PAZ SARDÓNICA VS PAX ROMANA


Rafael Gallegos                                                                  Blog. Núm. 134

La verdad es que lo único que ha revolucionado este gobierno, es el significado de las palabras. Opositor por enemigo, empresario por ladrón, socialismo por prosperidad, capitalismo por hambre, los Castro como sinónimo de democracia, independencia como colonialismo cubano. Así, fascismo es el apodo que utilizan para el liderazgo democrático que pide derechos elementales. Por ello, que  es que, según  el dialecto “revolucionario”, hay tanto fascista en Venezuela.

Ahora, vaya usted a saber lo que significa para ellos la palabra paz. Tal vez signifique discursos diciéndole drogadicto a Leopoldo, o asesino a Capriles, o ricachona a María Corina. Puro paz y amor. Eso sin contar las amenazas de radicalizar la “revolución”.

O quizás para el gobierno paz sea culpar, sin pruebas, en cambote con todos los poderes y en contra de los videos, a los dirigentes opositores por los muertos y lesionados de las marchas que  convoquen. A Capriles por la de abril. A Leopoldo por la del 12 de febrero y aunque usted no lo crea, a Capriles, Ramón Guillermo Aveledo y Ramos Allup, por los muertos de las marchas futuras. Adivinos habemus.

¿Qué paz están convocando? ¿Será la paz del dictador Juan Vicente Gómez? Aquella de unión, paz y trabajo: unión en las cárceles, paz en los cementerios y trabajo en las carreteras. Esa tenebrosa pax gomecista que duró 27 años y al finalizar sólo  había hambre, paludismo, terror. Ah!, eso sin  contar los muertos y torturados de las cárceles. 

Otra cosa muy distinta fue la  pax romana. La del emperador Augusto y sus sucesores, que duró más de doscientos años. Época cuando los pobladores del Imperio Romano mejoraron su calidad de vida mediante mejores y seguras rutas de comunicación, producción de bienes y servicios, intercambio comercial, puro bienestar económico. La  prosperidad se vio reflejada en las ciudades más funcionales, habitables y hermosas. Eso sí es paz.

¿Y LA PAX BOLIVARIANA?

Lo de bolivariana es un decir. El Libertador le queda demasiado grande a esta catástrofe.
Más bien parece pax sardónica, equivalente a esas sonrisas que son pura mueca.
La “revolución” propone paz sin papel higiénico, sin harina pan, sin leche, sin aceite, con 28% de escasez. Una cifra más alta sería carencia crónica, como en las guerras.  Con más de 50 % de inflación. Más, sería hiperinflación. Con uno de los índices de violencia más altos del mundo. Más, ¿quedaría alguien para contarlo?

Pax sardónica, con hegemonía comunicacional, con los medios cerrados o por cerrar por falta de papel.

Ah! y sin contar los poderes públicos licuados – jugo, zumo, hugo- y ahora madurados.

LOS INGREDIENTES DE LA PAZ

Paz es lo que buscan los estudiantes cuando salen a la calle buscando el futuro. En el fondo no quieren alimentar la increíble diáspora de un pueblo petrolero.

Antes de continuar aclaramos que los jóvenes somos todos. Como decía el Maestro Uslar no se está joven, ni viejo, se está vivo. Todos, jóvenes y viejos,  queremos paz. Ni falsificada, ni sardónica. Queremos la paz democrática, o sea:

1.- Democracia. Poderes Públicos independientes. Libertad de expresión en los medios públicos y privados (cero exclusiones y cero amenazas). Libertad para manifestar sin ser respondido con insultos, respeto. Anular este proyecto de poder absoluto forever, tipo castros que castran en Cuba. Respetar la alternabilidad mediante elecciones limpias. Liberar los presos políticos. Permitir el retorno de los exiliados. Acabar con la persecución mediante  listas tipo tascón.

2.- Verdadera disminución de la pobreza y maximización de la prosperidad. Comida y  bienes esenciales. O sea, deben reconocer el visible fracaso del modelo y negar los absurdos principios económicos de la “revolución”. Fomentar la empresa privada, eliminar tanto control que los han convertido en fracasados dioses. Respetar a los empresarios, fomentar el emprendimiento.

3.-Rescatar la industria petrolera – en barrena y endeudada- y  las empresas de Guayana. 

La paz se da cuando los gobiernos democráticos tienden a satisfacer las necedades de los ciudadanos  en salud, educación, seguridad, realización y autoestima.

O sea, todo lo contrario de lo que hace este gobierno.

Con Leopoldo y los jóvenes de las manifestaciones presos y algunos torturados,  con María Corina candidateada para eliminarle la inmunidad parlamentaria, con la manifiesta hegemonía informativa del gobierno, el eterno irrespeto a la expresión de millones de opositores y la   robotización de los empleados del gobierno no se logra, por más que se le invoque en cadena nacional, ninguna paz.


Sólo sonrisas sardónicas, muecas que si por casualidad fueran risa, sería burlándose de las esperanzas del pueblo. De ese pueblo que despierta aceleradamente…

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