LAS TUMBAS DE GALLEGOS Y MEDINA
Rafael Gallegos
Blog núm. 252
Qué casualidad, Rómulo
Gallegos y Medina Angarita son los dos únicos presidentes venezolanos
derrocados durante el siglo XX, cuyos restos reposan en Venezuela. Y sus tumbas
fueron profanadas casi simultáneamente. ¿Con qué intención? ¿Tendrán razón los
deslenguados cuando dicen que lo que se busca tiene que ver con ritos esotéricos
para que alguien tenga suerte y protección en su cargo? ¿A dónde hemos llegado?
Qué vergüenza. Es como si un cantante brujildo se robara los huesos de Carlos
Gardel para afinar la voz o tener suerte con algún contrato.
Cuando esta “revolución” se
acabe contemplaremos las ruinas de
Venezuela en su verdadera dimensión. Ruina en el campo, en las industrias, en
Pdvsa, en las empresas básicas, en las instituciones, en la moral. La primera
reserva petrolera del mundo convive con la
primera hambruna petrolera de la historia. Qué paradoja.
La gente en su desespero saquea camiones con pollos vivos, con cochinos
vivos. Y el asalto a una hacienda en Guárico para matar mautes, quitarles la
paleta y dejarlos tendidos en el piso. Esto jamás había pasado. Y el gobierno en
lugar de ir al fondo del asunto, acusa a ultraderechistas y paramilitares, como
si con cárcel y amenazas va a llenar los hambrientos estómagos. No quieren ver
que, a pesar de violentos queriendo
coger mangos bajitos, la causa primordial de las protestas es el hambre.
El gobierno se llena la
boca hablando de paz; pero la delincuencia azota a los vivos y a los muertos. No
hay paz ni en los sepulcros. Con la profanación de las tumbas de estos
venezolanos, podríamos parafrasear a Cipriano Castro: la planta insolente de
los malandros ha profanado el subsuelo sagrado de la patria.
Ni siquiera son capaces de
mantener la paz en un área localizada como el Cementerio General del Sur. En
otros países los cementerios son sitios turísticos y seguros. Difícilmente un
poeta nuestro podría hacer poemas como el de Borges con La Recoleta:
“Bellos
son los sepulcros… /… Y las plazuelas con frescura de patio/ y los muchos
ayeres de la historia.”
El
profanado Medina
El general Isaías Medina
Angarita fue un gran Presidente, civilista, de grandes méritos. Sencillo y
honesto. Lo tumbaron por no interpretar su realidad histórica. El pueblo pedía
a gritos elecciones universales, directas y secretas, y los militares que les
quitaran de encima a los llamados chopo e´piedra. Hizo el esfuerzo al nombrar
al candidato de consenso Diógenes Escalante, que había prometido satisfacer los
requerimientos políticos y militares; pero éste enfermó intempestivamente. Medina
nombró como candidato a Ángel Biaggini, que no generó confianza y vino el 18 de
octubre.
El
profanado Gallegos
Según un artículo de García
Márquez de 1950, era un hecho que a Rómulo Gallegos le dieran el Premio Nobel
de Literatura. Seguramente la dictadura de Pérez Jiménez se movió para que no
le otorgaran tamaño galardón a un
presidente derrocado. Se dice que el dictador le encomendó al futuro Nobel Camilo José Cela, una novela
para intentar contrarrestar a Doña Bárbara: “La Catira.”
Gallegos fue un excelente
pedagogo. Director del hoy Liceo Andrés Bello. Uno de sus alumnos fue Rómulo
Betancourt, quien ganó un concurso de cuentos con “La caja de bombones”. Por
ofrecimiento de Gallegos, Betancourt ejerció como profesor de Literatura en el
liceo, antes de graduarse.
Gallegos tenía la facultad
de adivinar a los alumnos culpables de las tremenduras.
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Tú, tú y tú – los castigaba sin equivocarse.
Durante un conflicto, le
dio una clase de moral a sus alumnos: en toda la hora no dijo una sola palabra.
Nadie se movió y todos entendieron.
A Juan Vicente Gómez le leyeron Doña Bárbara de un tirón.
Cuando llegó la noche, hizo prender un farol de carro. Luego le ofreció un
cargo de senador a Rómulo Gallegos y la respuesta de éste, a instancias de su
esposa Doña Teotiste, fue irse de Venezuela.
En 1947 fue electo
presidente con más del 70 % de los
votos. Su gobierno duró apenas siete meses. El jefe del golpe, fue Delgado
Chalbaud, a quien él quería como un hijo, habían vivido bajo el mismo techo en
España.
-
¿Tú también
hijo mío?
Cuando murió su esposa en
México, la mandó a momificar y estuvo con ella todos los días en la Legación de España. Llegó con su urna a
Venezuela en 1958.
En el Panteón Nacional hay
una inscripción en el lugar donde deberían yacer sus restos. Reza que el
ilustre escritor manifestó en vida su deseo de reposar por siempre al lado de
su amada esposa Teotiste. Por eso, no esta en el Panteón.
Los malandros profanadores,
irrespetaron su deseo por una desbaratada búsqueda de suerte, protección, o
quien sabe qué cosa. Pero si por un supuesto negado, con sus huesos buscaran imitar sus ejecutorias… mejor que se pongan a
estudiar.
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