LA GALLINA DEGOLLADA
Rafael
Gallegos Blog núm. 331
La realidad se alimenta de
la fantasía. Por ello el prisionero más famoso es el Conde de Montecristo,
Macondo la ciudad más emblemática y Doña Bárbara uno de los personajes más comentados
de Venezuela. Y ninguno ha existido más allá de nuestras mentes.
El cuento “La gallina de los huevos de oro” ha significado una figura
petrolera muy poderosa en nuestro imaginario colectivo: los huevos de oro son
la Renta Petrolera y la gallina de los
huevos de oro es Pdvsa.
Hoy el desastre de Pdvsa es
tan gigantesco, que el cuento referido ha quedado demodé. Podemos sugerir otro, catalogado como de terror, cuya
autoría es del maestro uruguayo Horacio Quiroga: “La gallina degollada”. El argumento
lo mostramos a continuación de manera muy resumida y demasiado libre:
“Se
trata de un matrimonio que tuvo la mala fortuna de procrear cuatro niños que en su infancia
desarrollaron problemas mentales muy severos que los llevaron a nivel de
inconciencia. Con el tiempo los padres los fueron rechazando y no los mantenían ni
limpios ni alimentados como era debido, ni con cariño. Luego tuvieron una niña
linda y saludable a la que consentían hasta lo indecible.
Un
día degollaron en casa una gallina y los niños observaron la operación y la
sangre derramada. Otro día todos los niños estaban solos, hubo un accidente y
los varoncitos le hicieron a la niña lo mismo que a la gallina.”
Pdvsa, roja como la sangre
de la gallina, refleja este cuento de Quiroga. Para empezar hace tiempo que no
da huevos suficientes. Los ingresos por venta de petróleo ya no le alcanzan.
Tiene que pedir al Banco Central que le pase una mesada de dinero inorgánico
que termina alimentando esta vorágine hiperinflacionaria. ¿Recuerdan
cuando Pdvsa mantenía al país?... parece
que fue ayer.
Cual antípoda de Midas,
quien todo lo que tocaba lo transformaba en oro, los “revolucionarios” tocaron con
su varita mágica a la empresa “con las
mayores reservas petroleras del mundo” y aunque usted no lo crea… la
transformaron en hambruna petrolera.
¡Que la gallina no ha
muerto!, podrían argumentar algunos “revolucionarios”. Yo no lo sé. Lo que sí
sé es que ha perdido sus funciones vitales. Como producir gasolina (ahora la importan y como son tan mala paga
nadie les quiere fiar), o producir
divisas para el país (cada vez producen menos y deben más), o incrementar la producción (la única barrena
“exitosa” es la baja de producción a paso de vencedores), o la transparencia de
las operaciones financieras (cómo será el desfalco que en un “¿autosuicidio?”
ellos mismos se están “privando de libertad”). Ah! y ni hablar de la
conservación de las instalaciones y el ambiente donde abundan las explosiones,
los derrames, los pozos dañados y un largo etcétera.
Funciones vitales:
pulsaciones, respiración, fondo de ojo, qué se yo. Tal vez los petroleros
revolucionarios argumenten que Pdvsa no está muerta, que está de parranda.
¡Ojalá! O tal vez el general presidente de Pdvsa y su muy experimentada Junta
Directiva sean asertivos con el negocio. ¡Ojalá!... pero las peras no dan olmos, ni los mangos aguacates.
Ingenieros petroleros
solicitan batallón militar para comandarlo. Y no se rían… lo que es igual no es
trampa.
Hoy observamos videos de
trabajadores petroleros tocando cascos (en lugar de cacerolas), se habla de
taladros y refinerías parados, de muchas renuncias. La destrucción es tan
gigantesca que la gallina para sobrevivir solo le quedará transformarse en Ave Fénix.
Yo
provoqué el paro, había que tomar esa colina que era Pdvsa…
dijo el comandante eterno. Y botó más de 20.000 técnicos enorgulleciéndose de tomar esa colina… de quiebra petrolera
programada. Pura destrucción estratégica. Tipo Cuba comunista. Y desengáñese,
que esto sí es comunismo.
Y este modelo de
destrucción comunista lo extrapolan al país. Acciones y frases como guerra
económica, exprópiese, yo te voy a dar pernil, los puntos rojos en el área de
votación, dakazo en los supermercados o monstruos que atacan en altamar a los
barcos que traían los perniles, alejan a las masas de valores como la
productividad, el trabajo, el esfuerzo y la democracia, pilares fundamentales
para desarrollar un país.
Y esto de los sueldos que están
tan pero tan malos, que ya no es negocio trabajar es típico de los comunismos
que buscan el marasmo social… para comete mejor.
Pilas y guáramo, porque a
pesar de todo somos más, tenemos razón y la historia nos favorece. Pilas y
guáramo, no tengamos que escribir mañana Venezuela degollada.
PD1:
Marzo: “elecciones” en la “democracia” cubana… sin comentarios.
PD2:
¿Cuándo le responderán a Andrés Velásquez?
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