ARGELIA, GASOLINA Y CITGO: LA MISMA COSA
Rafael
Gallegos Blog. Núm. 162
Ya se le ven las costuras a PDVSA… si fuera
pantalón de muchacho, ante los rotos y deshilachados, se podría hablar de moda.
Pero el problema es mucho más serio. Se trata del principal negocio de
Venezuela, que hace aguas, o mejor, que hace gasolinas. Como a un enfermo
crónico, y esa parece ser la realidad, a la petrolera venezolana, le da de
todo. Derrames, explosiones, producción en barrena, sobresaturación de
personal, desinversión, deuda, desnaturalización del negocio, “martillo” al
Banco Central y paremos de contar. Si esa es la soberanía petrolera, cómo será
la dependencia.
La problemática que se plantea en el título, tiene
un factor común: la mala gerencia.
Porque lo de importar crudos de Argelia, además de
ser digno de Ripley - el país con más
reservas en el mundo importando petróleo - más que importación, es confesión múltiple: de la decadencia de la
producción de nuestros crudos livianos, del daño de los mejoradores de Jose, de
la desinversión, de la falta de exploración y producción, de la capacidad de
los socios de la Faja, de la no construcción de nuevos mejoradores, y un largo
etcétera.
Sólo la historia podrá absolver esta cadena de
desaguisados. Claro, si la siguen escribiendo los “revolucionarios”. A esta
importación de crudo, hay que agregar la de gas desde Colombia, la de
componentes de la gasolina desde Estados Unidos… lo único que nos falta, y
suena a chiste; pero no sería tan insólito, es que algún día importemos
petróleo… de Cuba.
Lo del alza del precio de la gasolina, se cae de
anteojito. En un país normal, sería lo lógico. Pero en la Venezuela actual, hay
bemoles. Si tenemos los sueldos más bajos de mundo- el mínimo se acerca a los
50 $ - ¿cómo vamos a tener gasolina a precios de países prósperos? Además, ¿qué
va a hacer con ese dinero el gobierno, que ha dilapidado más de un millón de
millones de dólares? Casi como darle plata a un bebedor crónico para que la
“invierta”. Y como componente moral, ¿le vamos a cobrar gasolina a nuestros
ciudadanos mientras la regalamos a otros países? Insisto, regalamos: el Valor
Presente Neto con las condiciones de “venta”, dos años muertos y al 1% de interés, da
negativo. O sea…
De todas maneras, creemos que sí hay que subir la
gasolina; pero dentro de un enfoque integral de país. Lo contrario, es echarle
más arena a la playa. Y cuidado, es lo que temen los gobiernos, leña al fuego.
Y sobre todo, seguir atormentando a Venezuela con
medidas aisladas, como el capta huellas voluntario; las insólitas eliminaciones
de las colas en los mercados y del contrabando… para acabar con la escasez; o con medidas inconclusas, como el diálogo. Venezuela merece seriedad.
Y la venta de CITGO, muy simple, para obtener
divisas. No se descoque. No hay dólares. Lo demás es cuento. Que si las refinerías dan
pérdidas, no se trata de petróleo, a veces
dan ganancias y a veces dan pérdidas. Que si las refinerías quedan en el
imperio, USA es nuestro gran mercado más
cercano y paga de contado. Que es tan mal negocio que nadie la quiere
comprar, claro no todo el mundo tiene
yacimientos de crudo pesado y extra pesado en el patio de su casa.
Las refinerías propias en el extranjero, son
consecuencia de la política de Internacionalización de la vieja PDVSA, con la
idea de colocar- de la vaca a la boca- el
petróleo pesado y extra pesado nuestro, en los tanques de gasolina del primer
mundo. Si vendemos CITGO, será más difícil colocar ese tipo de crudo.
Ganará quien la compre y perderá Venezuela. Las transnacionales, que si saben de
petróleo, insisten en sus negocios integrados exploración, producción y
refinación, para ser más competitivos en su mercadeo.
Y nosotros, ¿vamos a desmantelar lo que tanto ha
costado? ¿A “quincallizar” el negocio petrolero? No es quincalla, es petróleo.
Pregúntenle a las transnacionales, tan fusionadoras ellas.
LA MISMA COSA
El factor común de estos problemas “petroleros” y
de otros que seguramente vendrán, es la mala gerencia. La botada de los 23.000
petroleros en el 2002- lobotomía empresarial- acabó con buena parte de la
inteligencia corporativa. Y comenzó la barrena, que forma parte de la
Destrucción Estratégica de Venezuela.
A la “revolución” no le conviene un país productor
de cinco millones de barriles. Eso significa capital económico en manos de los ciudadanos, que es poder y en
las democracias se transforma en capital político. Y obstruye los planes de
permanecer forever en el poder.
“Yoprovoquéleparo”,
dijo Chávez. A confesión de parte…
Pero como que se les fue la mano. De tanto jugar a
ser dioses, los está agarrando la vorágine. Recuerdan a Ícaro, acercándose al
sol…
A lo mejor querían destruir; pero no tanto que
se les derritieran las alas.
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