ESTERTORES
Rafael Gallegos
Blog. Núm. 99
Agudice el
oído. Observe la jadeante respiración. Oiga los ruidos carrasposos y
entrecortados que emanan de los pulmones. Mire los ojos cansados, opacos, con
un dejo de desesperación y como queriendo salirse de las órbitas. Palpe las
pulsaciones anormales. A la “revolución” le cuesta respirar. Ya el aire no pasa
victorioso entre los bronquios como antaño. Tanta mucosa acumulada los asfixia.
Está en sus estertores. Demasiados
errores acumulados.
El primer
error fue pensar que podían copiarse del modelo cubano. Destruír la democracia y destruir la economía. Destrucción
Estratégica, “para comerte mejor”, como le dijo el lobo a la caperucita,
curiosamente vestida de rojo rojito como nuestro obligado pueblo.
Se
estrellaron con la tradición democrática de los venezolanos. López, Medina, Betancourt,
Gallegos. El paréntesis dictatorial del militar Pérez Jiménez y luego los
llamados 40 años. Los venezolanos actuales, hemos vivido mayoritariamente en
democracia. Por ello, la llevamos en los tuétanos.
Como
advirtió el analista Rafael Poleo:
1.- Esta “revolución”
es inviable.
2.- Dejarán
tras ella una dictadura para contener las fallidas expectativas de las masas.
La primera
parte de la observación de Poleo, se está cumpliendo. Los venezolanos
observamos la inviabilidad de tanta desfachatez.
La segunda
parte… hay que luchar por una salida democrática.
DESTRUCCIÓN DE LA DEMOCRACIA
Durante la
“oprobiosa” y mal llamada cuarta república, hubo nueve elecciones
presidenciales, siete fueron ganadas por la oposición. El árbitro era integrado
por representantes de los principales partidos políticos y por independientes.
Los gobiernos no hacían campaña por su partido. El almirante Larrazábal, sin
estar obligado por la Ley, dejó la Presidencia para ser candidato. Puro
destello de grandeza. Raúl Leoni le
entregó el gobierno al opositor Caldera,
por apenas treinta mil votos de diferencia en 1968. Aquellos eran demócratas.
Hoy no hay
manera de ganarle al gobierno. Capriles pide conteo, impugna, demuestra y la
respuesta es, por ahora, el silencio. Como si los poderes públicos fueran
propiedad del gobierno. ¿Lo son?
Las
elecciones venezolanas están plagadas de ventajismo. Los medios y las empresas
del Estado trabajan descaradamente para el candidato del gobierno. El árbitro
se coloca el brazalete del 4F. ¿Qué dirían los hinchas de un equipo si un
árbitro se vistiera con el uniforme del equipo contrario? Eso… no es democracia.
En la
Asamblea, ni dejan hablar a los opositores. No les pagan y les pegan. El dedo de Chávez ha sido sustituido por el puño.
Sin embargo,
el espíritu democrático de los venezolanos ha impedido que puedan calcar el
modelo cubano. Como dijo Betancourt, los venezolanos seguimos adelante, por
arriba de las tumbas, adelante.
DESTRUCCIÓN DE LA ECONOMÍA
La otra pata
de la copia al modelo cubano, es la destrucción de la economía. Y allí, si han avanzado.
PDVSA
produce con el triple de gente, la tercera parte de lo que debía producir. Le
debe una vela a cada santo. La refinación da pérdidas, además importamos cien mil barriles de gasolina todos los días.
La misma
ruta sigue el hierro, el aluminio, la electricidad, las industrias. ¿Quedará
algo? Han asfaltado la ruta de la escasez. Desde las invasiones y
expropiaciones a los negocios, los insultos, La infiltración “socialista” en
sindicatos, los recortes de divisas. Puro obstáculo. Y así quieren que los
inversionistas tengan confianza e inviertan.
La
consecuencia: no hay. Al revés que
la Polar, donde sí hay. No hay mantequilla, papel higiénico, carne, aceite,
cabillas, cemento. Los reyes de la escasez.
La excusa: los
pobres. Los sin techo que viven en las casas “estadísticas”, que medio comen a
precios regulados cuatro veces por debajo de la realidad, que son consumidos
por la brutal violencia. Los pobres, pura excusa, porque la carencia se empeña
en copiarse del dinosaurio de Monterroso y cuando el pueblo despierta… sigue
allí.
Ah! Y en
2012, el consumo per cápita de carne… es
inferior en 28 % al de 1998, Fedenaga dixit. Tanto nadar para ahogarse en la orilla.
Ningún
pulmón aguanta tanto desarreglo. De allí los estertores. Y ahora se culpan
entre ellos mismos.
Puro fracaso. El Desastre, diría Pérez Alfonso. Lo
cierto es que, primero Chávez y luego Maduro, han resultado el mismo musiú con
distinto cachimbo. El peor gobierno de que tengamos noticia los venezolanos.
Desconcertados, sin dirección. Cumplen la máxima
griega: los dioses ciegan a los perdedores. Perdieron ellos y perdió el país
durante catorce años. Puro estertor. Decía Shakespeare, que la noche es más
oscura antes del amanecer.
PD. Tres inventos
de la “revolución”:
1.- El TV por cable bidireccional.
2.- El avión caza voces.
3.- La iguana come cables.
Pura creatividad.
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