“LA PATRIA SOY YO”… DICE AHORA EL GOBIERNO

  
Rafael Gallegos                                                                  Blog. Núm. 139


Ahora la “revolución” intenta copiar al rey absolutista por antonomasia, Luis XIV, autor de la frase “el Estado soy yo”. Parecen decir: La Patria soy yo. Algo así como Venezuela soy yo, y por lo tanto el que habla mal del gobierno, habla mal de la patria.

Por ello les incomoda que María Corina Machado, todas las ovaciones del mundo y una más para ella, vaya a la OEA, a “hablar mal de Venezuela”, como si ellos fueran la patria. Ahora y que María Corina va a la OEA a malponer la patria.

Creen que los venezolanos somos bobos y pretenden que nos creamos el siguiente silogismo:

                           Soy el gobierno soy la patria
                           María Corina habla mal del gobierno
                           Ergo, María Corina habla mal de  la patria 

No engañan a nadie. Una cosa es la patria y otra radicalmente diferente, hasta la antípoda, es el gobierno.

Por ello para salvar a la patria, es imperativo denunciar al gobierno. Es más, malponer al gobierno es bienponer a Venezuela. Así que palante María Corina. La patria os lo agradecerá.

Porque la patria no puede ser el barranco por el que estos flautistas de Hamelin  han zumbado a Venezuela. No es patria la licuefacción de poderes, ni es patria la permanente felicitación a los torturadores, y menos es patria la escasez crónica  de, en orden alfabético: aceite, azúcar, baterías, café, democracia, dólares, empresas, gasolina, harina pan, independencia de poderes, insumos hospitalarios, jabón, leche en polvo, papel higiénico, papel de periódico, petróleo, repuestos en general, respeto a los que piensan diferente, sentido común… hacer estas denuncias, ¿es hablar mal de Venezuela?

La “revolución” recuerda al marido que golpea a su mujer y cuando el vecino le dice que deje el escándalo y no sea cobarde porque a las mujeres ni con los pétalos de una rosa, le responde: no te metas que en mi casa mando yo y tácata, suenan los cachetes de la pobre mujer.

-      Injerencista- continúa gritando el marido, furioso.

Nuestros vecinos latinoamericanos, vergonzosamente se han hecho los locos. En lugar de advertir al vecino que deje de golpear a la mujer, se han dicho entre sí: hazte el loco que ese es prestamista de la cuadra…

Gracias Panamá y gracias a los otros once que se enfrentaron al autoritarismo venezolano en la OEA.

La verdad es que en este momento, la patria es María Corina. La voz del pueblo. La voz de más de media Venezuela. La voz de la Democracia.

Y cómo le temen. Son muy  “valientes” para, escudados tras el poder insultar al trono, a caprichito, a la oligarca, al vampiro, qué irrespeto… a la Majestad Presidencial. Y mientras insultan, llaman a un diálogo que más bien parece un soliloquio. Nadie les cree, y menos cuando bloquean la charla de María Corina en la OEA con infantiles excusas, que sólo traslucen su pánico a la verdad.

Pero les salió el tiro por la culata. Tantas zancadillas, fueron un discurso magistral que le dijo al mundo lo que pasa en Venezuela. Tal vez ni María Corina lo hubiera dicho mejor.
Pero lo va a decir. El mundo tiene que saber lo que pasa en Venezuela. Que la patria no soy yo, que la patria somos todos. Que en el nombre de Bolívar han herido al legado bolivariano. Tratan de vender que el Libertador estaría en el gobierno, cohonestando tanta desfachatez… ni que fuera Boves.

La realidad es todo lo contrario, cada venezolano demócrata es un pedacito del Libertador.
Como decía mi inolvidable padre, comenzaron como incendiarios y terminan como bomberos.

Fueron la esperanza y son la frustración. ¿O es que los millones que desfilan en las calles de todas las ciudades no son venezolanos? Como dirían los joviteros: uh, en Venezuela si hay fascistas.

Comenzaron como mesías y terminan como falsos profetas. Por eso, viven a la defensiva. Y como las sociedades, al igual que los organismos, producen sus propios antídotos, está creciendo el liderazgo como monte. Por ejemplo, estos estudiantes haciendo historia.
María Corina es una expresión de ese liderazgo emergente. Hoy, tiene la bandera para  bienponer a Venezuela en la OEA.

Y por cierto, le hagan lo que le hagan en la Asamblea, la boten, le vuelvan a pegar, le prohíban la entrada a la Asamblea, María Corina, siempre será la diputada del pueblo.


La patria soy yo, intenta vendernos el gobierno. Dime de que te jactas y te diré de adoleces. 

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