PETRÓLEO, LA NACIONALIZACIÓN DESBARATADA (y II)
Rafael
Gallegos
Blog. Núm. 159
Luego de nacionalizado el petróleo en 1975 - en
realidad fue estatización; pero ello no desmerita per se - se adelantaron varias
estrategias.
La Internacionalización,
para incrementar la capacidad de mercadeo y colocar los crudos pesados. El Cambio
de Patrón de Refinación, nuestras
refinerías estaban conceptualizadas como de residuales, el cambio permitió incrementar
la producción de gasolina en unos 300.000 BD. Para optimizar las operaciones,
se integraron las refinerías de Falcón.
Se desarrolló la Faja, así como las áreas nuevas de
Monagas y Apure, generando casi dos millones de barriles diarios. Se
desarrollaron los trenes de gas.
Se aceleró la Investigación y el Adiestramiento con
CIED e INTEVEP. Se implantó una moderna política de Responsabilidad Social, sin
sustituir las funciones del gobierno.
Luego, la Apertura permitió incorporar capitales
privados para explorar, sin costo para PDVSA, 14 prospectos. Se llegó en la
Faja, con precio de 10 $ el barril, a más de 500.000 B/D, con sus mejoradores
en el Condominio JOSE, otro logro de la Nacionalización. Se desarrollaron los llamados campos maduros,
hasta 500.000 B/D.
O sea, se transformó una empresa “saca tubos”, en
un emporio energético.
NACIONALIZACIÓN
DESBARATADA
La “revolución” desbarató la Nacionalización. Menos
producción, más explosiones, más empleados, más deudas, menos productividad,
daños en los yacimientos y en las instalaciones. Una PDVSA pre quebrada. Ahora
habrá que comenzar de nuevo. Como dijo alguien, volver a Gómez.
Más que la Nacionalización, desbarataron la
industria petrolera. La despedida de los
23.000 petroleros democráticos, fue el punto de inflexión. La destrucción
estratégica de Venezuela, pasa por la
destrucción de la industria petrolera.
REFLEXIONES
PARA LA NUEVA INDUSTRIA PETROLERA
-
Nunca es tarde. Más se perdió en Europa y se recuperó. En Venezuela hay talento para
recuperar la industria. Y capacidad para importarlo.
-
Chávez no es la continuación de Betancourt. Al contrario, es la negación. Desbarató la
Nacionalización. Hay que analizar cada período ubicándose en contexto. Si no,
¿para qué sirve la Historia?
-
No hay que satanizar al Estado. Venezuela vivió sus primeros 80 años con un Estado
pobre. Y la corrupción, la injusticia, los abusos, estuvieron a la orden del
día. La Guerra Federal, no es casual. Se dio porque la llamada Oligarquía
Conservadora (1830+) no satisfizo las expectativas de la mayoría. Luego de la
Guerra Federal, con el llamado Liberalismo Amarillo, no se superó la situación.
El país seguía siendo improductivo, palúdico, de gobiernos corruptos, endeudado
y enguerrillado.
Con el petróleo, el Estado comenzó a ser rico. Se
logró un desarrollo entre los años 30 y los setenta, impensable. Uno de los
crecimientos sostenidos más altos del mundo. Luego del boom de CAP, comenzamos
este tobogán.
No hay que satanizar al Estado, hay que definir su
rol para estos años que vienen. Ni tan
débil, que caigamos por ejemplo en otra Ley
del 10 de abril de 1834 (dicen que por allí se coló la Guerra Federal), ni
tan castrador como el actual.
Japón y los Dragones, los grandes ejemplos de éxito país en las últimas décadas, tienen
como factor común estados fuertes que orientan las estrategias. Ojo, esto no
quiere decir productores.
El
Petróleo es uno de nuestros pivotes
estratégicos para el futuro.
Si fallamos en la concepción y praxis de la nueva industria, seguiremos en el
triste rol de limosneros sentados en un barril. Hay que alinear con mucho tino la
VISIÓN PETROLERA en la VISIÓN VENEZUELA.
El
futuro del petróleo… Primero,
desarrollar una nueva industria
petrolera, hasta donde lo permita el mercado, controlada por los
venezolanos (Estado +gremios, universidades, academias, empresarios)… he ahí el
primer reto. Con la máxima inversión privada y tecnología de punta. Utilizando,
no en exclusiva, la figura de Empresas
Mixtas. Definiendo el uso de la Renta, y la orientación de la economía conexa… Segundo, acelerar el desarrollo de una
Petroquímica de primer mundo, que sirva, junto a la economía conexa, de
pivote para la industrialización y el desarrollo de la agroindustria.
Y para décadas posteriores, vislumbrar a la Faja
como el granero del mundo. Desde ya
hay que investigar, como por ejemplo en Japón, las posibilidades del petróleo
como alimento. Total, es materia orgánica, como todo lo que comemos.
No hay que descartar nada. Luego de las
catástrofes, viene la innovación como herramienta de sobrevivencia. Y no lo
dude. Estamos en una catástrofe.
Y tampoco hay que inventar tanto. Veamos cómo hacen
los países exitosos. Se solicitan políticos que sepan coordinar equipos
con visión de futuro.
Porque el futuro en nuestro. Peor estaba Bolívar en
Pativilca.
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