¿QUIÉN DIJO DESMORALIZACIÓN?
Rafael
Gallegos Blog núm. 262
La desmoralización es una estrategia
clave de la “revolución” para intentar contener el inevitable cambio político en
Venezuela. Los “revolucionarios” repiten que es imposible realizar el Revocatorio
este año, que la oposición engañó a sus seguidores, que los ministros tienen 48 horas para botar a
los firmantes, que hay miles de demandas a los líderes opositores por el fraude
de las firmas. Puras pamplinas a objeto de desmoralizar al pueblo opositor (o
sea, al pueblo), para que crea que este comunismo no tiene vuelta atrás y que
es imposible cambiar al gobierno. Ah! y que si a usted no le gusta, se la cala
o se va.
Se jactan de ser los únicos
que garantizan la paz, que sólo ellos pueden contener el descontento de las
masas. Que si abandonan el gobierno, viene una guerra civil. El típico ego
deformado de los gobernantes, se auto construyen un mito y después se lo creen.
Cual Allende, quien se creyó propietario de una “mano mágica” y pensó que los militares no
se atreverían a derrocarlo. O Carlos Andrés Pérez cuando dijo sólo Pinochet
(con la represión) y yo (con mi liderazgo) podemos implantar un paquete
económico. O la jactancia de Luis XV con
su después de mí el diluvio.
Así, hablan de ser los
garantes de la paz sin explicar de qué tipo de paz. Si la Pax Romana, que significó para el Imperio
Romano un largo periodo de estabilidad - calma interior y seguridad exterior- que
facilitó un magnífico desarrollo económico. O si más bien hablan de la Pax de
Gómez incluida en el lema de “Unión, Paz y Trabajo”: Unión en las cárceles, paz
en los cementerios y trabajo en las carreteras. Pura jactancia, como la de
Hitler y sus mil años en el poder, que apenas fueron trece.
Pero peor que la
desmoralización provocada por el gobierno, es la auto desmoralización. Ese
harakiri que se aplican algunos opositores, producto de la depresión y la baja
autoestima. Si hace un año yo hubiera
escrito que la oposición iba a ganar las dos terceras partes de la Asamblea,
qué de burlas e insultos hubiera recibido por parte de nuestros profetas de la
derrota. A pesar de saber que Venezuela estaba muy mal y que iba para peor, de
estar conscientes que éramos mayoría y que teníamos ganas de votar creíamos -
habrase visto - que íbamos a perder las parlamentarias. Que si el CNE, que si
el gobierno, que si los colectivos… pura auto desmoralización. Que si la
oposición no sirve, como si se tratara de extraterrestres y no formáramos parte
de ella, que si la MUD es muy blandengue, como si esta tuviera tras sí un
ejército para enfrentar al sistema. O reclamos como que la gente no marcha, de los mismos que
tienen tiempo que salen a los eventos de la oposición.
Y así el 6 de diciembre, llegamos al cielo… llorando.
Hoy, cuando enfrentamos el
Revocatorio 2016, con toda la oportunidad de ganarlo, que somos tantos que
hemos despolarizado al país (ahora hay un solo polo, el que está loco porque
Maduro se vaya), que tenemos las leyes electorales a nuestro favor (así las
ralentice el CNE con la manita el TSJ), que tenemos gran parte de la comunidad
internacional activa para rescatar nuestros derechos ( Mercosur, OEA, Comunidad
Europea, USA, etc.), que estamos enfrentando una crisis de quinto mundo (
gigantescas inflación, escasez, hambre y
subdemocracia), con un gobierno incapaz de tomar medidas asertivas y que cada vez
hunde más al país… seguimos pensando que no habrá Revocatorio, ni elecciones
para gobernadores y que el gobierno se quedará por siempre en el poder. Puro
harakiri.
La misma desmoralización y
el vicio de rascarnos la herida que inicialmente nos hace cosquilla y después
nos arde.
Claro que podemos. Es más,
tenemos que poder. Luchar… salir el 1S y volver a salir cuando nos diga la MUD.
Y si no pasa nada, seguir luchando. Quedan la partida de nacimiento, el 350, la
reforma constitucional y hasta la Asamblea Constituyente. Nada de eso lo
teníamos hace uno o dos años.
Estamos en la puerta de una
gran victoria; pero hay que luchar. Estamos mucho más cerca del triunfo que el
Bolívar de Pativilca. Como le decían a Buck Canel: que si este equipo va a ganar
porque tiene mejores bateadores y mejores pícheres y mejores… a lo que Buck
replicó: sí; pero los otros tienen la moral. Y nosotros, tenemos la moral. Las
circunstancias y la historia, nos favorecen.
A desbordar Caracas el 1S. Adelante
por encima de las cadenas, de la
represión, de la prohibición de volar, de la militarización. Que el mundo sepa
que estamos dispuestos a luchar por nuestros derechos hasta vencer.
Pilas y guáramo son
nuestras primeras necesidades.
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