ABAJO CADENAS… DE LA IGNORANCIA
Rafael Gallegos Blog 564
Ante no poca apatía nacional el poeta Rafael
Cadenas acaba de obtener el premio más importante otorgado a un escritor
venezolano, el Premio Miguel de Cervantes, llamado por muchos el Nobel de
literatura hispano.
El premio coloca a Cadenas en el exclusivo
olimpo de Borges, Vargas Llosa, Fuentes,
Alberti, Delibes, Carpentier y otras luminarias de la literatura hispana. Y si
aunamos el Premio de Poesía Reina Sofía otorgado a él en 2018, no es difícil
plantear que Rafael Cadenas es hoy por hoy, uno de los poetas más importantes
del mundo.
Sin embargo, en Venezuela su figura es poco
conocida, y sus libros, mucho menos. Rafael Cadenas dista del milagro comercial
del Nobel García Márquez – quien por cierto no ganó el Cervantes – que en una
ocasión expresó que no le perdonaban ser un escritor que vendía muchos libros, como
perros calientes, en un continente donde nadie lee.
Tal vez si Cadenas fuera un pelotero o un
cantante, el premio hubiera hecho vibrar a Venezuela. Pero así somos, los
atletas mentales parecen no ser tan importantes en nuestro país, y tal vez por
allí se cuela la crisis que padecemos.
Ya Rómulo Gallegos va resultando una avenida
en el este de Caracas. Uslar Pietri se
va desdibujando en el pensar colectivo. Y el gran José Rafael Pocaterra… ¿quién es ese?
Uno piensa que Gallegos es una figura
literaria muy conocida en Latinoamérica. Pero no es así. En estos días al
pagar… ¡en una librería!... de Cúcuta, el cajero anotó mi apellido como
Gallego, y le dije: Gallegos, como Rómulo Gallegos. Y el dependiente me
preguntó: ¿Rómulo Gallegos?, me suena, ¿es un cantante?
¿Qué canción le adjudicarán al nuevo premio
Cervantes?
RAFAEL CADENAS, ¿FLOR EN EL PANTANO?
Mientras Cadenas es reconocido hasta la
saciedad por los centros literarios en el extranjero, en Venezuela la educación
deja mucho que desear. Las universidades del estado en su mínima expresión. Las
escuelas y liceos públicos ídem.
Los profesores y maestros reciben sueldos de
menesterosos. Muchos de los alumnos no asisten porque no tienen comida o
transporte. La escasez de profesores de física, química y matemáticas es
endémica.
Hace poco oí esta conversación de adolescentes:
-¿Cómo te preparas para los exámenes finales?
- Voy bien, menos en matemáticas que no
tenemos profesor… pero no importa porque me van a promediar con las otras notas
y apruebo…
Quedé horrorizado. ¿Qué podrá estudiar ese
muchacho en el futuro? ¿Podrá competir con los japoneses que cuando salen del
bachillerato dominan varios idiomas y leen 52 libros al año? Y si agregamos que
los miles de niños desnutridos de
Venezuela estarán sub capacitados para laborar en el futuro y no podrán agregar valor a la sociedad… ¿a
dónde vamos?
¿Quién le pone el cascabel al gato? Grandes
pensadores venezolanos han advertido que nuestra prioridad es la educación.
Bolívar dijo que moral y luces son nuestras primeras necesidades. O sea, los
valores y la educación. Luis Alberto Machado cuando fue candidato presidencial
expresó que la educación no era nuestro problema principal, sino nuestro “único”
problema. Don Simón Rodríguez lo vio clarito cuando expresó que la democracia para
ser viable necesita demócratas. Y pidió a los niños más pobres para educarlos…
Uno de los grandes éxitos de la república
civil venezolana fue la formación de miles y miles de profesionales y técnicos.
Millones de ellos hoy agregan valor a
otros países. La democracia los hizo y la
“revolución”… los exportó. Ahora en lugar de barriles de petróleo…
exportamos cerebros. ¿Lesa humanidad?
Es urgente diseñar un plan estratégico para la
educación venezolana. De lo contrario seguiremos nuestra ruta hacia
Trucutrulandia mientras las potencias desarrolladas, que sí educan a su gente,
avanzan hacia el siglo XXII.
Y mientras más atraso… más hambre.
El premio otorgado a nuestro Rafael Cadenas lo
coloca a la cabeza de nuestra prolífica intelectualidad. Los venezolanos
tenemos grandes escritores. Sucede que nuestra baja autoestima y escaso conocimiento,
nos hacen mantenerlos en un casi anonimato. Rómulo Gallegos, Uslar, Otero, Meneses,
Pocaterra, Picón Salas, Adriano González León, Andrés Eloy, Ramón J. Velásquez,
Garmendia, Ana Teresa Torres, José León Tapia, Orlando Araujo, Herrera Luque,
Federico Vegas, Francisco Suniaga, Juan Liscano, Blanco Fombona, Gallegos Ortiz,
Domingo Alberto Rangel, Antonieta Madrid, Lucila Palacios, Teresa de la Parra y muchísimos otros, constituyen una pléyade
que no tiene nada que envidiarle a ninguna de ningún país del mundo. Deberían ser sacados de la sombra para utilizarlos
como una guía para el futuro próspero de Venezuela.
Es hora de reflexionar acerca de la
importancia de la educación y de la cultura como eje del desarrollo. Dejar de observar al hombre culto
como un quijote obnubilado por la luna, y sacarle provecho como valiosa persona que tiene en su mano la
semilla de la prosperidad nacional.
Nos conviene poner de moda la cultura.
Por otra parte, Churchill, Betancourt, López
Contreras, De Gaulle, Villalba, Caldera, el líder demócrata guatemalteco Juan
José Arévalo, el padre del milagro brasileño Fernando Henrique Cardoso, el
argentino Domingo Faustino Sarmiento, el checo Váklav Havel, Kennedy y muchos
otros estadistas, fueron avezados intelectuales y en general compartieron visiones de futuro
que generaron prosperidad en sus pueblos.
Caso contrario, es la presencia de tanto incapaz en el poder que solo genera
zozobra, cuya sola mención agotaría el espacio. Sin alusiones personales. No es
exagerado afirmar que así como a los médicos se les exigen títulos, a los
políticos se les debería solicitar aunque sea una lista de libros básicos
leídos… ¡Hasta cuando!
Es la hora de los líderes cultos, que hagan
simbiosis con los intelectuales, que sirvan de modelo y de maestros, que nos
enseñen el camino hacia un futuro mejor. Lo demás… es más de lo mismo.
El maravilloso premio a Rafael Cadenas- más
grande de lo que podamos imaginar- es un
hito para Venezuela, que deberíamos usar
para dar un giro estratégico en la educación y la cultura, para salir de esta
ignorancia generalizada que es – no lo dude- el factor número uno de este fracaso colectivo
que padecemos.
¿Qué tal un espacio, podría ser una plaza, Plaza
Poeta Rafael Cadenas, en cuyo seno se
estudie, de manera muy didáctica su obra y que sirva de base para otros
homenajes - activos y nutritivos- a nuestros intelectuales?
¿Una locura? Más locura es este larguísimo “muera
la inteligencia” a que está sometida Venezuela. Moral y luces - son más que
nunca - nuestras primeras necesidades.
Salve, Poeta Rafael Cadenas.
Esta columna se
publica en Informe21, Noticiero Digital, Emisora Costa del Sol 93,1 FM, y
Revista Petroleum
¡Excelente; muchas gracias por la publicación!
ResponderEliminarGracias. Afectuoso saludo y seguimos en contacto.
ResponderEliminarMORAL Y LUCES.
ResponderEliminarLa Moral, como base fundamental. Como comenzar a sentirla y practicarla como regente de nuestro diario vivir?
Es un principio que guía a muchos, ¡más de lo que pensamos! Pero creo que el problema está en lo que se conoce de algunos que se creen que están en la cúspide de la escalera de cualquier ambiente, como si tuvieran una patente para transgredir.
Solución: desplazarlos, seguramente a un alto costo, por la resistencia que pondrán y otras interrogantes válidas: Cuando? Como? Quienes?
Las luces, como estructura sólida a todo nivel. Creo que es la parte más fácil o más rápida en alcanzar, bajo un ambiente de entusiasmo colectivo, con recursos propios monitoriados y aun con recursos importados.
Todo esto, ha sido visualizado históricamente. Pero parece que el complejo nos paraliza tal vez por la manipulación e algunos vivos que confunden el éxito con otra cosa, y la falta de compromiso y exigencia del común a sus líderes.
Arturo Peña Uzcategui
ResponderEliminarMORAL Y LUCES.
ResponderEliminarLa Moral, como base fundamental. Como comenzar a sentirla y practicarla como regente de nuestro diario vivir?
Es un principio que guía a muchos, ¡más de lo que pensamos! Pero creo que el problema está en lo que se conoce de algunos que se creen que están en la cúspide de la escalera de cualquier ambiente, como si tuvieran una patente para transgredir.
Solución: desplazarlos, seguramente a un alto costo, por la resistencia que pondrán y otras interrogantes válidas: Cuando? Como? Quienes?
Las luces, como estructura sólida a todo nivel. Creo que es la parte más fácil o más rápida en alcanzar, bajo un ambiente de entusiasmo colectivo, con recursos propios monitoriados y aun con recursos importados.
Todo esto, ha sido visualizado históricamente. Pero parece que el complejo nos paraliza tal vez por la manipulación e algunos vivos que confunden el éxito con otra cosa, y la falta de compromiso y exigencia del común a sus líderes.
Arturo Peña Uzcategui
Así es Arturo. Hay que desplazar a tanto inútil que enrumba al país hacia el despeñadero. No es fácil, pero hay que crear conciencia de nuestra fuerza y organizarse. Parece una utopía, pero es la única salida y las sociedades se mueven. Gracias y saludos.
EliminarMoral y luces siguen siendo nuestras primeras necesidades
ResponderEliminarAsí es César. Más que cuando lo dijo Bolívar. Un abrazote
EliminarExcelente artículo
ResponderEliminarGracias Manuel. Un abrazote
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