DE VEINTISIETE PUÑALADAS ASESINARON A JUANCHO GÓMEZ

 

Rafael Gallegos    Blog 602


Hace 100 años, el 30 junio de 1923, mientras dormía plácidamente en su cama en el Palacio de Miraflores, fue asesinado con saña, de veintisiete puñaladas, como si una o dos certeras no bastaran, el Primer vicepresidente de la República y Gobernador del Distrito Federal, general Juan Crisóstomo Gómez, mejor conocido como Juancho Gómez, y hermano menor del presidente de la República Juan Vicente Gómez.

El hecho acabó con la monarquía hereditaria que había armado el Bagre: su hermano Juancho primer vicepresidente, y su hijo Vicentico, segundo vicepresidente.

EL ASESINATO

La noche del crimen, Juancho presenció en el teatro la obra “El último vals”, sin sospechar que sería el último vals… suyo. Al llegar a Miraflores, donde residía, le dieron un guarapo con sedante. Se quedó profundamente dormido en su cama… y lo descosieron a puñaladas.

LOS SOSPECHOSOS

Al sol de hoy no ha sido resuelto este crimen. Sin embargo, quedan dos sospechosos como autores intelectuales.

1.- Doña Dionisia Bello de Torres

Concubina de Juan Vicente Gómez. Hermosa mujer “blanca, de pelo recogido en moño y lunar en la mejilla”, que en 1886 dejó a su marido para unir su vida en La Mulera con el entonces joven hacendado Juan Vicente Gómez, procreando siete hijos. Doña Dionisia era la madre del segundo vicepresidente de la República, general José Vicente Gómez, Vicentico.

Previamente, una hija del matrimonio de Doña Dionisia, Margarita Torres, fue pretendida en matrimonio por el general Santos Matute Gómez, presidente del Estado Zulia.

Cuando Santos Matute le comentó su decisión a Juancho, éste le dijo:

-      Esa es una perdida

-      ¿Por qué? - inquirió Santos Matute

-      Porque me he acostado con ella- fue la aseveración de Juancho

Parece que la realidad fue que Juancho, parrandero, jugador y mujeriego, había violado a Margarita en una encerrona.

La pobre Margarita ante tal rechazo y escándalo en la sociedad caraqueña no aguanto y … se suicidó.

Doña Dionisia fue tenida como sospechosa del crimen de Juancho porque tenía dos móviles:

-      venganza por la violencia y humillación del primer vicepresidente, que había desembocado en el suicidio de su querida hija Margarita, y

-      el hecho de que su hijo Vicentico quedaría luego del crimen, como primer vicepresidente de la República. O sea, a un saltico de la presidencia.

Además, se dijo que la vieron la noche del asesinato, deambulando por Miraflores, disfrazada de hombre.

2.- Juan Vicente Gómez…

… fue el otro sospechoso.

La noche del asesinato, el dictador Juan Vicente Gómez se había trasladado desde su residencia en Maracay hacia Caracas, para visitar a Doña Dionisia. Como se sabe, el “taita” muy poco salía de Maracay y nunca amanecía con ninguna mujer. Por ello la fatídica noche, ¿sólo casualmente?, pernoctó en Miraflores.

A Juancho sus adláteres le calentaban el oído para que le diera el golpe a su hermano Juan Vicente. Se dice que, aprovechando la estadía de El Bagre en Miraflores, pagó para que lo asesinaran.  

También se dice que el presidente Gómez se enteró, y capturó al mandadero. Le preguntó que cuánto le había ofrecido Juancho para que lo matara.

-      Ajá, yo le doy cinco veces esa suma y busté me mata al muérgano de Juancho…

A Miguel Otero Silva, esta versión se la corroboró años después un chofer de Juancho Gómez.

LAS PESQUISAS

Por las salas de torturas desfilaron centenares de sospechosos de tan horrendo crimen, entre ellos todos los empleados de Miraflores. Los culpables “oficiales” fueron el hombre de confianza del occiso, Isidoro Barrientos, además de Encarnación Mujica y un soldado de apellido Andara. Muchos de interrogados fueron “suicidados”.

El maravilloso caricaturista y humorista Leoncio Martínez, fue acusado y enviado a La Rotunda. Pagó caro el “delito” de decir y repetir jocosamente el acontecimiento asociándolo con las esquinas de Gobernador a Muerto…  

VICENTICO

Juan Vicente Gómez tal vez y sólo tal vez – porque para la historia es uno de los sospechosos- pensó en la complicidad de su hijo Vicentico y de su madre Dionisia. Sabía de las tendencias “vicentistas” y “juanchistas” que buscaban desalojarlo del poder. Cortó por lo sano y dejó vacantes las vicepresidencias, que fueron eliminadas en la Constitución de 1928.

Años después sospechó de la vinculación de Vicentico en el intento del golpe del 7 abril de 1928, donde por cierto Betancourt no pudo llegar, y a Jóvito Villalba lo capturaron y encerraron por siete años en las terribles mazmorras del régimen.  

Entonces, Juan Vicente Gómez, seguramente decepcionado, le quitó el uniforme a su hijo Vicentico y lo envió a París, junto a su esposa Josefina y su madre Dionisia, a ocupar un insípido cargo en la Embajada.

José Vicente Gómez, Vicentico, fallido heredero de la dictadura, murió en Suiza, oficialmente de tuberculosis, en 1930.

Su viuda, la dama de la alta sociedad caraqueña Josefina Revenga, casó al poco tiempo con el Dr. Pedro Tinoco Smith, ministro de Gómez y ya padre del futuro político y financista Pedro Tinoco.

El asesinato de Juancho Gómez, otro “cangrejo” más.

CASOS SIMILARES EN VENEZUELA

-El hecho que al presidente Delgado Chalbaud lo hubieran asesinado por accidente, no elimina la figura de magnicidio. Tal vez único en la historia de Venezuela.

-Hay sospechas de que la muerte repentina del presidente de la República Francisco Linares Alcántara que, ejerciendo la inmutable Ley de la Patada Histórica, se había convertido en el jefe de la rebelión contra su mentor y hombre fuerte del país Antonio Guzmán Blanco, haya sido producto de un dulce de lechosa envenenado.

Como parte de la rebelión contra el caudillo, Linares Alcántara había azuzado la tumbada del “manganzón” y del “saludante”, estatuas que la incansable jaladera nacional le había levantado al caudillo Guzmán Blanco.

-Y Rómulo Betancourt, en lo que hubiera sido un magnicidio que acabaría con la democracia, se salvó en el atentado de Los Próceres en junio de 1960, por una mezcla de guáramo y de milagro.

Los cien años del asesinato del vicepresidente Juancho Gómez no deben pasar por debajo de la mesa. Hay que divulgarlo, analizarlo e internalizarlo, por aquello de estudiar la historia para aprenderla y dejar de ser ese repitiente crónico en esta materia en que nos hemos convertido los venezolanos, con las consecuencias que padecemos.

Comentarios

  1. Rafael, buenos días. Muy bueno como siempre.
    Saludos
    Diego

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  2. Esos "chismes" de los Gomez estan muy buenos. Abrazos, Iris Herrera de Milano

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