LA QUILLA PETROLERA
Rafael
Gallegos Blog núm. 333
Se acelera la barrena de
Pdvsa. 1,6 millones de barriles por día. Cada mes la producción baja en más de
cien mil barriles, redondísimo cero en gerencia. ¿A dónde llegaremos? Además, las refinerías se
volvieron chatarra y los empleados se quejan de sueldos de hambre. La Pdvsa
roja va llegando a niveles de producción de hace treinta años. Y sorpréndase: a
niveles de cobro de los años treinta. Sí, como lo lee, a niveles de hace más de
ochenta años, porque como si no bastara con esta bajísima producción, apenas cobramos…
medio millón de barriles. Veamos:
La producción nacional es
de 1.600.000 barriles. Restémosle 400.000 barriles que se envían a China y
100.000 a Rusia, ninguno se cobra porque son parte de unas deudas que no se
sabe en qué se gastaron; reste y siga con por lo menos 300.000 del mercado
interno que tampoco generan flujo de caja ya que casi que se regalan; siga
restando con 100.000 barriles que se envían a Cuba y se cambian por espías y
otras profesiones y aunque usted no lo crea, les quedamos debiendo; luego sustraiga los 100.000 barriles que se
exportan al Caribe en condiciones de pago con valor presente negativo (o sea
tan “fiaos” que dan pérdidas). Finalice la resta y apenas quedan alrededor de 600.000 barriles diarios para
exportar a Estados Unidos e India, que son los únicos que pagan como debe ser.
Ah! y reste de ese número los 100.000
barriles (por ser benevolente) que esta ex potencia petrolera importa en gasolina, petróleo y productos
desde el mismísimo imperio y otros países. ¿Cuánto queda? Pues… alrededor de
medio millón de barriles.
Un chiste malo, ahora el
problema no es que el imperio no nos quiera comprar petróleo, sino que no nos lo quiera vender.
La “revolución” a punta de
tanta soberanía convirtió al país con “las mayores reservas del mundo” en un
país petrolero de medianas dimensiones. Estamos, como exportadores, entre
Ecuador y Colombia, cuando de acuerdo a los mismos planes “rojos rojitos” de siembra petrolera,
deberíamos superar a Irak y a Irán.
Sin sacar muchas cuentas la
“revolución” todos los días nos queda debiendo a los venezolanos de a pie (o
sea todos menos los enchufados) por lo menos cuatro millones de barriles. Algo
así como un Irán o un Irak.
El precio del petróleo
subió considerablemente, ya el promedio de la cesta venezolana va por 60 dólares el barril, lo que
es magnífico. No se deje engatusar por el gobierno con eso de que los precios
están deprimidos. Lo que pasa en el
balance es que cobramos tan pocos barriles (unos quinientos mil), que apenas
ingresarán unos doce mil millones de dólares al año, que no alcanzan para Pdvsa
y mucho menos para esta endeudada
Venezuela. Entonces la empresa petrolera
le seguirá pidiendo al Banco Central bolívares devaluados (casi evaporados) que
lo único que generan es hiperinflación.
Si produjéramos cinco o
seis millones de barriles diarios, de acuerdo a lo soñado por los mismísimos
planes de la “revolución”, podrían entrar a las arcas de la nación cerca de
cien mil millones de dólares. O sea por la ineficiencia, corrupción, falta de
visión y destrucción estratégica del gobierno, los venezolanos perdemos –
siéntese - unos setenta u ochenta mil millones de dólares al año (más de dos mil
dólares por persona) que se traducen en hambre, enfermedad, inseguridad y pobreza. Y encima se jactan con eso de “el
petróleo ahora es de todos”. Dime de que te jactas y te diré de qué adoleces.
¿A cuánto debería estar el precio
barril para que el gobierno supere la crisis? No se ría y saque cuentas, por lo
menos a 300 $. Todo un milagro energético que requeriría de muchísimos
estornudos de los jeques árabes, o de una guerra que Dios nos ampare.
Y como a donde vaya la
industria petrolera irá Venezuela: petróleo en la quilla… país en la quilla.
PDVSA
NO ESTÁ SOLA
En las empresas de Guayana
sucede otro tanto. Alúmina, aluminio y hierro en la inopia. La agricultura y la
industria al 30 % (según los más optimistas). Del sistema de salud, ni hablar. Las
universidades con presupuestos jadeantes.
Nada nuevo bajo el sol. Así
son los comunismos. Destruyen a sus países “para comerte mejor”.
¿ES
RECUPERABLE LA INDUSTRIA PETROLERA?
Claro que sí, aunque con
este gobierno claro que no. Como dijo Einstein, si queremos resultados
diferentes hay que actuar de manera diferente. O sea, hay que cambiar este
fatídico y fracasado modelo petrolero.
Y para cambiar el modelo,
hay que cambiar al gobierno. La buena noticia es que hay mucha gente repensado
el petróleo. Gente que sí sabe de petróleo porque es su especialidad.
Trabajando en equipo para salvar, o mejor resucitar a la industria petrolera
cuando llegue el momento.
Para elevarla desde la
quilla hasta el sitio desde donde Rodrigo de Triana gritó tierra. Claro, habrá que gritar: petróleo. O
mejor… gerencia petrolera.
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