DONALD TRUMP Y “SU” PETRÓLEO VENEZOLANO

      Rafael Gallegos    Blog 591

-      "Cuando me fui, Venezuela estaba lista para colapsar. Si la hubiésemos tomado, tendríamos todo ese petróleo, pero ahora se lo compramos y hacemos a un dictador muy rico. ¿Pueden creerlo?"…

Así, entre vivas y aplausos de sus partidarios se expresó el expresidente norteamericano Donald Trump. Si hubiese “tomado” a Venezuela … “tendría” nuestro petróleo. 

 ANA KARINA ROTE

Con esa declaración, Trump retrocedió más de cien años, hasta la época de los presidentes norteamericanos William McKinley y Teodoro Roosevelt, conspicuos representantes del Destino Manifiesto de los Estados Unidos, que consideraba al Mar Caribe como una extensión norteamericana.

En esa línea, McKinley procedió a “independizar” a Cuba de España, bajo la excusa de la explosión del acorazado Maine en el  Puerto de La Habana en 1898. Al son del grito: “Recuerden el Maine, al infierno con España”, inició la Guerra hispano-estadounidense, finalmente ganada por Estados Unidos. Como consecuencia, firmó la Enmienda Platt, que prohibía a la “independizada” Cuba hacer pactos internacionales, o convenir préstamos, y estaba obligada a ceder territorios para bases militares norteamericanas. Adicionalmente, a Estados Unidos le quedó Puerto Rico quedó como botín de guerra.

Con su declaración, Trump retrocedió a la época de “I took Panamá” pronunciado por Teodoro Roosevelt, cuando para construir el Canal de Panamá apoyó la “independizar” a Panamá de Colombia. O cuando dijo del dictador Somoza que “era un hijo de puta; pero es nuestro hijo de puta”.

El Destino Manifiesto del siglo pasado era la continuación del dominio del Mar Caribe, de cuando los indios Caribes eran los dueños de ese mar, y lo aterrorizaban con el grito Ana Karina roté aunicon paparoto, mantoro, itoro manto … solo el Caribe es gente, y a los demás nos los comemos o los esclavizamos.

¿Será eso lo que quiso decir Trump?

LA INTERNACIONAL DE LAS ESPADAS

Décadas después, el Destino Manifiesto se materializó como apoyo irrestricto a la llamada internacional de los sables en América Latina: Castillo Armas, Chapita, Odría, Somoza, Pérez Jiménez, Duvalier y un largo etcétera. Era resultado de la guerra fría: el apoyo a los militares de “derecha”, por temor a que los incipientes líderes demócratas latinoamericanos, resultaran de “izquierda” y simpatizantes del bloque soviético.

Esa es nuestra historia, sin inocencios y comprendiendo que los países no tienen amigos sino intereses. Como contraparte y en aras de análisis integrales, hay que validar la frase utilizada por el presidente Franklin Delano Roosevelt durante su lucha contra Hitler y Mussolini en la segunda guerra: Estados Unidos es el “arsenal de las democracias”. Porque realmente, su acción salvó al mundo de los nazis.

EL GOBIERNO APROVECHA LA FRASE DE TRUMP

El gobierno venezolano, en su empeño de magnificar posverdades para recrudecer su dominio forever sobre Venezuela, en lugar de analizar la frase de Trump, dirigió sus baterías contra la oposición y la culpó de querer regalar el petróleo venezolano al imperio.

Ironía y Falta de autoridad moral.

Ironía, porque si alguien ha regalado el petróleo venezolano es la “revolución”. Le cambia a Cuba petróleo por supuestos médicos y educadores, con alta sospecha de dosis de espionaje y resulta que, aunque usted no lo crea… Venezuela le queda debiendo dinero a Cuba. Así agradecen los gobernantes de la isla su casi incorporación a la OPEP, como “exportadores” de crudo …venezolano. Puro don regalón. Y así con otros países de la zona, utilizando al petróleo, como arma política.

Y Falta de autoridad moral, por haber incorporado a su legado la increíble destrucción de Pdvsa… un verdadero “regalo” a la ineficiencia y a la corrupción.

GÓMEZ QUEDÓ ATRÁS

Ya está superada aquella vergonzosa frase de Gómez: “hagan ustedes las leyes, que son los que saben de petróleo”. Venezuela es hoy el país del mundo con más técnicos petroleros por kilómetro cuadrado. Ergo, un país capacitado para desarrollar una industria petrolera de primera. El maravilloso aporte de nuestros técnicos a los países petroleros en los últimos veinte años, lo confirma.

Por ello, la relación petrolera que a la que debe aspirar Venezuela con Estados Unidos o con cualquier país del mundo – diga lo que diga Trump - es de tú a tú y basada en la eficiencia de una industria petrolera,  como por ejemplo, la dibujada en la Ley Orgánica de Hidrocarburos elaborada, y no aprobada, por la Asamblea del 2015.

Inversiones de capital internacional, Agencia de Energía, Rondas de Licitación y una Pdvsa de menor dimensión compitiendo con empresas privadas. Y claro, bajo el control de las leyes venezolanas.

A eso habrá que aspirar en el horizonte de décadas que le queda a la industria petrolera, cuando haya un gobierno que genere confianza para que vengan capitales a reconstruir a la industria petrolera…  y al país.

Diga lo que diga Trump.