ENTRE VLADIMIRES TE VEAS

Rafael Gallegos    Blog núm. 306

El empujón que le dieron a Julio Borges en la Asamblea lo sentí como si fuera a mí mismo. Y cuando Maduro condecoró al coronel Vladimir Lugo dudé si sería por alguna batalla  contra los enemigos de la patria,  por haber empujado a Borges, o por la agresión a la valiente diputada Delsa Solórzano. Y luego en televisión, ¿cómo corolario de la condecoración?, transmitieron el empujón varias veces mientras los presentes aplaudían. Con todo este surrealismo, me vino a la mente el general del eructo.

Si el otro Vladimir (Padrino) en lugar de advertir tímidamente a sus subalternos que no quería que dispararan a los manifestantes, hubiera procedido como su tocayo coronel y hubiera tratado a empujones a los jefes de los represores, tal vez le hubieran hecho caso y no hubieran metido en una cava a nuestros jóvenes y luego rociado de gas en un vergonzoso acto que le dio la vuelta al mundo. Y por supuesto no hubieran inmolado a tanto muchacho. Que vaina; pero Pinochet vive… y en Venezuela.

Han demostrado ser dignos tocayos de un tercer Vladimir, Vladimir Lenin, el  padre de setenta años del sangriento totalitarismo soviético y de todos los comunismos que en el mundo han sido. Total, que los vladimires parecen modelar la brutal  represión en esta decadente unión militar – cívica que padecemos los venezolanos.

¿Vladimirismo leninismo?

LA ASAMBLEA SIN PAGO

Pero lo peor que le ha hecho este gobierno a la Asamblea Nacional no son los  empujones al presidente y a las diputadas. Tampoco es lo peor los diputados lesionados desde María Corina hasta hoy, que son unos cuantos. Ni siquiera el asalto al hemiciclo por las turbas “revolucionarias”,  sólo comparable en nuestra historia al degradante 24 de enero de 1848.
 Lo peor que le ha hecho esta “revolución” al Poder Legislativo es la anulación, como parte de sus estrategias para desbaratar a Venezuela a objeto de mantenerse en el poder.

Es cierto que Maduro reconoció la avasallante victoria de los parlamentarios de oposición al instante; pero a partir de allí los ignoran, los insultan, los declaran en “desacato”, les desincorporan a tres diputados de Amazonas con la descubierta intención de que no tengan mayoría calificada. Además con “sus” tribunales, les invalidan las  leyes aprobadas. Paradójicamente mientras se jactan de independencia de poderes, tratan de siquitrillar a los que se manifiestan diferentes como la Asamblea y ahora la Fiscalía.

Juegan a que el Poder Legislativo fallezca por inanición. No les pagan a los diputados. Por cierto, ¿alguien les cancela sus emolumentos a los minoritarios diputados de la “revolución”? Ningún gobierno latinoamericano se había atrevido a dejar al  Legislativo Nacional sin pago. Qué descaro.

LA ASAMBLEA PREPAGO

Prepago era la prostituida Asamblea (Congreso) de Juan Vicente Gómez. Los diputados los elegían a dedo y ayayay con el que se le ocurriera disentir. Cuando a Gómez le leyeron Doña Bárbara, le gustó tanto que le ofreció al Maestro Gallegos el cargo de Senador por el Estado Apure. Aconsejado por su esposa Teotiste, éste decidió no aceptar y como un “no” traería consecuencias, se exilió. Pura dignidad.

Contrario a los yesman que participaban en unas  sesiones donde era más importante el dedo que la cabeza. Puro servilismo. Como cuando en 1929, Gómez, cansado de su cargo  se dirigió a los “aguerridos” diputados y les dijo que no quería ser presidente.
-      No, no, no se vaya – le gritaban los diputados. 

-      Quédese, quédese – le insistían. Los deslenguados  dicen que los que estaban más cerca del Bagre sacaban a relucir sus lágrimas de cocodrilo.

Al final, Gómez les dijo que estaba bien, que no quería ser presidente, pero que le dejaran la jefatura del Ejército y pusieran en su puesto a un Presidente de la República que pensara igualito a él en todo. Y los diputados aplaudían y otra vez lloraban; pero de felicidad. Así escogieron a Juan Bautista Pérez. El pueblo comentaba jocosamente: el presidente vive en Caracas; pero el que manda está en Maracay.

Parlamentarios comparables a la artista porno Ciciolinna cuando fue electa diputada en Italia y un colega le dijo que era la persona más decente del hemiciclo. O sea, diputados prepago. ¿Habrá alguna relación entre los diputados gomecistas y el término hoy utilizado por Ramos Allup: prostituyente?

La verdad es que todos los totalitarismos requieren Asambleas prepago. Los colocan allí para que a la hora de votar abran… las manos.

Ah! y con el empujón a Julio Borges parece que buscaran que el ingenioso pueblo remede la burla a Juan Bautista Pérez y diga: los diputados están en el Hemiciclo; pero el que manda está en la garita.


Aunque los más avezados saben que está en la isla. 

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