.
Hasta hace pocos años y por décadas fuimos exportadores a la altura de Irán,
Irak, o Kuwait. Hoy estamos por debajo de Ecuador. De no haber llegado el
comandante y mandar a parar, produciríamos seis millones de barriles diarios y
seríamos el cuarto país productor de petróleo en mundo.
La “revolución” ha
implotado a Pdvsa. La liberaron del pago de Impuesto Sobre la Renta, como
intentando fallidamente disimular que ya
no produce ganancia y que hace varios
años la mantiene el Banco Central con dinero inorgánico que ha producido esta
hiperinflación.
Es obvio que Venezuela no
puede vivir exportando apenas medio millón de barriles. Y ahora con el Viernes
Rojo nos echan el cuento que estamos “anclados” al Petro, que a su vez está
anclado a la utopía – lugar en ninguna parte - o mejor al aire… pluf. ¿Quién comerciará
petros a 60 $ por un barril que apenas es reserva de petróleo extrapesado y
para comercializar requiere de dos o tres años construyendo infraestructuras, perforando
y llevando luego a costosísimos mejoradores? Algo así como comprar el plano de
una casa pagando un precio como si ya estuviera construida.
Pero los “revolucionarios” no
están equivocados, solo aplican su libreto: evaporar la moneda venezolana y con
ello a Venezuela. Tras la economía del petro vendrá la Constitución que nos
convertirá en la nueva Cuba. Lo malo para ellos es que se les fue la mano y han
creado una vorágine que se los está tragando. Hasta para demoler hay que ser
inteligente.
Y observando la inopia que
vivimos con decadentes 500.000 barriles de exportación, surge la pregunta de
fondo: ¿De dónde sacarán recursos para pagar los nuevos sueldos? Pues no lo
dude, más dinero inorgánico. Ni siquiera tienen que imprimirlo, lo mandan a
introducir en los plásticos y ya. El
crack alemán quedará como un niño de pecho. Ya nos convertimos en la primera hiperinflación
cibernética de la historia.
Sin renta petrolera y con el
parque agroindustrial destruido, padecemos de niños hambrientos, neonatales que
no sobreviven, juventud en fuga… hambre en una Venezuela desvalijada.
Estemos claros no hay renta
porque el gobierno la destruyó. Venezuela es víctima de una guerra económica,
adrede, provocada por esta “revolución.”
¿Quedará algo? … cada vez
menos.
¿QUÉ
HACER?
Algo que no puede hacer
este gobierno: recuperar a la industria petrolera como pivote del desarrollo
sustentable de Venezuela. Para ello se requiere dinero, tecnología y gerencia
en grandes cantidades. Tres cosas de las que adolece Pdvsa roja. El dinero debe
proceder de capitales internacionales de empresas que si sepan de petróleo, no
de la quincalla improductiva que tenemos en la Faja. Y esto no significa “entregar la soberanía”,
sino poner a valer el negocio. Claro, hay que redefinir el Ministerio de Petróleo,
crear un Ente que otorgue los lotes de petróleo, y un Consejo Nacional de
Energía que diseñe una Política Energética orientada a que los venezolanos –
más allá del Estado - controlemos el
negocio de hidrocarburos y lo enfoquemos hacia el desarrollo sustentable de Venezuela.
¿Y qué haremos con la renta
petrolera? ¿Usarla como catalizador de la destrucción como ha hecho la
“revolución”? Por supuesto que no.
En primer lugar hay que cambiar
el concepto “Renta Petrolera” por “Beneficio Petrolero”. Hacer un paquete con: 1.-
el Impuesto Sobre la Renta y la Regalía que
solo se utilice en inversión, 2.- la Economía Conexa y la Petroquímica como
pivote de la industrialización de Venezuela, 3.- la Responsabilidad Social Empresarial como
generadora de dinámica económica en las
zonas aledañas a la industria, y 4.- con las Tecnologías Alternas que
construyan nuestro futuro energético.
Ah!, y para el Estado:
Reingeniería.
Hay que repensar al
petróleo y repensar a Venezuela. Porque con este medio millón de barriles nos estamos
convirtiendo aceleradamente como pronosticó Uslar Pietri, en un Caso de la Cruz
Roja Internacional.
Nos queda si acaso
generación y media como país petrolero. Pilas y guáramo o la “revolución”… nos
devorará.
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