EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA Y OTROS “CISNES NEGROS”
Rafael Gallegos
Blog núm. 218
De Cisnes Negros está llena
la historia del mundo. Es decir, de eventos considerados improbables que cuando
suceden, cambian la trayectoria de los acontecimientos.
Tal vez el gran Cisne Negro
de la historia, sea el Descubrimiento de
América. Aunque en realidad, esta no fue descubierta por Cristóbal Colón,
más bien se le atravesó. Sin embargo, este acontecimiento, aceleró el ritmo de
la historia del mundo. Y a España, la hizo entrar por la puerta grande en la
historia universal. Igual que a Portugal. Los convirtió en los receptores de
oro y plata que en gigantescas cantidades entraron en sus arcas.
Sin embargo, les pasó como
el cuento del chino: mala suelte, buena
suelte. Suerte de llenar sus
arcas de oro y plata y mala suerte de no saber aprovecharlas y volverse
rentistas. Ninguno pudo transformar ese
recurso en riqueza sustentable. Mientras Francia, Inglaterra, Holanda y
Alemania, entre otros, trabajaban duramente para intercambiar mercancías por
metales preciosos y se transformaron a
la larga en los países más productivos, España y Portugal se convirtieron para
el siglo XX en las cenicientas de Europa. Sólo a partir del final de sus
dictaduras (Franco y Salazar), comenzaron a revertir esta situación.
Sin embargo, España, cuya
“Armada Invencible” no tenía competencia, fue víctima de otro “Cisne Negro” en
1588. La flota trató de invadir a Inglaterra y fue derrotada, fundamentalmente
por las tormentas marinas. Felipe II, comentó: “yo envié a mis naves a pelear
contra los hombres, no contra las tempestades”. Por su parte Isabel mandó
grabar una inscripción: “Dios sopló y fueron dispersados”. El tema se presta a
discusiones; pero lo cierto es que a partir de allí, Inglaterra se fue
convirtiendo en reina de los mares. España, ¿auge y caída entre dos Cisnes
Negros?
La llamada Revolución de Octubre, que derrocó a
Medina e instaló en el poder a una nueva generación de políticos encabezada por
Betancourt, y a los militares jóvenes y de escuela encabezados por Pérez
Jiménez y Delgado Chalbaud, también pudo ser producto de un Cisne Negro.
Veamos: a comienzos de
1945, Rómulo Betancourt y Raúl Leoni fueron a Estados Unidos a conversar con el
Embajador de Venezuela, Dr. Diógenes Escalante para apoyarlo en sus
aspiraciones presidenciales, a condición que implantara el voto universal,
directo y secreto para las siguientes elecciones. El hombre aceptó y se
convirtió en el candidato presidencial del gobierno y de la oposición.
Pero… apareció un Cisne
Negro. Un día su secretario privado, Ramón J. Velásquez, le recordó una reunión
y el Dr. Escalante le dijo que no podía ir porque no tenía camisa. El Dr.
Velásquez captó el problema, llamó al Gral. Medina y eso fue todo. El
oficialismo nombró candidato al Dr. Ángel Biaggini, que no logró consenso, y se
produjo el golpe.
En 1908, el riñón enfermo
de Cipriano Castro lo ausentó de
Venezuela, sobrevino la dictadura de
Gómez por 27 años. ¿Otro Cisne Negro?
La muerte muy temprana de
Chávez, ¿habrá sido otro Cisne que impedirá el desarrollo de un proyecto
totalitario, “eterno”, al estilo cubano?
La botada de los 23.000
técnicos petroleros de PDVSA en el 2002, ¿fue otro Cisne Negro?
Todos estos eventos, se
pueden clasificar de Cisnes Negros. Sin embargo, siempre queda la duda de si la
dinámica de la historia, de todas formas hubiera conducido a ese destino.
Porque:
En 1492, o después, América
hubiera sido descubierta.
La Revolución Industrial,
nacida en Inglaterra, seguramente fue el factor que dinamizó y sostuvo la supremacía en los mares de los británicos
hasta entrado el siglo XX.
A los anti demócratas tipo
Pérez Jiménez, nadie hubiera detenido para un golpe de estado, estaba en su
ADN.
Cipriano Castro era tan
dictatorial como Gómez.
Seguramente, con Chávez o
con Maduro, Venezuela sería el mismo desastre actual, el modelo fracasado
podría ser superior a cualquier Cisne.
La flácida PDVSA de hoy,
encaja en el modelo de destrucción de esta “rinvolución” de debilitar al país para mandar toda la vida.
Por ello la confesión de partes: “yoprovoquéelparo” buscó su Cisne, y lo
encontró.
Más que cisnes, tal vez la
historia es una fuerza subterránea, que cuando tiene que aflorar, aflora. De
allí la frase de Víctor Hugo, nada más
fuerte que una idea madura.
Y la salida de esta
“rinvolución”, está madurada a punta de fracasos y extemporaneidades. Con
cisnes o sin cisnes. Así que no crea en cuentos. A votar todos el 6D. A votar
para cambiar, que la nueva democracia ya está en su momento histórico.
PD:
¿Cines Negros o Cisnes Afrodescendientes?
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