PETRÓLEO: “NO ME SIEMBRE, COMPADRE”
Rafael Gallegos Blog núm. 211
No salgo de
mi asombro ante la afirmación del presidente Maduro en referencia a que por
primera vez en la historia venezolana, se está sembrando el petróleo. La verdad
es que atraganta. Más cuando trata de asociar con su siembra a Arturo Uslar
Pietri, autor de la frase “sembrar el petróleo”. Tengamos la plena seguridad
que con esa frase el Dr. Uslar quiso plantear el uso del petróleo para hacer lo contrario de lo que ha
hecho la “revolución”. El intelectual nos invitó a utilizar este recurso para
provocar el desarrollo de las fuerzas productivas venezolanas y generar calidad
de vida de manera sustentable. Hoy,
estaría horrorizado. Este gobierno ha usado la Renta Petrolera para dilapidar
al país. Para establecer un gobierno semi totalitario, sin independencia de
poderes, con elecciones amañadas, usando medios del estado como medios del
gobierno, acabando con la producción de bienes y servicios y estableciendo
records de inflación, escasez, devaluación y violencia. No me siembre compadre,
le diría el petróleo, si hablara, a Nicolás Maduro.
Y también
mete a Pérez Alfonzo en su siembra petrolera. Al hombre, adeco por cierto, que
habló de soberanía y de maximizar la participación de la nación en el negocio,
lo relacionan con una industria “martillada” y dominada por el comunismo cubano y una empresa ultra
ineficiente y salvada de la quiebra por el Banco Central.
Nada que
ver, Uslar y Pérez Alfonzo plantearon, desde ópticas diferentes, pero
orientadas hacia el mismo fin, el desarrollo de empresas eficientes, la óptima
utilización de la Renta, una economía conexa poderosa y la petroquímica como
pivote dela industrialización del país. Todo lo contrario de lo que ha hecho la
“revolución”. Jamás la industria petrolera había sido tan ineficiente, ni tan
huérfana la economía conexa, ni tan pintado de negro el futuro de nuestra
industrialización. Igual, Uslar y Pérez Alfonzo coincidían plenamente en usar
al petróleo para la democracia. Y en estos días aciagos, la Renta ha sido usada
para acabar con la democracia, en nombre del comunismo. No me siembre compadre.
Además, tienen
el tupé de celebrar los diez años del lanzamiento del Plan Siembra Petrolera.
Ese monumental fracaso, para muestra, un solo botón: ya la industria petrolera
venezolana debería estar produciendo casi seis millones de barriles diarios y
apenas van por (cifra OPEP) menos de 2,5 millones apurados. Y eso sin nombrar
la explosión de Amuay, donde intentan tapar su ineptitud con la trillada excusa
del saboteo; ni el bajísimo rendimiento de las refinerías, ni los yacimientos
rojitos y dañados; ni los técnicos que, Ramírez dixit, están en sus puestos gracias a Chávez ¿…?
¿Qué estarán
celebrando? Algo así como que un alumno haga un fiestón a todo trapo en su
casa, porque lo rasparon en todas las materias. Suma cum laude; pero de la
decadencia. Era más digno que dejaran pasar este fracaso por debajo de la mesa.
Por sus
frutos los conoceréis. La “revolución” sembró el petróleo en el Mar… de la
Felicidad. Y aquellas siembras, trajeron estas cosechas.
LA GENTE DEL PETRÓLEO…
Ahora
resulta, según el gobierno, que la Gente del Petróleo – a mucha honra – está
comprando a Colombia. Realmente lo que sucedió es que parte del talento técnico
de los botados en el 2003 por la “revolución”, se fueron a Colombia a hacer lo
que saben hacer: producir petróleo… y produjeron. Se ganaron esos dólares con
el sudor de su talentosa frente. ¿Hay algún delito? Igual ha sucedido con ese
talento desechado por la “revolución”, en Estados Unidos, los países árabes y
en todo el mundo petrolero. Y así,
mientras el mundo sube su producción de petróleo, en Venezuela baja. Y para completar la faena, a los que se
quedaron en Venezuela, le prohíben trabajar con hidrocarburos, en empresas
públicas o privadas. Puro totalitarismo.
La
“revolución” realizó la lobotomía empresarial más gigantesca que se haya
producido en tiempos de paz. 23.000 técnicos expulsados. Como botar a los
carniceros de una carnicería o a los médicos de un hospital. Y así comenzó esta
PDVSA que en lugar de mantener al país,
ahora el BCV la subsidia. Midas; pero al
revés.
Ah! y la “revolución”,
además de prohibir trabajar a los valiosos técnicos petroleros agrupados en
Gente del Petróleo, no les ha pagado ningún emolumento. Ni la caja de ahorros,
ni prestaciones, ni plan de jubilación… nada. Y eso, es ilegal.
Pero aquí
estamos, firmes como el primer día. Luchando por restablecer la democracia y
rescatar a la industria petrolera venezolana.
Y llenos de
esperanzas para el 6D. A votar para ganar y cambiar. Porque lo único eterno, es
que nada es eterno. A la “revolución”, le llegó la hora de cosechar una
gigantesca derrota.
Ah! y no
valen suspensiones… por si acaso.
Comentarios
Publicar un comentario