NUEVA GEOPOLÍTICA PETROLERA



Rafael Gallegos            Blog. Núm. 175
                           
Los precios petroleros suben y bajan. Ha sido su comportamiento por décadas.  Esta baja de precios no significa nada nuevo bajo el sol. Más bien, había tardado muchos años. Fue el boom petrolero más largo. Lo significativo en este bajón, es los cambios geopolíticos que lo acompañan. 

La mitología  “revolucionaria” planteó que los precios subieron a comienzos del siglo XXI, gracias a Chávez. Sí, así como lo oye. Como si él hubiera sido el responsable del vertiginoso crecimiento económico de China e India. 

Pura mitología generadora de hambre. Como la “guerra económica”, un simple “auto suicidio” del gobierno;   la igualdad de género mientras golpean a la valiente María Corina; la inclusión… de venezolanos en las cárceles por protestar.  Y ahora lanzan el instituto de altos estudios de pensamiento de Chávez. ¿Cuándo lanzarán el de Maduro?¿Se anota?

Si la “revolución” subió los precios petroleros, ergo, podría  impedir que bajen. Y Ramírez demostró lo contrario. A la influencia petrolera venezolana, le dio, por lo menos, influenza.

EL BAJÓN DE PRECIOS PETROLEROS

El petróleo de lutita, más que su aporte volumétrico, sus costos de producción, o la influencia en el sube y baja de precios, representa un profundo cambio en la geopolítica petrolera. 

Un cambio como el que hubo cuando Detterding, Marcus Samuel y Rockefeller, mundializaron el mercado.

O como el de Gran Bretaña, cuando el Lord del Almirantazgo Winston  Churchill, planteó que tenían que cuidarse de Alemania y para ello debían hacer que su flota naval se moviera con petróleo, garantizando los volúmenes de hidrocarburos, que en ese momento se ubicaban en Persia. Churchill logró vender la idea de la de que la Corona Británica se volviera accionista de la Anglo Persian,  contradiciendo los paradigmas de la época. 

O el gran cambio geopolítico que trajo al mundo el descubrimiento de gigantescas reservas en el medio oriente. Los ideólogos norteamericanos  en sus discursos,  planteaban que el mundo occidental avanzado, maravillosa creación de la mente humana, debía recurrir al mundo subdesarrollado para mover tamaña maravilla. Y para remate, un mundo muy lleno de conflictos.

Las potencias mundiales, con tecnología y sin petróleo, buscaron mantener el  control de yacimientos, estrechos y mercados, a cualquier costo. Enfrentaron desde los años cincuenta  la nacionalización petrolera de Mossadegh, el conflicto de Suez, el embargo petrolero, la caída del Sha de Irán, la guerra Iran –Irak, la invasión de Kuwait, la “búsqueda” de armas nucleares en Irak, las Torres Gemelas… hasta llegar a las Isis actuales. 

En todos estos acontecimientos, Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Japón y buena parte de Europa, diseñaron prontas estrategias para mantener el control de  los yacimientos. Luego de derrocar a Mosadegh, hicieron fungir como “policía del petróleo” a Irán; con la llegada de Komeini, colocaron como policía, nada menos que a Hussein. De allí la guerra Irak-Irán, donde occidente armó a Irak y la URSS a Irán. Luego cuando Hussein se creyó su cuento e invadió a Kuwait, el rol policial devino en Arabia Saudita. Como Bin Laden era un  prominente oligarca  árabe, luego del atentado de las torres, inventaron lo de las armas nucleares en Irak. Creyeron democratizar a Irak y se retiraron… hasta el terrorismo de hoy con  Isis.

Ahora, pareciera que los rezos de los políticos norteamericanos produjeron un milagro tecnológico: el tradicional fraking, aunado a la novedosa perforación horizontal, despertó a las lutitas y revirtieron la caída de producción en Estados Unidos. La levantaron desde decadentes cinco  millones de barriles diarios y ya van por diez. Se cree que podrán ser exportadores de petróleo en unos diez años. Ya lo son de gas.

¿Cuba en la OPEP con petróleo venezolano?, ¿USA en la OPEP? Créame, todo es posible.
Hay significativas reservas de petróleo y gas de  lutita en Estados Unidos y Europa. También se habla de gigantescos yacimientos en la zona marítima israelí. 

Realidad, mata futuristas. Ahora la tecnología y la sangre que la mueve, podrán parcialmente  compartir el mismo techo.

Y varios crudos, entre ellos el de nuestra Faja Hugo Chávez –parece que la hubieran empavado -  ya no son tan indispensables como, digamos, hace diez años. 

Los cambios geopolíticos nos obligan a los venezolanos a repensar el petróleo.  Y a estar claros, que con esta PDVSA no vamos a ninguna parte. 

Urgen cambios en la estrategia petrolera venezolana. Es imperativo un plan maestro. Un Trípode petrolero: Máximos beneficios: renta, economía conexa, responsabilidad social, refinación y petroquímica. Uso adecuado de la Renta. Estado/ comunidad capaces de administrar los beneficios. 

No hay que olvidar que a donde vaya nuestro petróleo, irá Venezuela.

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