CHAVISMO GIORDANISMO
Rafael
Gallegos Blog. Núm. 152
La carta de Giordani está escrita como si él no tuviera
ninguna responsabilidad en el desastre. Como si no hubiera sido la eminencia
gris de esta “revolución”. Como si el naufragado “modelo” revolucionario, no
pudiera ser bautizado Modelo Giordani.
Pero antes de continuar, me permito agregar, que lo
que realmente reta mi imaginación al leer la carta, es observar como el ex
ministro osa destacar entre sus logros, nada menos que… la recuperación de
PDVSA. ¿Será que se está adjudicando como su propio logro la baja de producción
en 30%, o el no incremento en 3 millones de barriles diarios, o la triplicación
de los empleados, o la multiplicación de la deuda, o el “martillo” al Banco
Central, o tal vez hasta la lamentable explosión de Amuay, o la corrupción? …
no me recupere compadre. Y aunque usted no lo crea, a 100 $ el barril.
Continuando con lo de eminencias grises, se puede
afirmar que así como tras un gran hombre hay una gran mujer (ahora al revés),
tras cualquier líder de cualquier gobierno hay una eminencia gris.
Lo fue Keynes tras la recuperación norteamericana cuando Roosvelt.
Cavallo tras el abatimiento de la inflación de Argentina en la era Menem. Lo
fue el olvidado Carrillo Batalla en el segundo gobierno de Betancourt. Petkoff
cuando Caldera. Miguel Rodríguez y Tinoco, cuando CAP dos. Lo de eminencia es
un decir. Podría ser una hondura, o una depresión, gris. Buenos o nefastos,
todos los presidentes tienen tras bastidores, su “eminencia” gris. O roja- rojita,
como es el caso de Giordani.
Y los reyes también. Los ministros Turgot y Necker,
le advirtieron hasta el cansancio a Luis XVI, asumir cambios para evitar la
explosión del descontento. La sordera del Rey, trajo como consecuencia nada
menos, que la Revolución Francesa.
EL PADRE DEL
MODELO
Los lodos que trajeron este pantanal en Venezuela,
corresponden a un modelo. Al del socialismo del siglo XXI. Las expropiaciones e
invasiones al son, claro que cubano, de exprópiese, nos han y traído a esta autocracia del “no hay”.
Expropiaron aceiteras, azucareras, siderurgias,
haciendas, empresas de alimentos y no hay cómo freír, ni cómo endulzar, ni cómo
etcétera. Juegan a ser Dios controlando todos los precios y se convierten en
los padres del mercado negro. Controlan el dólar y cual Houdini, lo
desaparecen.
El modelo (¿Modelo
Giordani?) coloca obstáculos a la
empresa privada, considera que ser rico es malo y ladrón al empresario
enriquecido. Desempolva un trucutrulento, de Trucutrú, esquema de precios
justos. Exacerba el rol del Estado, y lo convierte en fallido empresario. Licua
las instituciones. Zombiniza al poder electoral. Mete todo en un vaso, lo bate con
palabras mágicas abra cadabra y cierra la
empresa… lluvia de estrellas, polvo de mar, aboba al poder electoral, y…. Eureka: inflación record mundial, escasez record mundial, devaluación
record mundial y autocracia por lo menos, semifinalista, en este mundial.
Tal vez al ministro le pasó como al científico que
creó a Frankestein. Cuando vio su monstruo, se asustó.
Lo peor es que nadie le cree. Y los oficialistas
hablan de traición y deslealtad. Tratar de diferenciar a Chávez de Maduro!!!
Chávez el bueno y Maduro el malo!!! Por favor. Si Chávez hubiera hecho un gran
gobierno, costaría años desmontar los beneficios. Maduro heredó un país en
quiebra.
La verdad es que lo más creíble para Giordani,
sería que pidiera perdón. Tal vez el pueblo podría aceptar disculpas, si
mostrara arrepentimiento. Y para ello tendría que comenzar, digamos por divulgar la lista de los 20.000 millones
de dólares de Cadivi.
Mientras tanto, Venezuela, se prepara para una
nueva etapa. Las sociedades no se suicidan. De la crisis, emergerá un
liderazgo, o ya emerge: Ledezma. María Corina, Leopoldo, Capriles. El que esté a
la hora del cambio, en la posición anotadora.
Y quién sea, tendrá que aplicar un programa de
gobierno que incluya la libertad de empresa, sin complejos, el capitalismo. Y
tendrá que definir un Estado descentralizado, estratégico, enfocado hacia la
gerencia de políticas sociales que realmente acaben con la pobreza. E
independizar las instituciones: Justicia Justa; Asamblea respetuosa de las
ideas; Ejecutivo con Majestad, respetuoso de los ciudadanos; Poder Moral,
moral; libertad de expresión. Elecciones
transparentes y alternabilidad. Ah! y que no seamos protectorado de otro país.
Esa es la ruta hacia el primer mundo. Nuestro
programa de gobierno. ¿Qué de dónde lo sacamos? Muy simple, copiado de todos los países exitosos que en el mundo han
sido, o van siendo.
Y por supuesto, una democracia que no tenga que escribir cartas si el barco suena glub,
glub, glub.
Comentarios
Publicar un comentario