LA DOCTRINA BETANCOURT Y LAS DEMOCRACIAS ROJILLAS
Rafael Gallegos Blog 523
En los años cincuenta cayeron como barajitas muchas dictaduras militares
latinoamericanas. Dejaron el poder entre otros, Castillo Armas en Guatemala,
Pérez Jiménez en Venezuela, Odría en Perú, Perón en Argentina, Rojas Pinilla en
Colombia, Batista en Cuba. Casi todos huyendo y refugiándose con algún miembro
de la internacional de los sables.
Sin embargo, la amenaza militar estaba más viva que nunca. Quedaban en
el poder dictadores como Somoza en Nicaragua, Stroessner en Paraguay, Duvalier
en Haití y sobre todo Chapita en República Dominicana.
Cuando Rómulo Betancourt accedió a la presidencia de Venezuela en 1959,
se convirtió en una referencia para las democracias del subcontinente. Por su
parte Chapita era la referencia de dictaduras militares. Y Fidel Castro, surgía
como la referencia comunista.
Las amenazas militaristas en Venezuela no cesaban. Castro León,
Barcelonazo, Carupanazo, Porteñazo…entre otras intentonas. Ellas no fueron obstáculo para que Betancourt
finalizara su período constitucional. El dictador Chapita intentó, fallidamente,
asesinar al presidente venezolano.
Por su parte, Fidel Castro dirigió el movimiento guerrillero. Su
intención era hacer de Venezuela la cabeza de puente para la revolución
comunista en América Latina. Civiles encabezados por Betancourt, y militares
demócratas, ejercieron una feroz resistencia y derrotaron al dictador Castro,
quien tuvo que esperar más de treinta años para conseguir a un Chávez, que le
abrió las puertas de Venezuela, con las consecuencias que todos padecemos.
DOCTRINA BETANCOURT
RB promovió la llamada Doctrina Betancourt, que consistió en romper relaciones
diplomáticas con los gobiernos dictatoriales. Una manera de aislar a los
dictadores y fortalecer la democracia.
En 1960 la OEA aplicó por unanimidad, sanciones a República Dominicana
por responsabilidad de Chapita en atentado a Rómulo Betancourt. Igualmente, por
presión de Venezuela y con la sola excepción del voto mexicano, la OEA expulsó
a Cuba de su seno en 1962.
En esos años, los demócratas, unidos, fueron más valientes y más
estrategas que los autócratas. Y los vencieron.
CAP CONTRADIJO LA DOCTRINA BETANCOURT
Cuando CAP fue presidente en los setenta, aplicó con las dictaduras una
política diferente a la Doctrina Betancourt. En algunos casos como en
Centroamérica, fue exitosa.
Pero con Castro, fue un desastre. CAP y Castro se hicieron amigos. El presidente
venezolano estimó que podría convencer al cubano de desmontar su férrea
dictadura. La amistad se prolongó por décadas. En la llamada coronación de
Pérez, cuando asumió su segundo gobierno, Castro fue el invitado más publicitado.
Cuando la intentona de Chávez, Fidel llamó a su ya viejo amigo Carlos Andrés,
para expresarle solidaridad.
Obviamente, la estrategia de CAP con la revolución cubana fracasó. Durante
su primer gobierno, años setenta, “presentó en sociedad” democrática, al líder
de la entonces quinceañera dictadura cubana. En los noventa, su segundo
gobierno, en lugar de contribuir a debilitar al régimen cubano durante su “período
especial” por la desintegración de la URSS y el acabose de las dádivas a la
revolución, CAP le dio alas para mantenerse.
GRACIAS DIOS MÍO POR ESE MUCHACHOTE…
Los deslenguados dicen que cuando el ateo Fidel Castro deslumbró al
comandante Chávez recibiéndolo con honores de jefe de estado en La Habana, rezó:
“Gracias Dios mío por enviarme ese muchachote. Yo no creo en ti… pero gracias.
Con Chávez, Castro se sacaría la espina que le clavó Betancourt. Y
Venezuela, sería por fin la cabeza de puente para su revolución en América
Latina (AL).
LAS DEMOCRACIAS ROJILLAS
Chávez gana las elecciones y abre a Venezuela a la dictadura cubana.
Utiliza los abundantes ingresos petroleros para materializar la revolución en
AL. Ahora bajo las figuras de democracias rojillas. Todo estaba perfectamente
calculado.
Ya no estaban planteados ni los cuartelazos militares, ni las tomas del
poder con guerrilleros. Ahora la estrategia era ganar elecciones y proceder a destrozar
la democracia desde adentro, mediante la siguiente estrategia:
1.- Licuefacción de
poderes.
2.- Reelección infinita
de presidentes.
3.- Elecciones en
medio de un gran ventajismo.
4.- Expropiaciones
y estatización.
5.- Expropiación y
restricción de insumos a los medios de comunicación.
6.- Militares partidizados.
7.- Métodos
represivos con los opositores.
8.- Dependencia
política del régimen cubano.
A partir de Chávez y su despilfarro de las divisas petroleras para
fomentar sus proyectos de poder bajo la tutela de Fidel Castro, en el subcontinente
se expanden las democracias rojillas, con la marca del Foro de Sao Paulo. Y
todas por la vía electoral.
Unos han logrado, más allá de llegar al gobierno, tomar el poder; como
Venezuela, donde, por ejemplo, quedaron debiendo los diputados de Amazonas; protectores,
inhabilitaciones políticas y un largo etcétera.
O Nicaragua, que hizo “elecciones limpias” (Maduro dixit), apresando a los candidatos opositores. Por cierto, junto al comunismo
cubano, Venezuela y Nicaragua son tres de los países con menor nivel de vida en
AL. O sea… hambre.
A otros les ha costado más mantener su revolución, como
Bolivia, que regresó al gobierno por incapacidad del archipiélago
opositor. Brasil que perdió las
elecciones y entregó. Argentina que
recuperó el gobierno luego de cuatro años en la oposición.
Y hoy han ganado elecciones en Honduras, Perú, Chile,
México… pendiente con Brasil y con Colombia. Como diría el Libertador: “un
pueblo ignorante es un instrumento de su propia destrucción”.
El mapa latinoamericano es rojillo. Y por procesos
electorales, decisiones del “pueblo”, ¿qué tal? El flautista de Hamelin se
moriría de envidia.
URGE UNA INTERNACIONAL DE LAS DEMOCRACIAS (ID)
Es necesario adaptar la Doctrina Betancourt a estos tiempos a fin de
evitar un continente signado por la autocracia y por el comunismo. Las caretas de democracia hacen más difícil hoy
identificar las autocracias que en los años sesenta. Por ello hay que hacer un perfil
de las estrategias que ellas utilizan una vez en el gobierno: licuefacción de
poderes, elecciones amañadas y fraudulentas, represión, obstáculos a las libertades
de expresión y económica. Y sancionar a los países que incumplan estos
aspectos.
Aspectos que identifica y busca sancionar la Carta Democrática de la OEA.
Pero para cumplir el objetivo hay que ir más allá. Crear una Internacional de
las Democracias, que contrarreste al Foro de Sao Paulo, y los Grupos de Puebla.
Y eso requiere de Unidad y de Liderazgo de
los dirigentes demócratas latinoamericanos.
Si la izquierda gana elecciones, y se comporta como una izquierda
democrática tipo Europa, excelente; pero en general esto está lejos de la
realidad. Los hechos demuestran que la mayoría de las democracias rojillas, son
mascaradas de formas de totalitarismo.
Ya basta de contemplar la película, América Latina no es Netflix. Los
demócratas vamos perdiendo. Se nos va de las manos el subcontinente. Los
demócratas debemos ser más valientes que los autócratas. Hay que actuar antes
de que rojillo nos alcance.
Vea el color de sus manos…
PD: Vergonzosa la declaración del viceministro ruso de contemplar la
posibilidad de convertir a Venezuela en un cuartel apuntando a Estados Unidos,
y peor la respuesta de Venezuela. Como si no bastara con el desmantelamiento
nacional, seríamos carne de cañón de los conflictos mundiales.
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Venezuela merece una industria petrolera de primera, que sea capaz de
contribuir a la construcción de un país de primera. ¡Hasta cuándo!
Esta columna se publica en Informe 21, y en la revista Petroleum.
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