CONMOCIÓN… LA DEL PUEBLO VENEZOLANO

Rafael Gallegos    Blog núm. 291


Aunque usted no lo crea el TSJ acaba de descubrir que podemos ir hacia un  estado de conmoción. Y tiene toda la razón. Lo que pasa es que buscó al Presidente de la República para que supere la tal conmoción, otorgándole poderes cuasi monárquicos que ya hubiera deseado para sí el mismísimo Fernando VII. Ahora Maduro podrá, según dicen los constitucionalistas, privar de ejercicio y de libertad a los diputados de la Asamblea electa por el pueblo, sacarnos de la OEA de un plumazo y, hasta suspender elecciones indefinidamente; todo para evitar el tal estado de conmoción. Algo así como preguntarle a un bebé si quiere dulce. Mientras tanto, el estado Amazonas tiene ya año y medio sin representación y ni de casualidad le “ordenan” elecciones. Eso no conmociona.

La verdad es que el mismísimo descabezado Cristóbal Colón se moriría de envidia ante tales descubridores. Primero descubrieron, cuando ya todos lo sabíamos,  que se acabó la renta petrolera;  parece que también descubrieron el agua tibia  y ahora nos asombran descubriendo una conmoción que sufre, hace rato,  el pueblo venezolano. Porque ¿quién lo duda?, estamos mal, muy mal, conmocionados: voraz inflación, carestía, escasez, inseguridad en todas las esquinas, hospitales enfermos, empresas quebradas, Pdvsa en barrena y “martillando” al Banco Central, poderes fusionados en el Ejecutivo, muchachos saliendo del país llevándose en sus alforjas los corazones de los viejos y el futuro de Venezuela… claro que vivimos en conmoción. ¿Y ahora es que la vienen a descubrir? 

Pero más que el descubrimiento tardío, aterra la absurda solución que proponen: “ordenar” a Maduro que evite la conmoción. Los tribunales han procedido como aquel vigilante de un edificio que se sintió acalorado, buscó en su derredor y vio fuego, percatándose de  un incendio y en lugar de llamar a los bomberos, buscó para que lo ayudaran a combatir el fuego, a unos muchachos que había observado minutos ha, merodeando el edificio con una lata de gasolina y unos fósforos. Buscaron al incendiario para que apague el fuego.

Porque no lo dude, la crisis que padecemos la ocasionó este gobierno. El mismo que padecemos hace más de 18 años. Y ya basta de echarle la culpa a la república civil. Las causas están a la vista: exprópiese, invádase, empresarios buenos y empresarios malos, empresa cerrada empresa tomada… causó este cierre de nueve mil empresas. Pdvsa es un  estado dentro del estado, el sabotaje petrolero, petroleros están en sus puestos gracias a Chávez… trajeron la pre quiebra de nuestra principal industria. La salida de Venezuela de la Comunidad Andina de naciones (CAN) barbaridad todavía  no bien ponderada, trajo un gigantesco retroceso en nuestro desarrollo industrial. Y podríamos seguir con toneladas de medidas que constituyen el combustible de este incendio. Todas causadas por el gobierno.
 Y el pueblo, o sea usted, yo y los no enchufados, tenemos rato en conmoción, sintiendo una pena despierta en una profunda tristeza. ¿Para esto quería usted gobernar Maduro?

A ese pueblo sufriente es a quien los tribunales deberían Ordenarles medidas para “ordenar” al CNE realizar Ya las elecciones de gobernadores y  elegir YA a los diputados de Amazonas. Ese es el verdadero poder popular,  no a ese cada vez más minoritario que visten de rojo y lo hacen obedecer órdenes de Miraflores made in La Habana.

  A ese pueblo en conmoción,  igual deberían los tribunales Ordenar a que  “ordene” al gobierno central que acate las sugerencias de la OEA ( por lo menos veinte países hermanos), de la comunidad europea y de casi todo el  mundo democrático, de hacer elecciones, soltar a presos políticos y respetar a la Asamblea Nacional.  Y “ordenarles” que dejen de mentir con eso de la intervención imperialista o de solapar la realidad con palabras aisladas y mal utilizadas como soberanía, groserías impublicables, revolución y todo un diccionario del que el 80% de los venezolanos, verdadero poder popular, estamos saturados y hastiados.

Ojalá “descubran” que el venezolano está pobre, hambriento, inseguro, desesperanzado, hurgando la basura, con su familia rota por esta monumental diáspora, y sobre todo hastiado de esta careta de democracia y saquen un decreto “ordenando” la Libertad y la Democracia.


Si lo hicieren, además de ganarse algún puestico en la buena historia, la patria os lo agradecería. De lo contrario, seguiremos indestructibles, luchando hasta  salvar al país. Así tengamos que remedar al Ave Fénix que se vio obligada a resurgir de sus cenizas. Los venezolanos estamos obligados a crecer hasta el tamaño de nuestros compromisos. Democracia ya. 

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