CUENTOS, DISFRACES Y DEBACLE

Rafael Gallegos    Blog núm. 231


 La cuentología revolucionaria no tiene límites. Intentan disfrazar la gigantesca debacle que han producido. Disfrazarla de victoria popular. Puro disfraz y pura careta. Para ellos todo el año es carnaval. Ni la inflación es inflación, ni la escasez es escasez, ni el hambre es hambre. Todo son inventos del capitalismo imperial. Nada es lo que usted sufre. Entérese:
-      Inflación… record mundial, es  inducida, y aunque usted no lo crea, invisible. O sea, que si usted  “ve” la inflación, chequéese, porque está delirando.

-      Escasez… es excesivo consumo capitalista, porque la gente tiene escondidos en sus alacenas azúcar, harina precocida, jabón, espaguetis,  sardinas, leche y etcétera. Además, según un ministro, algunos dispendiosos venezolanos, en lugar de imitar a Gandhi se atreven a comprar más de cinco pares de zapatos al año (NA: serán los enchufados). A este paso, nos pedirán que nos convirtamos en faquires. Y cuando  nadie consuma… escasez superada, al estilo cubano.

-      Devaluación… es artificial y  provocada desde Colombia y el imperio. Sin comentarios por respeto a los “confundidos” (pobrecitos) que compran dólares a 900, cuando todo el mundo sabe que fácilmente los pueden conseguir a 6:30, a 12, o cuando la cosa se ponga dura, a 200.

-      Desempleo… 6%. Milagro: no hay empresas, ni hay producción; pero tampoco hay desempleo. ¿Será que los que hacen  cola en la puerta de los supermercados ocho horas diarias, son “empleados”?

-      Pobreza… un invento de universidades poco serias; UCV, UCAB y USB, (nada menos) que hablan de más de 50 % de pobreza en Venezuela. Esos son profetas del desastre. No hay hambre, nos dicen, y tienen razón, nos acercamos a la hambruna, o a la crisis humanitaria. Antes los más pobres paliaban con los hoy lujosos y escasos espagueti y sardinas. ¿Con qué palían hoy?

-      Un millón de casas construidas… ¿Alguien hará una auditoría seria para saber la verdadera cifra?

-      Guerra Económica… cuento de cuentos, como si el pueblo no supiera que “exprópiese” es igual a “arruínese”. Generó la Emergencia Económica, que vino por capítulos. A continuación, detalles:

Introducción:    Nosotros no somos culpables.
Capítulo 1:       Sorpresa, se acabó la renta petrolera.
Capítulo 2:       Economía productiva, o más de lo mismo.
Epílogo:       Incendiarios solicitan mangueras para apagar el incendio que provocaron.

La mayoría intuye que ese decreto, traía en su seno un poder absoluto, que permitía entre otras cosas, disponer de los activos de las empresas. Algo así como: Lorenzo, préstame diez camioncitos…

LA ASAMBLEA, ALGO MUY GRANDE

Las dos terceras partes de la Asamblea es algo tan grande; pero tan grande, que lo cambia todo. Al gobierno le ha costado asimilar que en las democracias, cuando los gobiernos están en minoría, negocian; por el contrario, han seguido con las caretas de carnaval. Veamos:
-      Pueblo… no es el que votó abrumadoramente contra ellos, sino el que “reúnen en las reuniones de ellos” y solo para ellos. Da la impresión  de que de los 7,3 millones de votos, por lo menos cinco hubieran sido de extraterrestres y no de venezolanos hastiados de tanto fracaso y lo que es peor, asustados por el bajón de calidad de vida, por su futuro y el de sus hijos.

-      Mayoría temporal… claro que es temporal, nada menos que por cinco años. Y tienen razón, es circunstancial, se dio en la circunstancia electoral. Lo que no es la mayoría, es confundida y mucho menos arrepentida. A las pruebas me remito, repitan las elecciones en Amazonas.

-      Paralelismo… como a Ledezma, a Capriles y a todo el que levante liderazgos importantes con sus triunfos, pretenden paralelismos para anularlos. Primero, el Parlamento Comunal y ahora, el Congreso de la Patria. Tal vez tendrían más éxito con congresos de la papa, del huevo, de la leche, del café, o de tantísimo producto que no se consigue. Aunque hay que estar conteste que esos paralelismos son menos agresivos que el no reconocimiento de la Asamblea, que también proponen.  

DIÁLOGO O DEBACLE

En Viet Nam, en Chile, en El Salvador y otras partes dialogaron luego de guerras y matanzas. Alemania y Francia en pleno luto de la   segunda guerra mundial, hicieron el mercado común del acero. Y eso dio pie a la Comunidad Europea de hoy. Hasta en Colombia negocian…

Dialogar implica poner por delante a Venezuela y su democracia. Ah! y un diálogo es todo lo contrario a dos monólogos.


 El “pueblo” lo que pidió a gritos  el 6D fue revertir esta ruina sin gloria. Si no hay diálogo de verdad, nadie se va a sostener, nadie. Ante este pre colapso, no hay disfraz que valga.

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