PÉREZ JIMÉNEZ: “ELECCIONES” Y REFLEXIONES
Rafael
Gallegos 694
A Rómulo Gallegos lo tumbaron menos de un año después de haber ganado las
elecciones con más del 70 % de los votos. Y el mismo pueblo de la masiva
votación… ni protestó.
Cuando el novelista llegó exiliado a La Habana, expresó que la Embajada
Norteamericana había estado tras el golpe, tal vez porque el Congreso aprobó el
fifty – fifty once días antes de éste. Posteriormente Rómulo Betancourt lo
contradijo en su monumental libro “Venezuela
Política y Petróleo”, seguramente pensando en suavizar relaciones con Estados
Unidos para allanar su posible retorno al poder, una vez superada la dictadura.
El gobierno militar procedió a ilegalizar a AD, así como a disolver al
Congreso Nacional, a las Asambleas Legislativas, a la CTV y al CNE. Además,
eliminó la libertad de expresión. Pura dictadura.
La Junta militar quedó integrada por los coroneles Carlos Delgado
Chalbaud como presidente, Pérez Jiménez (el hombre fuerte) y Llovera Páez. En El
Nacional los motearon como Los tres Cochinitos, una marca de manteca muy
promocionada en la época. Como se podrá imaginar, detuvieron a personal del
diario, que cerraron por nueve días. Cuando volvió a circular, el Ministro
del Interior amenazó al propietario: la próxima clausuro el periódico y te meto
preso.
MAGNICIDIO
En noviembre de 1950 fue secuestrado y asesinado el presidente de la
Junta Militar Carlos Delgado Chalbaud. Se dice que la muerte fue accidental,
que solo querían amedrentarlo y hacerlo renunciar. La razón, que Delgado quería
restablecer la democracia en Venezuela, lo que no estaba en los planes de PJ.
El jefe de los secuestradores
Rafael Simón Urbina, que se había asilado en la Embajada de Nicaragua, se
entregó y luego fue acribillado por la policía del régimen. Tal vez porque… sabía
demasiado. El abogado Suárez Flamerich pasó a presidir la Junta.
ASAMBLEA
CONSTITUYENTE
En 1952 el gobierno convocó la elección de una Asamblea Constituyente. La
razón era darse un baño de legitimidad, debido a que estaba pautada en Caracas para
1954, la X Conferencia Panamericana.
AD emitió desde la clandestinidad un documento firmado por Rómulo Betancourt
y el secretario del partido Leonardo Ruiz Pineda, donde expresaban sus razones
para ordenar a su militancia abstenerse. El PCV también rechazó la
participación, considerando la elección como una farsa para legitimar al
régimen dictatorial. Por su parte URD y Copei aceptaron, e hicieron campaña
para integrar la Asamblea.
Cuarenta días antes de las elecciones, la dictadura asesinó al líder de
AD Leonardo Ruiz Pineda, lo que hacía
pensar que se afirmaría la abstención. Sin embargo, la población desobedeció al
mayoritario AD, y al PCV, y acudió masivamente a votar. La oposición arrasó y
sorprendió al gobierno, que al observar el conteo desfavorable se llevó las
papeletas para los cuarteles y adivinen: ganó la mayoría en la nueva Asamblea.
El prócer Jóvito Villalba fue desconocido y enviado con líderes de su partido
al exilio en Panamá.
¿Valió la pena votar? La votación masiva contra el gobierno, obligó al
régimen a robarse las elecciones. Quedaron más deslegitimados que nunca; pero
siguieron en Miraflores por seis años más.
Se instaló una Asamblea Constituyente chucuta, con la ausencia de casi
todos los diputados de URD y Copei. El “presidente constitucional” Pérez
Jiménez estrenó “su” Constitución en 1953, que planteaba elecciones
presidenciales para 1957.
X CONFERENCIA
PANAMERICANA
El Departamento de Estado norteamericano, demostrando lo poco que le
importó la deslegitimación del presidente Pérez Jiménez – el dólar no tiene
amigos sino intereses – le otorgó al dictador el 13 de febrero de 1954, la “Legión de Honor” su máxima condecoración.
Dos semanas después se inauguró el Aula Magna la X Conferencia Panamericana,
presidida por el “condecorado” general y presidente Marcos Pérez Jiménez.
Asistieron delegados de todos los países de la OEA, con la solidaria y digna excepción de Costa Rica,
que manifestó su ausencia por no reconocer al gobierno de Venezuela.
Eran los años de la Guerra Fría (y de la “internacional de los sables”),
y la Conferencia se enfocó en la cooperación militar, de mercados y en denunciar
al comunismo soviético e internacional. Por supuesto que ni se nombró la
palabra democracia.
El canciller de Guatemala Dr. Guillermo Toriello, pronunció un histórico
discurso donde denunció a la dictadura venezolana y defendió a su gobierno de
las acusaciones de comunistas. Es muy recomendable leer “Tiempos recios” de
Mario Vargas Llosa, donde expresa el proceso de falsas acusaciones de
comunistas, que para mantener sus abusivas prerrogativas, hizo la United Fruit
Company, contra los gobiernos democráticos de Guatemala de Juan José Arévalo y
Jacobo Arbenz.
Tres meses después del discurso de Toriello, el gobierno de Guatemala fue
derrocado en un golpe liderado por Castillo Armas, quien instauró una férrea
dictadura militar que le haría compañía en el concierto de sables a Pérez
Jiménez, Trujillo, Somoza, Batista, Perón, Odría…
PLEBISCITO 1957
La Constitución de Pérez Jiménez preveía elecciones en 1957. Rómulo Betancourt,
a pesar del riesgo de convalidar la dictadura y de un gigantesco fraude,
decidió promover la participación. Le sugirió al Dr. Rafael Caldera que fuera
candidato unitario.
Los asesores de PJ le explicaron que no ganaría (para los nostálgicos de
esa dictadura), porque era muy impopular y los ciudadanos querían salir de él.
Entonces violaron “su”
Constitución e inventaron la figura del plebiscito. SÍ o NO. El pueblo salió a
votar masivamente. Sin garantías, pero obligando nuevamente a la dictadura a
robarse la elección. El resultado 87 %
SÍ y 13 % NO. Los venezolanos sabían que éste había sido invertido.
¿Valió la pena votar? El pueblo fue robado y nada garantizaba que se la
dictadura se largara. PJ parecía más firme que nunca.
Pero el panorama internacional había cambiado. Ya los sables se vencían.
Caían como barajitas las dictaduras. Sorprendiendo a muchos, en enero comenzaron
alzamientos y el 23 de enero, cayó el dictador.
DOS HOMBRES
FUNDAMENTALES
La caída de la dictadura no garantizaba la implantación de la democracia.
Fue una suerte para Venezuela que el vicealmirante Wolfang Larrazábal
quedara al frente de la Junta de Gobierno. Era un militar tan antiguo como
marginado. Durante la dictadura se desempeñó
en los cargos muy subalternos de Presidente del IND y luego Director del
Círculo Militar. Apenas cuando el gobierno se tambaleaba – 11 de enero- PJ le
ofreció el cargo de Comandante de las Fuerzas Navales.
Tuve la excepcional oportunidad de conversar varias veces con el
Almirante. Me contó que cuando presidía la Junta, algunos de sus compañeros
militares le calentaban la oreja para que encabezara un golpe. Y al negarse rotundamente
les dijo: ¿Ustedes me convocaron para que saliera de una dictadura y ahora
quieren que me convierta en dictador?... Un militar de indudable semblante
democrático.
Otra suerte fue que Rómulo Betancourt encabezara el gobierno democrático.
Enfrentó con estrategia y mucho guáramo los
Barcelonazo, Carupanazo, Porteñazo, la guerrilla rural y urbana. Lideró a militares
demócratas y a líderes civiles y logró implantar los cuarenta años de
democracia.
El Pacto de Punto Fijo, los valores democráticos, la valentía de estos
próceres, y el apoyo popular, fueron los soportes de éste exitoso proceso que
hay que conocer, reflexionar, discutir y divulgar, porque a la democracia hay que defenderla todos los
días.
Excelente recuento mi estimado Rafael
ResponderEliminarcuatro aprendizajes que están muy bien refleados:
1. Las condecoraciones no legitiman gobiernos autoritarios; revelan complicidades geopolíticas.
2. El poder económico actúa por intereses, no por principios, como lo demostró la United Fruit Company.
3. Votar, aún sin garantías, puede sembrar condiciones para el cambio político.
4. La ética democrática en líderes militares y civiles es vital para sostener una transición real.
Saludos.
PD: Betancourt murió en Nueva York tras concretar un contrato editorial para publicar sus memorias. En ese año de 1981, Venezuela despedía a un demócrata, y con él, a la Venezuela austera.
Gracias Robny. De acuerdo con tus comentarios.
EliminarNo sabía lo del contrato de Betancourt en 1981.
Deben ser unas memorias inconclusas, pero valdría la pena.
Un gran abrazo.