VENEZUELA EN PATIVILCA
Rafael
Gallegos Blog 484
Enero
de 1824, el Libertador está en Pativilca, muy enfermo. Ocho días delirando y
arrojando bilis. Cadavérico, con fiebre, cólico, diarrea, vómitos, ataques de
demencia. Flaquísimo. Tenía apenas cuarenta años y parecía un anciano. Deprimido, en carta a Santander le dice:
amigo, este mundo se está desmoronando… todo está perdido… el país está plagado
por la peste mortal.
Sucre
y los patriotas apenas suman 7.000 soldados, los realistas cuentan con 22.000. Tiene
noticias que los argentinos le entregaron El Callao a los españoles, Santander cada
vez le dificulta más sus exigencias de guerra, los peruanos están divididos en
varios partidos, los realistas tienen mucho apoyo entre los pobladores del sur.
Sus
oficiales temen por la vida de Bolívar. Ante este cuadro dantesco, le
preguntan: Libertador, ¿qué piensa
hacer? Su respuesta retumba en los oídos de sus lugartenientes: Triunfar.
Sus
oficiales se preocupan.
- Lo perdimos
- Al Libertador se le fue la cabeza.
- Delira
- ¿Y qué vamos a hacer?
Más
allá del delirio, el Libertador afloraba su voluntad de triunfo planificando su
próxima campaña.
Así,
recomendó a Torre Tagle negociar con el Virrey La Serna. Su intención era
lograr un armisticio para ganar tiempo. Por cierto, Sucre quería negociar para
lograr la paz definitiva.
Mandó
a buscar herraduras en toda la zona, a tomar los mejores caballos y embargar
todos los alfalfares para mantener gorda su caballería.
Ni
en los peores momentos perdió la esperanza. A los siete meses, quién lo diría,
como en un acto de resurrección, derrotó al general Canterac en la batalla de Junín,
que dio la Independencia a Perú.
Una
batalla sin balas. Pura espada, cuchillo y machete. Bolívar se creyó derrotado y huía, cuando le
dijeron que Canterac abandonaba el campo. Un sagaz movimiento del coronel
argentino Isidoro Suárez, dirigiendo un batallón peruano, revirtió la batalla.
El
coronel Isidoro Suárez, bisabuelo del gran escritor Jorge Luís Borges, quien
muy orgulloso le dedicó varios poemas.
…Impuso en la llanura de Junín
término venturoso a la batalla
y a las lanzas del Perú dio sangre española…
De
Pativilca a Junín. Y luego, el triunfo patriota, nada menos que en la gloriosa
batalla de Ayacucho. Voluntad de triunfo. ¿Quién lo duda?
¿Y
VENEZUELA?
Estamos
en nuestro Pativilca particular. El país está más desguarnecido que nunca.
Desvertebrado, no hay trabajos porque no hay empresas y no hay empresas porque
los empresarios se cansaron de gerenciar sin préstamos, sin insumos, sin
mercado, sin gasoil, ni gasolina, sin monedas, sin ganancias o con una
hiperinflación que las acaba… todas las cadenas de la economía rotas. El
resultado: hambre. La primera hambruna petrolera de la historia. ¿Dónde estás
Guinness?
Como
el Libertador en Pativilca, el país luce flaaaco, desvencijado, deprimido. La
esperanza se ha devaluado al ritmo de la economía.
El
gobierno cumplió su rol de destrucción estratégica. Pero se les fue la mano.
Los agarró una vorágine de destrucción. Tal vez querían un millón de barriles
diarios para su consumo y emolumentos, y algo de gasolina y gasoil. Pero no
tienen nada.
Requerirían
por lo menos 25.000 millones de dólares al año para sus gastos. Pero no tienen
nada. Sólo les queda aprender a navegar en la miseria, ¿acelerando la
represión? Y sin echarle la culpa a las
sanciones, que Irán las tiene y nos manda gasolina.
Y
la oposición, más dividida que nunca. Ya nos parece natural que cada uno ande
por su lado. Y sin colocar expectativas de poder en manos de los ciudadanos. Un
país donde campea la desesperanza. Pativilca. Y manejamos un diccionario de
excusas:
- Que no se puede negociar con esta gente… Bolívar
negoció con el temible Morillo y logró Carabobo. Y quería negociar con el
poderoso Virrey La Serna. Es decir, inteligencia para negociar.
- Que no hay salida electoral…. El comunismo polaco,
el terrible (aunque algunos lo quieren) Pinochet; las conversaciones y acuerdos
del Rey Juan Carlos formado y nombrado por Franco, el franquista Adolfo Suárez,
y el mismísimo secretario del Partido Comunista Santiago Carrillo. Entre todos
acabaron con el inamovible franquismo, por la vía electoral.
- Que Cuba tiene sesenta años de sanciones y no pasa
nada…. Olvidando que en octubre del 62 cuando la crisis de los misiles, Estados
Unidos se comprometió con la URRSS no interferir con la estabilidad del
gobierno cubano.
¿Y
entonces? Hay que preguntarle a los líderes de la oposición, ¿y qué piensan
hacer?, la única respuesta posible debe ser la del Libertador: Triunfar. Pero
no de palabreo, planificando el triunfo como hizo Bolívar,.
- Imponiendo la Unidad… que se sienten todos los
líderes en una mesa y salgan con un plan para rescatar la democracia. ¿Difícil?,
más difíciles los años por venir si no rescatamos la democracia.
- Aclarando qué hacer con las elecciones ….
¿Condiciones electorales?, bueno, Pídanlas. Nadie las pide y al que no pide no
le dan. No asistimos a elecciones contra Maduro en el 2018 (no dudo que en
Unidad hubiéramos ganado), no fuimos a las parlamentarias, idem… Y Maduro, allí
sigue y la Asamblea chavista, allí está… vienen elecciones de gobernadores y
alcaldes… ¿ganará el gobierno y seguirá allí? La gente quiere saber cómo llegar
al poder Votando, o No Votando. Volviendo al Libertador: no debemos construir
repúblicas aéreas.
- ¿Y el Revocatorio?, en ocho meses se puede comenzar
a pedir con inteligencia y el 85 % de la población desea con el alma un nuevo
gobierno. … ¿Lo dejaremos pasar? El revocatorio es por lo menos un gran poder
de movilización. Y una extraordinaria oportunidad de triunfo. ¿Qué lo anularon
ilegalmente la vez pasada?… Pilas y guáramo, ¡hasta cuando!
Más
difícil era pelear contra la popularidad de Chávez y su ilusión de armonía, la aparente
prosperidad por la inercia de la república civil y por los más de cien dólares
el barril de petróleo… mientras destruía la economía y la democracia. Hoy, las
cosas le han cambiado para el gobierno. No tiene dinero para los gastos más
elementales y nadie los quiere, son el gobierno más impopular de que se tenga
memoria. ¿Entonces? Oportunidad de oro para un liderazgo asertivo.
Es
muy simple, con Unidad, ganamos todas las elecciones y ganamos también cuando
no vayamos. Sin Unidad… Pativilca en todos los escenarios.
EPÍLOGO
Este
es un artículo contra la desesperanza. Un llamado a que, con voluntad de
triunfo, Unidad y estrategia, estamos llamados a reimplantar la democracia e
iniciar la construcción de una Venezuela próspera.
Venezuela,
un país para renacer.
PD:
El jueves 8 a las 11:a.m. hora de Venezuela,
bautizaremos vía online el libro “Construcción
y destrucción de un país, presidencias
de Venezuela 1900- 2020” Los autores: Eddie Ramírez y quien suscribe. Están
cordialmente invitados.
Zoom
https://us02web.zoom.us/j/89847863900?pwd=aXE5dXhyZG9yT05mbE1OV2Q3TTRJZz09
ID de reunión:
89847863900
Código de acceso: 718283
El
libro ya está en Amazon., Kindel y portada dura. Una mirada a nuestra historia
reciente que nos sirva para diseñar el futuro que nos merecemos.
Esta
columna se publica en los medios
digitales El Diario de Caracas e Informe 21, así como en la revista Petroleum.
Rafael, felicitaciones. Tremendo trabajo. Mas completo no pudo ser, y los mensajes a la Oposicion.
ResponderEliminarSaludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstas comparaciones son muy rebuscadas.....tomate mas tiempo para escribir....
ResponderEliminarSin duda, ese es el norte sin olvidar que pese a la alta tecnología empleada la generación de empleos tanto directos (especializados) como indirectos (amplia gama de especialistas y no)
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