LAS TRES CALAVERAS DE LA “REVOLUCIÓN”
Rafael
Gallegos
Blog. Núm 166
No se trata de las tres carabelas del “odiado”
Cristóbal Colón. Hablamos de los esqueletos de cabeza de humanos, que son utilizados por los piratas – antes barcos, ahora
gobiernos- como emblema. Tampoco me
refiero a los calaveras del régimen,
que seguramente son mucho más de tres.
Aunque si a ver vamos, las calaveras de la
“revolución” tienen muchas cosas en común con los barcos del Almirante.
Veamos: ambas llegaron navegando por el océano,
claro las carabelas desde España y las calaveras desde Cuba. Además, al igual
que los indígenas que divisaron los barcos de Colón como pájaros que volaban a
ras del mar y creían que los barbudos eran los dioses que pregonaban las profecías; buena parte de los venezolanos, al ver las calaveras,
las confundió con pájaros de buen agüero y a los hombres que desembarcaron al
son de la palabra “revolución”, los identificó con esos mesías salvadores de la
patria, que los pueblos sin cultura esperan como solución a sus carencias.
Cuando los indígenas vieron los caballos, creyeron
que la dupla jinete - bestia era un solo
ser. Y se dedicaron a adorarlos como si fueran dioses.
En nuestra “revolución”, los venezolanos
confundieron la dupla caudillo- verborrea y adoraron a los nuevos líderes, como
si las palabras fueran obras.
Las carabelas, traían en su seno enemigos
invisibles que diezmaron las vidas millones de indígenas. Similar a las ideas
que trajeron las calaveras: venenos invisibles que diezmaron primero la mente y luego la economía y las
instituciones de Venezuela.
He aquí las tres calaveras:
PRIMERA CALAVERA: DEMAGOGIA
Pan para hoy y hambre para mañana. Como un padre
que para que los hijos no se molesten, les da la plata de pagar la luz para que
vayan al cine el fin de semana. Y el
lunes… les cortan la luz.
La “revolución” le ha dicho al pueblo que los
culpables de sus males son los ricos. Que el estado repartidor y no el trabajo,
es el gran generador de riqueza. Ha excluido a medio país, en nombre de la
inclusión. Pretenden que creamos que número de elecciones “tramparentes” es ejercicio
de la democracia. Los demagogos, invocando falsamente el nombre de la democracia, funden todos los poderes públicos
en uno.
Se dicen demócratas mientras acaban con la
democracia. Ilusionan con un supuesto
poder popular que además de ser controlado desde Miraflores, sirve de mampara
para desbaratar las alcaldías y gobernaciones.
Buscan que el país, cual rana hervida, caiga en la
trampa del Mesías Eterno.
SEGUNDA CALAVERA: MILITARISMO
La gran diferencia entre los resultados de la sociedad norteamericana y
la nuestra, no es la edad, ni el clima; ni la raza; ni el idioma. No busque
más. Es el militarismo.
Los grandes latifundistas del siglo XIX, fueron los
militares de la Independencia. Venezuela botín.
En los 115 años desde 1830 hasta 1945, apenas tuvimos cinco años de
presidentes civiles. Luego, hasta el 1999, con excepción de los diez años de
dictadura, tuvimos 34 años de presidentes civiles. Con todos los defectos, los años más prósperos de la historia de
Venezuela. Ah! y sobre todo: había democracia. Que no la supimos
perfeccionar, es harina de otro costal.
De 1999 hasta hoy… saque cuentas. Maduro, agregaría
un año de presidentes civiles; pero cual isla: rodeado de militares por todas partes.
En los países prósperos, los civiles gobiernan y los militares obedecen. Y punto.
TERCERA CALAVERA: SOCIALISMO
Acaban con la empresa privada. O sea, con la
producción, el empleo, la seguridad, la soberanía. Acaban con PDVSA, con la
CVG, la agricultura. El comunismo, ruta de nuestro socialismo, es puro fracaso.
El comunismo soviético, se suicidó. Las piedras de
Berlín, brincaron una a una y deshicieron el muro. Viet Nam, es hoy un dragón
asiático. China encontró la puerta de salida a su fracasado socialismo: el
capitalismo.
Camboya, Corea del Norte y Cuba, son un vergonzoso monumento
al fracaso.
Esta calavera, el socialismo, es el heraldo de muerte de la prosperidad de los países.
Como las autocracias reescriben la historia, si la
“revolución” sigue desgobernando, cuando el comunismo nos llene de zombis, les
contarán que la “revolución” llegó con unos uniformados en tres calaveras, con
la cruz del marxismo y pregonando la igualdad.
Y con ese cuento, terminarán de borrar al odiado
Colón.
Por supuesto, no explicarán porqué los venezolanos de
la nomenklatura, son más iguales que los otros, ni por qué hay tanto joven
preso por protestar, ni por qué meten a los presos políticos en celdas comunes,
ni por qué no hay comida, ni por qué todo está tan caro, ni por qué irrespetan
a los opositores, ni porqué los jóvenes se van en masa al extranjero…
Bienvenido Chuo.
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