¿GUSANOS, SICARIOS O DEMÓCRATAS?
Rafael
Gallegos Blog núm. 353
Gusanos - les decía Fidel Castro a los cubanos que lo
adversaban, que por razones hoy cada vez
más comprendidas por los venezolanos, huían a Miami buscando horizontes que ni
de lejos podía ofrecerles esa revolución. Y buena parte del mundo de los años sesenta
compartía la fanfarronería del dictador. Era la época de intelectuales de
izquierda, de políticos “progresistas” que decían no ser anticomunistas, de
juventudes amantes de la dictadura del proletariado o de alguna de sus
variantes. La era del gravísimo error de confundir solidaridad con socialismo y
avaricia con capitalismo. Por ello para muchos era irrelevante tomar en cuenta las razones qué motivaban a
tanto cubano a preferir el riesgo de ser
carne tiburón que a permanecer en las garras
de la dictadura.
Sicario - le dice el
canciller venezolano al secretario Almagro utilizando una desgastada fotocopia del
libreto de Castro, con sesenta años de uso. Luego saca a relucir un diccionario
de descalificaciones: el circo de la OEA, los cancilleres cumpliendo órdenes de
alguien, las razones espurias de ir contra el demócrata Maduro. Pura palabrería
devaluada. Un libreto roído por las polillas. Y luego tienen el tupé de hablar
del gran triunfo en la OEA cuando apenas lograron tres votos de treinta y tres,
¿qué árbitro habrá cantado ese triunfo “irreversible”?
HISTORIA
REPETIDA
La misma lucha de la
civilización contra la barbarie que planteó Rómulo Gallegos y que ahora se
denomina democracia contra la dictadura. Y los comunistas lo saben, pero su
proyecto de poder no puede admitir que gobiernos de la mayoría de los países
americanos que representan al 90% de la
población, se quejen contra el gobierno venezolano por la opacidad de las
elecciones; la represión, la hambruna y la diáspora, tan gigantescas que además
de afectarnos a los venezolanos, amenazan la tranquilidad y estabilidad del
continente.
Siempre ha sido así, ya en
el siglo XIX, el Congreso Chileno protestó contra el título de Ilustre
Americano que los jaladores del Congreso le dieron a Guzmán Blanco. Dictaduras contra democracias.
En los años cincuenta
operaba la “internacional de los sables”, una serie de dictadores que creyeron
iban a durar en el poder como los cuentos de hadas: para siempre. Pérez Jiménez, Somoza, Odría, Chapita, Castillo
Armas, Rojas Pinilla y otros. El digno Canciller guatemalteco Toriello denunció
en sus narices a las dictaduras en la Caracas de 1954. Por cierto, dictaduras
apoyadas en ese momento por los Estados Unidos, que preferían militarotes a
líderes demócratas proclives a caer en las garras del comunismo. Cosas de la
guerra fría que nos demuestran que la política es para políticos que sepan
palpar los laberintos de la historia.
Meses después el gobierno democrático
de Guatemala estaba derrocado. Sin embargo las dictaduras comenzaron a caer
como barajitas. Cambió el mapa político y surgieron en América Latina tres
referencias políticas: la democrática de Rómulo Betancourt, la comunista de
Fidel Castro y la militarista de Rafael
Leonidas Trujillo.
Betancourt era la civilización,
mientras Chapita y Castro las barbaries
comunista y militarista. Pura historia repetida. La democracia venezolana, con
todos sus defectos, se convirtió en una referencia democrática. Botaron a la
injerencista Cuba de la OEA y buena parte del continente retornó a la
democracia.
La lucha continuó.
Surgieron guerrillas comunistas en algunos países y en los setenta
emergieron nefastas dictaduras en el
cono sur y pervivirían en Centroamérica.
HOY
Cuando Chávez ganó las
elecciones, el comunismo cubano respiró. Chávez con su innegable carisma,
generó un coctel de demagogia y petróleo
que resucitó al populismo en América e intoxicó de gravedad a Venezuela.
Hoy, la mayoría de países
demócratas de América, condenan al gobierno venezolano. Y no porque sean “títeres
del imperio”, sino por las arbitrarias elecciones, por la inconstituyente ANC,
por la licuefacción de poderes, la
hiperinflación, el hambre y la destrucción nacional. Tan graves que amenazan con
convertirse en pandemias que afecten seriamente sus economías. Además- y le cuesta entender al
gobierno “revolucionario”- el espíritu democrático es el estado del arte de los
latinoamericanos. Y del mundo, cansado de tantos hitleres o idisamines.
Por ello, y no por castigar la “heroica
resistencia de la revolución” es que más de ochenta democracias del mundo
condenan la barbarie venezolana.
El canciller chileno le
dijo al nuestro, con cobertura mundial
lo que pensamos y repetimos el
80% de los venezolanos, encapillados. Gracias. La OEA con el prócer de la
libertad Almagro a la cabeza, defiende la civilización democrática. Gracias.
Apenas tres votos… se
sienten vientos de cambio. Sople. Le toca a la civilización en Venezuela.
Rafael, como siempre, excelente. Es una historia que no debe terminar de contarse. Hoy lo que sobra son los políticos del quítate tu pa ponerme yo. No hay hombres de Estado. De allí la confusión.
ResponderEliminarExitos
Rafa : preguntale a cuantos de tus seguidores ENTENDIERON " Venezuela Política y Petróleo " o " El Gerdarme necesario" o Don Aristides Bastidas " los Aliados silenciosos del progreso" la unica q1ue nos puede ENTENDER es tu prima CURTA mas No ESBERTA que es de los blancos de la OTRA ORILLA (laureano dixit)
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