EL PAQUETE INCONCLUSO DE CARLOS ANDRÉS PÉREZ

 

RAFAEL GALLEGOS  BLOG 616

En 1998 Carlos Andrés Pérez ganó las elecciones. La ciudadanía le dio el voto creyendo que regresaría la bonanza de su primer gobierno.

CORONACIÓN

Su toma de posesión fue fastuosa, el vulgo la denominó “coronación” y a CAP la oposición lo moteó de “napoleoncito”. El festejo fue comparado con la celebración de los 2.500 años del imperio persa, de gran fastuosidad en 1971 y calificada por el futuro jefe de estado iraní Jomeini, como el “festival del diablo”. Fidel Castro fue el invitado más popular, preciso es recordar que causó sensación, que muchos lo adoraban.

Cosas de la época.

EL “PAQUETE”

CAP expresó que cuando llegó al gobierno encontró las arcas vacías, apenas 300 millones de dólares en el tesoro y más de 6.500 millones en cartas de créditos vencidas.

Él había conversado con su futuro equipo de gobierno desde hacía meses. Se dijo que buscó iesaboys; pero lo que nadie ha dicho es que buscó ayacuchoboys, profesionales de altísimo nivel formados con su plan de becas Ayacucho.

Su gobierno planteó un programa de acciones que se conoció como “paquete”.  Unos ajustes macroeconómicos que abarcaron políticas económicas, fiscales, sociales y de servicios públicos. La idea era superar la economía protegida, artificial, basada en moneda dura, que ya era insostenible en Venezuela.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) supervisó el programa de ajustes y ofreció desembolsar en tres años 4.500 millones de dólares. CAP desde su candidatura estaba conversando la renegociación de la deuda, a través de su futuro ministro Miguel Rodríguez.

Entre las medidas del “paquete” destacaron: liberación de precios a excepción de 18 renglones de la cesta básica, incremento gradual de tarifas de servicios públicos, liberación de tasas de interés bancario, las activas hasta un tope de 30 %; unificación cambiaria, eliminación de aranceles, reducción del déficit fiscal a 4 %. Duplicación del precio de la gasolina, sinceración gradual de precios de derivados del petróleo, aumento del transporte público.

Como compensación … se incrementaron los sueldos entre 5 y 30%.

27 DE FEBRERO

La eliminación de subsidios y la liberación de precios significaba alta inflación; la liberación de tasas bancarias mayores pagos de hipotecas, préstamos de vehículos, y de los negocios; igual había alzas significativas en las tarifas de luz, agua, los recibos de condominio… los presupuestos familiares se hacían insuficientes y generó mucho nerviosismo.

Los pasajes de los colectivos también incrementarían sus precios a partir del primero   de marzo. Las líneas de autobuses de Guarenas se adelantaron y la gente, a fin de mes y con su plata contada para el pasaje, se encontró con esa sorpresa. No aceptaron el alza de pasajes. Las protestas devinieron en el “caracazo”.

CAP se negó a responsabilizar por el fatal acontecimiento al nerviosismo generado por su “paquete”. “Las verdaderas causas de estos desagradables sucesos – justificó en su libro Carlos Andrés Pérez. Memorias Proscritas– tienen su explicación, que no se dio entonces, en el estado de insurrección de la Policía Metropolitana” … “los policías metropolitanos participaron activamente en el estímulo de los saqueos”. “… no fue una reacción contra el gobierno …”.

CAP fue el primer sorprendido. Dicen que estaba en un avión vía Barquisimeto y repetía:  No puede ser que mi pueblo me haga esto.

La verdad es que todavía se discuten las causas de este terrible hecho. Hasta se dice que lo provocó Fidel Castro.

Muchísimos muertos. Tal vez allí comenzó la caída del sistema.

LOS RESULTADOS DEL “PAQUETE”

La inflación llegó a 88 % en 1989. Una cifra que iba más allá del imaginario venezolano y produjo descontento. Sería un “autosuicidio”, había comentado – paradójicamente - CAP cuando siendo candidato le plantearon ese escenario.

Sin embargo, en 1991 el “paquete” daba resultados. Venezuela ocupó el primer lugar de crecimiento en América Latina, más de 9 %. El dólar se estabilizaba con la política de crawling peg, y la inflación se ubicó debajo de 40%. El desempleo bajó a 6 %. El salario real se incrementaba. El país se estabilizaba.

Venezuela iba en la ruta de convertirse un Kuwait de América Latina – diría Miguel Rodríguez años después.

Durante ese período se implantó la elección de alcaldes y gobernadores, un avance importante en la descentralización.

A CAP le preocupaba que no se había logrado en el Congreso la aprobación de las reformas fiscales y financieras, complementarias para el éxito de las medidas. Además, “ninguno de los logros se reflejaba en la prensa nacional” – recordaba CAP en el libro mencionado.

4 F…

… Fue un duro golpe para el “paquete”. Según CAP, su reacción ante la intentona ha debido ser endurecer su línea política; pero él no contaba ni con su partido, ni con el Congreso. Se nombró un Consejo Consultivo que en el fondo recomendaba retroceder las medidas. Y comenzó a tomar mucha fuerza la candidatura de Caldera, que desembocó en el triunfante “chiripero”, que sin duda era “antipaquete”.

A partir del 4F y luego el 27N, el gobierno bajó su popularidad y se fue materializando la conspiración contra CAP. Políticos resentidos, empresarios y medios que buscaban atajos para llegar al poder, y pueblo que como siempre termina creyendo cuentos chinos. El presidente Pérez se convirtió en el enemigo.

El cheque de la partida secreta fue apenas una excusa. La suerte estaba echada.

“HUBIERA PREFERIDO OTRA MUERTE”

Se trató de una conspiración civil. Al final los “notables” dieron la estocada. La historia nos dice que fueron tontos útiles del movimiento militar en marcha desde décadas atrás, cuando Fidel Castro y algunos guerrilleros venezolanos derrotados se propusieron penetrar la milicia.

CAP ha podido zafarse con algún leguleyismo y quedarse en la presidencia. Pero se empeñó en pasar a la historia como un demócrata. Y vaya que lo logró.

Que cada quien que asuma su responsabilidad. La “otra muerte de CAP” significó el réquiem de la reforma económica y tal vez fue la primera piedra de este larguísimo túnel que estamos transitando.

¿POR QUÉ FRACASÓ EL “PAQUETE”?

Dicen que era muy difícil implantarlo en un país petrolero. A la gente no le (nos) cabía en la cabeza la necesidad de dejar de ser un país artificial. Además, los partidos políticos, empezando por AD, el partido de Pérez, no creían en las medidas. Por otra parte, el clientelismo sindical y político perdía muchas prebendas. Los empresarios sentían que se les acababa su modus vivendi de décadas, basado en subsidios y proteccionismo. Ahora tenían que competir.

 Parece que Venezuela no estaba madura. Y a esto hay que agregar la pésima comunicación de las medidas, CAP creía que le bastaba con su carisma y liderazgo, “sólo Pinochet y yo podemos implantar un paquete”.  

Paradójicamente faltó mucha política en un gran político. Su hija Carolina expresó que sus maravillosos técnicos no han debido ser ministros sino viceministros, de manera que ministros políticos vendieran el beneficio de las medidas.

HOY

Treinta años después, ya estamos listos para construir un país real. El socialismo del siglo XXI liberó la gasolina, acabó con los préstamos, con los sueldos, con las pensiones. Ya no hay proteccionismo, ni moneda dura, ni intereses protegidos, ni subsidios, ni cuantiosos ingresos petroleros. Ni nada. Ya no hay obstáculos para construir un nuevo país que la ciudadanía pide a gritos. 

Sin forzar mucho la barra, llegó la hora de aplicar el modelo CAP, o uno parecido. El 2024 será el año de salir de este túnel tan oscuro. Observe la luz … y alumbre.

Feliz Navidad y feliz 2024. Hasta el 20 de enero.

Comentarios

  1. Rafael, muy bueno como siempre. Saludos.
    Diego

    ResponderEliminar
  2. Creo que el gran reto que tenemos por delante es la creación de instituciones sólidas. Y el agente fundamental de ese proceso es cada venezolano
    Buen artículo Rafa

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

CUENTOS DE LA BATALLA DE CARABOBO

¿ COMENZÓ LA TRANSICIÓN?

LA GASOLINA Y LOS 23.000 BOTADOS DE PDVSA